Por amor

La noticia

Seiki se asustó al escuchar el grito de su padre y luego algo sobre mareo. Corrió a la habitación de su papi y se encontró a ambos abrazados… su castaño padre algo pálido.

—¿Qué sucede?

—Seiki... Yo...— Kōki titubeó.

—Seiki— su hijo se acercó a ambos Gracias a que le hizo señas —. Verás... Kōki está...

—¿Estas enfermo papi?— preguntó rápidamente interrumpiendo a su padre.

—No cariño. No estoy enfermo. Yo...

—Tendras un hermano. Kōki está embarazado.

Los ojos brillaron llenos de emoción —¡Siiiiii!

Kōki río encantado por la sonrisa de su hijo.

—¿CUANDO LO CONOCERÉ? ¿DONDE ESTA?

—Dentro de unos meses lo conocerás. Ahora. Vamos a ver al doctor. Ve por unos zapatos— indico Seijūrō.

Observaron a su hijo alejarse y Kōki suspiró aliviado —Por un segundo creí que no lo querría.

—Ya viste. Está encantado con la idea. Anda. Termina de vestirte en lo que uso el baño.

Kōki asintió y se dirigió a la habitación de su hijo.

—¡ES VERDAD! PAPI ESTA EMBARAZADO. PAPÁ DIJO QUE LO CONOCERÉ EN UNOS MESES.

—¿Qué papá?

Kōki reconoció la voz y palideció.

—¿PUES QUIEN MAS ABUELO? AKASHI SEIJŪRŌ.

—....

—Papá— susurró Kōki atrayendo la atención de su hijo y su padre.

—¿Cómo es que estás embarazado, y de Akashi Seijūrō?

—Debi decirles que retomamos la relación... Y hoy me enteré del embarazo.

—¡Tenemos que hablar seriamente Kōki Gold!

La vídeo llamada se cortó ya que Nash Golf había colgado la llamada.

—¿Hice algo mal Papi?

—Nada cariño. Vamos. Seijūrō nos espera— frustrado mordió sus labios.

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Kōki subió a la camilla y se levantó la camisa.

Midorima Shintarō esparció el líquido frío.

Kōki se estremeció. Y sujeto la mano de Seijūrō.

La pantalla en un principio no tenía firma hasta un par de movimientos más.

—Aquí está..

Kōki sollozó al verlo el puntito que representaba a su bebé.  Seijūrō beso al castaño.

—Por las medidas cálculo  de 8 a 12 semanas. Esta en perfecto estado. Felicidades.

Seijūrō besó a Kōki—Es hermoso Kōki.

Kōki sollozó.

Los tres miraron preocupados al castaño.

—¿Qué sucede Kōki?— pregunto Seijūrō bastante preocupado.

—N-Nada...— intento sonreír pero no pudo. Se quebró...  Los recuerdos y el dolor de su primer embarazo le llenaron la mente de miedos e inseguridades.

—¿KŌKI?

—No es nada _ suspiro profundamente y se controlo —. Estoy feliz.

Seijūrō miró inseguro al castaño.

—Les imprimiré unas ecografías.

—Si— los tres sonrieron felices.

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Los tres llegaron a la casa un par de horas más tarde. Pues habían pasado al centro comercial a mirar algunas cosas para bebés. Seiki había elegido un hermoso conejo blanco y ojos rojos para su nuevo hermano.

Kōki sonrió al verlos felices. Seijūrō se había vuelto loco arrastrándolo por todos los lugares que vendieran cosas para bebés. Inclusive habian apartado varias cosas.

Llegaron a la casa ay Kōki se extrañó al ver la luz de la sala encendida... Tal vez la había dejado encendida en la mañana.

—Mañana vendré por ustedes. Le daremos la notificación a papá.

Seiki fruncio el ceño ante la mención de su abuelo.

—¿No es muy pronto?

—Tarde o temprano se va a enterar. Mejor que sea por nosotros.

—Esta bien.

Entraron a la casa y llegaron la sala.

A Kōki se le resbaló la boda de ropita que llevaba.

—Buenas noches.

—Papá. Mamá.