Desilusión

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La puerta se abrió dándole la bienvenida a la mansión Akashi.

—Bienvenido a casa, Seiki-sama.

Su boca se abrió sorprendida por lo que acaba de pasar.

—Seiki. Ella es Kaori Okamura. La amaba de llaves.

Observo unos  segundos  a la mujer  pelinegra—Mucho gusto, Okamura-san. Seiki Gold.

—El gusto es mío, Seiki-sama.

—Vamos. Seiki. Te mostraré la casa.

Curioso observaba todo lo que su abuelo le enseñaba. En especial una foto que le causo demasiadas cosas.

La mujer era muy bonita.  Era castaña, casi rubia, y sus ojos eran color miel. A su lado estaba su padre cargando a una linda niña muy parecida a la mujer. Pero era pelirroja y tenía unos bonitos ojos color miel.

Masaomi miró la reacción de su nieto. No pudo decifrar nada —Es Rin, la esposa de Seijūrō. Y Hikari, iba a cumplir 4 años.

Seiki miró a su abuelo,y lo vio limpiarse las lágrimas —¿Cómo eran?

—Rin era una adorable mujer. Muy linda, cariñosa y sobretodo protectora. Hikari era la combinación perfecta de ambos. Aunque bastante berrinchuda, me recordaba mucho a Seijūrō de bebé. 

Asintió y volvió a mirar la foto. Su padre se miraba tan feliz...  ¿Realmente podía ser feliz con su papá? ¿De verdad Akashi seijūrō podía llegar amarlo como lo hacía con Hikari?

—abuelo..

—¿sí?

—¿Por qué mis papás no están juntos? Sé que ambos se aman... A mí me gustaría verlos juntos.

—Vamos al jardín.

Asintió y siguió a su abuelo. 

El jardín trasero era hermoso, y bastante amplio. Se sentaron en el bordo de la alberca.

Kaori llegó con soda y pastel para ambos.

Seiki apenas y probó el delicioso pastel. Quería respuestas.

—Hace trece años, seijūrō era otro. Tenía doble personalidad. una personalidad que se vio obligado a crear por satisfacer mis pedidos, mis exigencias— miró los ojos rojos —.  Cuando estaban en primer año de Rakuzan  regreso a la normalidad. Y con ello conocio a tu padre.  Yo no estaba de acuerdo.

—¿POR QUÉ?

—Mis padres me criaron a la antigua. Si eres varón te casas con una mujer y punto. No había otra opción. Yo no estaba de acuerdo con esa relación. Ambos lo sabían. Hacía hasta lo imposible para separarlos y nada. Entonces...

Miró a su nieto. ¿Cómo iba a reaccionar?

—Yo... Secuestre a tú abuela, y amenace a Kōki. 

Seiki se quedó mudo.

—Kōki cumplió. Le dijo a Seijūrō que nunca lo amo. Que siempre estuvo con él por su dinero. Seiki yo...— acercó la mano a su nieto.

Seiki golpeó la mano para que no lo tocará. Se levantó de la silla —¡Te odio! Todo es tu culpa.

—¡Seiki!

Masaomi corrió detras de su nieto.

_Kaori. No dejes que salga.

Pero fue demaciado tarde, Seiki había cruzado la puerta principal y corrió hacia la salida.  Grandes lágrimas surcaban mejillas.

Masaomi estaba desesperado. Su seguridad no lo encontraba.
¡kōki lo iba a matar!

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Kōki vio la llamada de Akashi mayor, frunció el ceño mientras respondía —Diga.

—Huyó. Seiki se huyó. No lo encuentro.

Por amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora