Por amor

Nunca

Sentía sus oídos zumbando, su corazón latiendo rápidamente y un rencor recorriendo su cuerpo.

Hasta él mismo se sorprendió de haber dicho el nombre en ese tono.

-Aproximarse.

Kōki tan solo dió unos pasos más.

Masaomi observó las facciones del castaño. Había crecido unos centímetros más. Sus facciones se habían vuelto más finas y delicadas. Y por lo visto había mejorado su sentido de la moda.

-Su hijo dijo que quería hablar conmigo ¿Qué quiere?

-Seijūrō. Déjanos solos.

El pelirrojo asintió y se dirigió a la puerta.

-Akashi se quedará- demandó Kōki-. No hablaré con usted si él se va.

Seijūrō miró a su padre y éste asintió. No abandonó la habitación, pero tampoco se acercó tanto.

Kōki se cruzó de brazos y esperó que el mayor hablara.

-¿Por qué no dijiste que estabas embarazado?

El castaño frunció el ceño -¿Por qué lo haría?

-Teníamos el derecho de saber. Seijūrō...

-Creo que es muy obvio. Usted se la pasaba amenazándome. Incluso ese día, por la noche, estuve a punto de abortar.

Masaomi bajó la mirada -¿Qué es?

-Un varoncito. Se llama Seiki.

-... ¿Puedo conocerlo?

Kōki miró fijamente al pelinegro -¿Qué está planeando? ¿Secuestrarlo?

-Claro que no. Yo... Yo...

Kōki miró al pelirrojo y éste se encogió de hombros.

-Lo siento.

-¿QUÉ SIENTE?

-Lo que hice. Yo... Lo siento. No quiero quitartelo... Solo quiero conocerlo ¿Me dejarás?

-NUNCA...

Masaomi se quedó mudo al igual que Seijūrō.

-Nunca quiera quitarme a mi hijo. Si lo hace será lo último que haga en esta vida -Se acercó al azabache -. Yo no soy como usted. Si mi hijo quiere conocerlo lo dejaré. No depende de mi.

-Entiendo- dijo aliviado. Por un segundo creyó que no le dejaría conocerlo.

-Y déjeme decirle esto para que quede claro, lo odio. Gracias a usted dejé a su hijo, perdí mi oportunidad de ser feliz con él. Gracias a usted mi madre le tiene miedo a la oscuridad y desarrollo claustrofobia. Lo odio y jamás se lo perdonaré.

-...

Kōki inhaló y exhaló varias veces hasta que su respiración se calmó -. En unos días me pondré en contacto con su hijo para decirle cuando y dónde. Con su permiso.

Seijūrō observó a Kōki salir de la habitación -Por un segundo creí que no te dejaría conocerlo.

-Lo mismo creí... Ve detrás de él. Se miraba mal.

Asintió, y abandonó la habitación.

Masaomi miró el techo fijamente. El castaño lo odiaba, y no lo culpaba. Era causante de todo. ..

___________

Seijūrō salió de la habitación. Miró al castaño apoyado a un lado del elevador.

-Kōki.

El castaño salto y limpio rápidamente sus lágrimas... Se sorprendió al sentir el abrazo -¿Qué hace?

-Gracias por permitir que lo vea...

-Quiera o no, es su abuelo. No puedo impedir que lo vea- dijo, inseguro. Ese abrazo le hacía sentir tantas cosas.

-Sigues siendo amable.

La voz en su oído le hizo extremecer. Se comenzó a separar -Por favor, suéltame.

-¿Por qué?- Sintió el latido del corazón del castaño trabajar rápidamente.

-Suélteme. Está confundiendo las cosas. No vine a ser el reemplazo de su esposa.

Automáticamente saltó al castaño.

-En unos días le llamaré. Qué se mejore su padre.

Seijūrō observó al castaño tomar el elevador. No pudo decir nada. ¿Cómo creía Koki que sería el reemplazo de su difunta esposa? Él jamás sería reemplazo de alguien.

Kōki era irremplazable.

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En cuanto subió al elevador, emocionalmente, se desplomó.

¿Por qué lo había abrazado?

Su corazón se había removido dental manera que le hizo sentir completo. Cómo hacia años que no se sentía... Negó. No podía sentir eso.

No sabía porque razón el pelirrojo lo había abrazado, pero no permitiría ilusionarse o algo parecido.

Akashi Seijūrō amaba a su difunta esposa.