Por amor

Rechazo

Su corazón saltó ante esa declaración.

Pero no podía tener esperanza. Sabía que el pelirrojo estaba confundido a causa de todo lo que estaba pasando.

Kōki soltó la mano de Seijūrō -Akashi está confundido.

-N-N...

-Usted realmente no me ama. Todo es por lo que ha pasado. Akashi está confundido- se levantó y apartó del pelirrojo.

-No estoy confundido. Te amo. Yo...

-Lo está. Yo sé perfectamente que Akashi ama a su esposa, es el amor de su vida.

-Tú eres el...

Kōki lo interumpio -Sabe perfectamente que yo dejé de serlo desde ese día. Yo lo escuché claramente. Usted ama su esposa, es el amor de su vida, por eso se casó con ella.

-Eso es mentira.

-¡Es verdad!- dijo exaltado -. Yo lo escuché. No tiene por qué mentir. En este momento Akashi está confundido. Yo no... No quiero nada con Akashi.

-¿Me estás rechazando?

-Si- respondió sin mirar fijamente al pelirrojo-. El sábado a las 4 nos vemos en mi casa. Le enviaré la dirección para que puedan ver a Seiki.

La puerta se cerró.

Seijūrō miraba fijamente la puerta.

Acababa de ser rechazado.

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Kōki soltó unas lágrimas.

Le hubiese gustado que realmente que Seijūrō le amará. Pero sabía que eso era mentira. Jamás lo volvería a querer. No cuando su difunta esposa era el amor de su vida.

¿Por qué tenía que seguir amándolo después de tantos años?

-Kōki...

Levantó la mirada. Akashi Masaomi lo miraba -El sábado le enviare la dirección de mi casa.

No hizo nada por detener al castaño. En cambio, se dirigió a la oficina de su hijo. Algo había pasado entre ambos.

Al abrir la puerta se encontró a su hijo llorando.

-¿Qué sucedió Seijūrō?

-No cree que lo amo. Me ha rechazado.

-Hijo...

-Dice que el amor de mi vida es Rin... Dice que él lo escuchó de mí ¿cuándo dije yo eso? Yo... Shintarō- recordó, hace cuatro años le había dicho eso a su amigo para convencerse a si mimo. ¿Kōki había estado en el hospital?

-Habla con él. Aclararé las cosas con él.

-¿QUÉ? - giró pero su padre ya no estaba.

Masaomi se apresuró a la salida. No alcanzo al castaño, ni a Nash.

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Nash esperaba pacientemente a su hermano.

Lo que vio no le gusto. Su hermano estaba llorando.

-¿QUE TE HIZO?

-Nada, Nash- se limpió las lágrimas.

-¡Nada! Dime qué ha sucedido- exigió saber.

Kōki sollozó -M-Me dicho que me ama. Que vuelva con él. Qué soy el amor de su vida. Pero yo sé que es mentira. Seijūrō está confundido por todo lo que está pasando. No me ama, y no soy el amor de su vida.

-Kōki.

-Vamos. Arranca. No quiero seguir aquí- dijo, restregó sus manos en sus ojos intentando borrar las lágrimas.

-Bien...- respondió, arrancó el auto y lo hecho a andar. Nash pudo ver a Akashi Masaomi corriendo hacia ellos.

En un alto miró al castaño. Aún recordaba la primera vez que lo conoció al haber viajado a Japón.

Después de haber perdido se dirigieron al vestidor.

Silver se había encargado de destrozar las sillas dentro del vestidor.

Lo comprendía, él también se sentía igual. Había perdido por primera vez en su vida. Gracias a su ojo siempre había podido ver más allá de los demás y era lo que siempre lo llevaba a la victoria.

-Silencio. Todos a cambiarse. En una hora salimos.

Se cambiaron, salieron del vestidor y se dirigieron a la salida.

En unos de los pasillos vio a un grupo de donceles que se dirigían a los vestidores. A uno lo conocía, lo había visto en el juego anterior pero a los otros no.

Un risa familiar llamó su atención. Pertenecía a doncel castaño... Frunció el ceño. Le recordaba a alguien pero no sabía a quien.

Quién diría que tres meses después lo vería en la puerta de su casa... No solo eso, si no que era su hermano menor.