Hope Máximoff || Vengadores Infinity War

6. El secuestro.

Primera parte: preludio.

Habían pasado dos semanas desde que Hope, Natasha, Bruce y Clint habían llegado a la base.

Dos semanas en las que la primera había aprendido a montar en moto perfectamente.

Ahora Hope se encontraba viendo la televisión, sentada en su cama y comiendo patatas de bolsa. Cambio de canal justo cuando alguien llamó a la puerta.

-Adelante.

Wanda entró por la puerta.

Hope le hizo un hueco en la cama y ella se sentó a su lado.

Durante las dos semanas que había estado allí Wanda y ella se habían convertido en buenas amigas puesto que eran las más jóvenes de toda la base.

En la tele se vio como un mago adivinaba la carta que un niño había elegido previamente.

-No me lo creo - comentó Hope - eso tiene truco. Nadie puede leer las mentes.

-Yo puedo hacer algo parecido.

Hope alzó las cejas mientras se volvía hacia ella.

-¿En serio?

-No es exactamente como en la televisión- respondió Wanda - pero es algo parecido. Si quieres puedo enseñarte.

-¿Te refieres a...? - empezó Hope a lo que Wanda asintió - si, claro. Adelante.

Wanda hizo una serie de gestos con las manos, que estaban rodeadas de un halo escarlata, este halo fue hasta la cabeza de Hope y transportó a Wanda a uno de sus recuerdos, al más oscuro.

Lo veía todo desde el punto de vista de la chica. Esta estaba parada mientras que un chico de unos 28 años le agarraba por los hombros y la miraba a los ojos.

Este tenía el pelo largo y blanco, los ojos marrones, llevaba un extraño traje negro y las gafas que Wanda había visto en el escritorio de Hope.

-Hope tienes que correr, ¿vale? Coge a Mike y vete. Yo os alcanzare, te lo prometo. Siempre te alcanzaré.

La sonrisa del chico se quedó congelada para después cambiar a sorpresa, soltar a Hope y caer hacia un lado, dolorido. Justo enfrente había un hombre con una pistola en alto y una cruel sonrisa.

-¡Papa! - gritó Hope.

-Corre.

Wanda salió del recuerdo y volvía a estar mirando a Hope que la miraba intrigada pero pudo ver rastro de dolor en sus ojos.

Algo había sido diferente esta vez, Hope había sido diferente a los demás.

-¿Te... te encuentras bien? - le preguntó Hope - lle... llevas un rato parada.

-Si - dijo Wanda - ¿y tu? Lo que he visto...

-¡Estoy perfectamente! - dijo más bruscamente de lo que pretendía.

-Tranquila - intento Wanda - yo solo digo que si quieres...

-¡No! ¡No quiero!

Se levantó de la cama y salió de la habitación dando un portazo.

Natasha que pasaba por ahí, la vio y se acercó a ella.

-¿Te encuentras bien? - le preguntó.

-¡¿Por qué todo el mundo no para de preguntarme eso?! - gritó Hope en un arranque de furia.

Natasha le agarró del hombro cuando ella aceleró e intentó alejarse. Le obligó a darse la vuelta y mirarle.

-¿Qué ha pasado? - le preguntó a la chica.

Hope bajo la mirada y negó con la cabeza.

-Nada - dijo Hope - creo que he discutido con Wanda.

-¿Crees? - el teléfono de Natasha sonó y ella lo miró - luego hablamos ahora tengo que irme. ¿Está bien?

Hope asintió y Natasha se marchó. La espía se dirigió a la sala de reuniones donde le esperaban Tony Stark, Clint Barton y María Hill (una ex-espía de S.H.I.E.L.D que ahora trabajaba con ellos).

-Al fin llegas - comentó Tony.

-Cierra esa bocaza, Stark - respondió mordazmente Natasha - Bruce llegará un poco tarde.

-¿Mr. Puntualidad llegará tarde? - preguntó Tony con ironía.

Los tres espías le ignoraron.

-A lo que íbamos - dijo Clint - sobre el asunto posible Invasion...

-Si - interrumpió Tony - en cuanto a ese asunto. ¿Quién le ha puesto el nombre? Porque sinceramente es horrible.

-Stark no... - las palabras de Natasha se interrumpieron por un largo bostezo.

De repente los cuatro notaron como sus ojos empezaban a pesarles.

María se fue a llevar la mano a la boca pero se cayo, dormida, para un lado. Tony, Natasha y Clint se levantaron. Tony cayó casi al instante y después Clint. Natasha dio dos pasos hacia la puerta y se quedó dormida, cayendo de golpe al suelo.

Justo después entraron unos hombres, vestidos todo de negro, con casco antibalas y armados, y se los llevaron.

Mientras tanto Hope, ya calmada, volvía a su habitación para mirar si Wanda estaba ahí y si no ir a buscarla.

Abrió la puerta y entró.

Wanda no estaba ahí.

Sin embargo antes de salir se fijó en algo que antes no estaba encima de su cama. Había un maletín plateado colocado sobre esta.

Se acercó con el ceño fruncido y quitó el seguro.

Escuchó que alguien llamaba a la puerta, no respondió.

Abrió el maletín.

Wanda le llamaba desde fuera, no le importó.

Miró el contenido del maletín.

Wanda entró a su habitación, no le prestó atención.

El contenido del maletín le había chocado demasiado.

Un traje negro, como el que usaba su padre solo que este, estaba completamente segura, este solo le valía a ella.

Encima del traje había un nota. La recogió. Wanda se acercó a ella. Leyó la nota:

Tu padre tenía este traje, nunca llegó a entregártelo.
Si te lo mando, Hope, no es por otra cosa que para decirte dos cosas:
-Si eres tan valiente ven a buscar aquello que más te importa porque te ha sido arrebatado.
-Te espero, Maximoff.