Seiki

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Era el mejor día de su vida. Estaba en un parque de diversiones con sus padres.

—Quiero subir, papá.

Seijūrō sintió su corazón temblar ante las emociones.

—Pues subamos. Vamos Kōki.

El castaño negó —Suban ustedes. Yo ya no aguanto.

Seiki asintió y arrastró a su padre varón —Esto es emocionante.

—Te gustan mucho los juegos— le acarició la cabeza.

—Sip. Pero a Papi no le gustan así que siempre subo con mi tío. Y hoy —Se detuvo y sonrió al pelirrojo —. Es la primera vez con papá.

Seijūrō abrazo a su hijo —La mía también.

—Mi....— no continuó. Su Papi le dijo que era un tema delicado lo de su hermana.

—¿Mi?

—Mira. Vamos.

Seijūrō frunció el ceño ¿Qué era lo que iba a decir?

Subieron a la noria, y poco a poco comenzo andar —Seiki.

Dejó de hacerle adiós a su Papi, y giró para ver su padre —¿Si?

—¿Qué me ibas a decir antes de subir aquí?

—Nada..

—Seiki— se cruzó de brazos y espero.

Junto sus dedos y los movió. Esa acción a seijūrō le recordó a Kōki.

—Yo... Papi dijo que no le hiciera preguntas sobre mi.. mi... Hermanita.

Seijūrō se quedó paralizado.

—Pues que posiblemente le hiciera sentir mal.... Lo siento, Akashi-san— dijo temeroso por la reacción del pelirrojo.

Seijūrō vio todo el instante pasar frente sus ojos.   Y los ojos rojos le observaron impregnados de lágrimas no derramadas.

—Entiendo— abrazó a su hijo —. Es un tema complicado para mí. La amo tanto.  Y la extraño.

Seiki se sintió culpable al ver al pelirrojo llorar; sollozo—Lo siento.

—No es tu culpa. Es normal que quieras saber. Y responderé a todas tus preguntas.

Asintió y abrazo el torso de su padre —Papi dijo que quiere que seas feliz. Al conocerme ¿Eres feliz?

—Lo soy. No sabes lo contento que estoy de saber de ti. Un pedacito de kōki y mío. Eres muy importante para mí.

Miró a su padre —¿Es verdad que odia a papá?

—No lo voy a negar. Lo odie. Fue mi primer amor y me destrozó el corazón. Siempre, apesar de eso, estuve esperando a que regresara.

—¿ENTONCES POR QUE SE CASO? PAPI Y YO VENÍAMOS A DECIRLE TODO. Pero Akashi anunció su boda.

Seijūrō se quedó mudo —¿Kōki y tú vinieron a buscarme?

—Si ¡Le íbamos a decir todo! Pero... Papá se casó... Entonces nos regresamos a Japón. Y cuando le iba a volver a decir anunció a mi hermana... Así que... Bueno... Papá lloró mucho.  Esos días. ¿No volverá a dejar que llore verdad?

—No lo haré. Esta vez no.

—Me alegra escuchar eso. ¿Cuando se casa con papá?

Aquella pregunta le hizo sentarse —¿Casarnos?

—Por supuesto— sonrió—. Papi ama a papá así que no veo cuál es el problema... Aunque papi dice que papá lo odia. Humm.. eso se puede arreglar fácilmente. Si papá le dice que lo ama todo se arreglará.

Seijūrō sonrió ante la inocencia de su hijo —No es tan fácil.

—¿Por qué?

—Cosas de adultos.

—¿Cosas de adultos?— pregunto curioso.

—Asi es, Seiki. Ahora... No le digas a Papi que hablamos sobre esto.

—¿Por qué?

—amm.... No quiero que sepa que he llorado.

—Claro. Papi no sabrá nada.

—¿Saber que?— kōki los escucho cuando les alcanzó a abrir la puerta.

—Que papá ha estado llorando— se percató de lo que dijo y se cubrió la boca. Miró a su padre.

Seijūrō sonrió —Nada.

Por amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora