Hope Máximoff || Vengadores Infinity War

1. Solo quiero salir de aqui.

Primera parte: preludio.

Habían pasado dos años desde los sucesos de la guerra civil entre los héroes y Natasha había encontrado a Bruce poco tiempo después.

Tres meses después del suceso Tony había logrado que los políticos le retirasen los cargos a todos los que habían peleado en el bando del capitán pero de ellos la única que había vuelto a la base había sido Wanda, el resto se había creado una vida, fuera de ese mundo.

Bruce y Natasha vivían juntos en un apartamento de Londres.

Un día, después de hablar mucho del tema, finalmente llamaron a la puerta de un orfanato de la zona.

Una mujer de aspecto severo, pelo oscuro y ojos marrones les abrió la puerta.

-Ya era hora - la mujer miró su reloj - 6 minutos y veintisiete segundos tarde. Pasad.

Se dio la vuelta y entró. Antes de que Natasha saltase a por ella Bruce le puso la mano en el hombro y negó con la cabeza.

-No serviría de nada - le dijo - además, si hemos llegado tarde ha sido por tu culpa.

Bruce entró siguiendo a la mujer y Natasha después de negar con la cabeza y suspirar también le siguió.

Entraron a un pasillo estrechó que a la antigua espía le trajo malos recuerdos y llegaron a unas escaleras de caracol.

-Los dormitorios de los chicos están arriba a la derecha y los de las chicas arriba a la izquierda - explicó la mujer - tenemos niños de hasta quince años, ocho chicos y diez chicas, el menor de tres la mayor de quince.

Una chica de unos catorce años, de pelo castaño y liso, ojos verdes bajo las escaleras.

Llevaba unos vaqueros viejos, unas deportivas rotas y grises, una camiseta gris (que parecía lo más nuevo que tenía) y una chaqueta roja.

Ni siquiera los miró cuando termino de bajar las escaleras y se dirigió a otra puerta.

-¡Hope! - gritó la mujer - ¡esos modales! Saluda como te hemos enseñado.

La chica se detuvo de espaldas a ellos, bajó la cabeza y suspiró.

-Hola - dijo con tono de burla - para adoptar, ¿no? Jake está arriba, en su cuarto. A mí dejadme en paz.

Salió bruscamente por la puerta que tenía enfrente bajo la atenta mirada de todos los presentes.

-¿Quién es? - preguntó Natasha al notar cierta familiaridad con la chica.

-Su nombre es Hope, no tiene apellido, delincuente juvenil, expulsada de cinco internados y dos orfanatos. El origen de todos los problemas - recitó la mujer como si se lo supiese de memoria de tanto decirlo.

Ambos asintieron con la cabeza.

Se escucho un fuerte alboroto que venía del patio seguido de unos gritos que decían: pelea, pelea, pelea...

La mujer puso mala cara y salió por una puerta, ambos se apresuraron a seguirla.

Fuera se encontraban lo que parecían ser prácticamente todos los niños y niñas del orfanato en un círculo.

El patio no era muy grande y estaba lleno de barro.

Se abrieron paso dentro del círculo para encontrase a dos chicas de unos catorce y un chico de doce peleando contra Hope, que no hacía casi nada por defenderse, simplemente no daba ningún golpe.

-¡Separaos! - gritó la mujer - ¡basta ya!

El chico y una de las chicas pararon, sin embargo la otra continuó.

Se lanzó contra Hope, intentando tirarla al suelo pero ella se mantuvo, sujetándola.

-¡Se acabó! - gritó la mujer.

Estiró de la capucha de Hope hacia atrás y la tiro de culo al suelo lleno de barro.

-Hope, hoy no cenas - le castigó - los demás a vuestras habitaciones, George, Elen y Marta, a mi despacho. Enseguida estaré con vosotros, podéis acompañar a los niños a sus cuartos.

Los niños se retiraron entre risas y Bruce fue hasta donde Natasha estaba parada, observando a la chica.

-Ves - dijo ella - enseguida subiré.

Bruce sonrió y fue tras los niños.

Mientras tanto Natasha se acercó a Hope y se sentó a su lado. Se percató de que le empezaba a salir marca al lado del ojo, donde debían de haberle golpeado.

-¿Por qué te pegaban? - le preguntó.

-No quiero hablar del tema - respondió cortante Hope.

Natasha asintió.

-Cuando yo tenía tu edad me peleaba bastante - dijo cambiando un poco la realidad - ¿por qué lo hacías tú?

-Yo no he pegado a nadie - respondió la chica sin levantar la mirada - pero a mí nadie me va a creer. Ni siquiera han preguntado, me ha castigado directamente.

Natasha apretó los labios.

-Se lo que es eso - le dijo - lo único que necesitas es que alguien te de una oportunidad.

-Solo quiero salir de aquí - susurró Hope.

Natasha le puso una mano en el hombro y después se levantó.

-Saldrás, ya lo verás.

Se marchó para reunirse con Bruce que se encontraba en el cuarto de los chicos, hablando con ellos.

Al verla se levantó y se acercó a donde ella estaba.

-¿Qué tal? - le preguntó Natasha.

-No se... - respondió él- no sé si estoy preparado para...

-No empecemos de nuevo - le corto ella - el mundo está en paz, nada malo va a pasar.

Bruce bajo la cabeza con gesto abatido.

-Perdona, Nat - le dijo - ¿qué tal hablando con Hope?

-Bien, supongo - respondió ella - me recuerda bastante a mi. Nadie confía en ella, y ella lo sabe.

-Necesita una familia.

Natasha tardó un poco en comprender a lo que se refería.

-¿Te refieres a...? - Bruce asintió y ella sonrió - eres el mejor.

Le dio un fuerte abrazo. Después se despidieron de los niños y bajaron al despacho, del que salían los chicos de la pelea con una sonrisa en los labios.

Al entrar se encontraron a la mujer sentada detrás de un escritorio.

-Siento mucho el alboroto de antes - les dijo - tenemos a algunos delincuentes juveniles. ¿Ya sabéis a quién os vais a llevar?

-Si - dijo Bruce - a Hope.

La mujer alzó las cejas.

-¿Es en serio?

-¿Ves que estemos bromeando? - le dijo Natasha.

La mujer levantó las manos y salió en busca de la chica. Ambas volvieron al rato, Hope llevaba una mochila algo vieja al hombro y fruncía el ceño.

-Bien, Hope - dijo la mujer del orfanato - ellos son Bruce Banner y Natasha Romanoff.

La chica levantó la mirada confusa.

-¿Como los...? - se detuvo al fijarse mejor en ellos.

Natasha abrió las manos.

-Los Vengadores - concluyó Bruce con un largo suspiro.

Hope abrió la boca como si fuese a decir algo pero se mantuvo callada, como si lo hubiese meditado mejor.

-¿No vas a decir nada? - preguntó Bruce Banner algo confuso.

Ambos habían pensado muchas reacciones diferentes, tanto positivas como negativas, sin embargo ninguna se asemejaba a la reacción que había tenido Hope.

Después firmaron los papeles y se dirigieron al coche, para que Hope comenzase con su nueva vida.