Visita

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Seijūrō esperó pacientemente durante dos horas.

No le decían nada.

Los Midorima no aparecían por ningún lado.

Tetsuya hablaba con los demás, poniéndoles al tanto de que Furihata había regresado y de que había hablado con Akashi.

-Familiares de Akashi-san.

Seijūrō se levantó rápidamente ante la voz de la enfermera -¿Cómo está mi padre?

-Lograron estabilizarlo. En este momento se encuentra siendo trasladado a una habitación. En unos minutos Midorima-sensei vendrá a darle más informes.

-Gracias- dijo aliviado.

-Estará bien, Akashi- Daiki golpeó su espalda -. Mala hierba nunca muere.

-¡Aomine/Daiki!

Seijūrō sonrió; eso era cierto.

Después de 10 minutos Shintaro apareció.

-Logramos estabilizarlo. Le dió un pre-infarto. De ahora en adelante habrá que tener cuidado. No puede exaltarse.

-¿Se recuperará?

-En unos días estará como siempre. No te preocupes.

-Gracias.

El peliverde asintió, y luego se alejó mientras anotaba en una hoja algunos datos.

-Estará bien, Akashi.

Asintió, y soltó un suspiro. ¿Qué demonios estaba sucediendo en su vida?

_____

Después de cuatro horas le permitieron entrar a ver a su padre.

Tenía una mascarilla de oxígeno. Y estaba despierto.

-¿Cómo te sientes?

-Bien.

Un silencio incómodo se instalo entre ambos.

Masaomi no podía ver a los ojos a su hijo. Le había jodido la vida. Le había alejado de su hijo... Pero no sé arrepentía del todo. Gracias a su decisión había tenido a su difunta nieta.

-Lo siento...

Seijūrō frunció el ceño -¿POR QUÉ?

-Por alejarlos de tí...

Seijūrō no dijo nada. No sabia que decir.

-Trae a Kōki... Quiero hablar con él.

Asintió, torpemente, abandonó la habitación.

Saco esa tarjeta que el castaño le había entregado, marco el número en el teléfono y llamó.

_______________________

El castaño acababa de tomar la merienda cuando su teléfono comenzó a sonar.

Frunció el ceño al no reconocer el número. Respondió a la segunda llamada.

-¿Sí?

-... Soy Seijūrō.

Su corazón se detuvo ante la voz y el nombre.

-Ven al hospital Midorima. Habitación 312... Mi padre quiere hablar contigo.

-N-No...

-No te hará daño. Lo juro. En este momento está internado... Le dió un pre-infarto al saber de.. de... Del bebé.

-En media hora estaré allí- dijo, colgó el teléfono.

¿CÓMO IBA A PODER VERLO?

¡AUN NO ESTABA LISTO!

-Saldré un momento - dijo a su hermano e hijo.

-Ve con cuidado.

-Traeme algo papi.

-Claro- le besó la frente.

Abandonó la sala, y se dirigió al hospital.

_____________

El ruido de una bandeja cayendo captó la atención de ciertas personas. Giraron y observaron ha alguien cabello castaño ayudando a una enfermera.

-Que hermoso cabello - dijo Ryō Aomine con cierta envía.

Los demás asintieron.

La persona se levantó y se giró en dirección de ellos. Y se comenzó acercar.

Tetsuya sonrió al reconocerlo.

-Buena tarde- dijo, nervioso.

-Buena tarde, Kōki-san.

-Ehhh

-Furihata- balbuceó Midorima Kazunari.

-Sí, Takao-san. Tiempo sin verlos.

-¿Qué haces aquí, Kōki-san?- dijo Tetsuya.

-Akashi me ha llamado- frunció el ceño -¿Dónde está la habitación 312?

-Tercer piso a la izquierda- dijo Kazunari.

-Gracias. Luego hablamos-se despidió, y se dirigió al elevador.

Observaron al castaño alejarse.

-Es muy guapo- dijo Kise Ryōta antes de recibir un golpe por parte de su esposo -. ¿Qué? Es la verdad.

-Si lo vuelves a decir  te pateo.

-...

_______________

Kōki descendió del elevador en el tercer piso, y se dirigió hacia dónde lo habían enviado.

El número 312 se podía leer claramente.

Tocó la puerta y está se abrió. Sus ojos se toparon con los rojos.

-Pasa- Seijūrō se hizo un lado en la puerta para dejarlo pasar.

El castaño entró; escuchó la puerta cerrarse. El pelirrojo paso a su lado en dirección a la cama.

-Papá.. Papá- dijo un par de veces para despertar a su padre. Se había quedado dormido unos minutos atrás.

-¿Qué sucede?- preguntó adormilado.

-Kōki está aquí.

Esas palabras hicieron que Masaomi mirara hacia la entrada.

Un doncel de cabello largo y castaño, de ojos color chocolate lo miraba fijamente.

-Akashi- dijo Kōki con rencor.

Por amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora