Blanco & Negro

Capítulo 11. Planeación.

Por la mañana el día comenzó como normalmente pasa, Ximena y yo preparamos el desayuno temprano y una vez que la Familia Smith salió de casa a hacer sus deberes comenzaron las tareas entre nosotras. Adán no me observo en lo absoluto durante el desayuno pero no lo culpaba, estaba molesto conmigo por lo que paso anoche en la piscina, yo igual lo estaría, pensé en pedirle una disculpa pero era inútil, el día de ayer había intentado hacerlo y no resulto nada bueno. Por otro lado, creía que era mejor así, yo le pedí que me tratara como un empleado más y así lo estaba haciendo, me dolía verlo pero una parte de mí se sentía segura sin tener su mirada penetrante sobre mí, "Entre más lejos, mejor" Pensé.

Le pedí perdón a Naty y ella me respondió con un gran abrazo disculpándome enseguida por lo que paso en la noche, hablamos sobre la planeación de su fiesta de cumpleaños para el día de mañana y de cómo sería su vestido de princesa, entre Oscar y yo había una pequeña tensión pero igualmente platicamos con normalidad durante el desayuno, aun así, Adán nos ignoró.

"Barrer, trapear, sacudir, regar las plantas, acomodar, lavar"

Repetía mis tareas en la mente mientras las realizaba, como siempre, yo el primer piso y Ximena el segundo.

Al medio día terminando de hacer mis tareas subí al segundo piso buscando a Ximena quien estaba sacudiendo las preciosas pinturas del pasillo con delicadeza.

-Ximena.- Dije jadeando por haber corrido hasta ella.- Eh terminado.

-Eres muy rápida Nicole.- Me miro entretenida.- Y te hace falta ejercicio por lo visto.

-El deporte no es para mí.- Trague saliva recuperando el aliento.- ¿En qué más puedo ayudar?.

-En casa nada, también eh terminado de hacer mis tareas, pero podrías acompañar a Oscar a comprar lo necesario para el festejo del día de mañana.- Se cruzó de brazos.- Veo que tú y él se llevan muy bien.

-Si.- Relamí mi labio.- Es un muchacho muy tierno y agradable, somos buenos amigos.

-¿Amigos, eh?.- Levanto una de sus cejas.

-Si Ximena.- Me reí.- A-mi-gos.- Dije con separaciones en cada silaba.

-Bien, te creo.- Levanto los brazos en señal de rendición.- Oscar es un muchacho muy bello, lo aprecio mucho, es como un hijo para mí.

Ximena seguía hablando sobre su cariño hacia Oscar y de como lo había conocido pero mi mirada se desvió hacia el final del pasillo y la interrumpí sin poderme contener.

-Ximena, ¿Te puedo preguntar algo?.- Dije de repente observando las habitaciones del fondo.

-Dime.- Contesto confundida.

-¿Tu sabes lo que guarda Victoria del otro lado de esas puertas?.- Las señale.

Ximena volteo sin importancia, sabia a lo que me refería pero aun así cuando volvió su mirada hacia mí se encogió de hombros.

-Nadie lo sabemos.- Pausa.- No habla jamás sobre ellas.

-¿Y si lo averiguamos?.- La mire con emoción.

-No pierdas tu tiempo cariño, durante mucho tiempo trate de hacerlo yo cuando llegue a esta casa, no eres la única.- Se río.- Pero solo ella tiene la llave.

-No puedo ya con esta intriga.- Confesé.

-Quizás solo sean dos habitaciones vacías y punto, jamás eh visto que Victoria entre ahí o esconda algo.

-El día de ayer la vi salir de ahí.- Relamí mis labios.- Pero tienes razón, quizás solo sean dos habitaciones vacías.

-Ya no pienses en ellas.- Se encogió de hombros.