Capítulo 21. Piscina.

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Salir de compras con Estela una vez a la semana se había vuelto ya una costumbre después de haberla dejado plantada con Rogelio aquella vez de la cena. Ella me había perdonado de inmediato pues sabia lo importante que había sido para mí y según menciono ella y mi hermano pasaron una noche increíble llena de recuerdos de la infancia, juegos tontos en pareja y alguno que otro coqueteo. Habían cenado juntos esa noche después de esperarme por más de una hora marcando a mi celular que como recordaran apague, ella se había molestado conmigo al principio pero una vez ahí Rogelio le pidió que se quedara con él y cenaran juntos, así había iniciado la "Maravillosa" noche de mi amiga según me había platicado.

Estela estaba siendo feliz pues Rogelio ya no era tan indiferente con ella, tenían una buena relación aunque no amorosa, no aun.

Estaba en la piscina de la casa nadando con un hermoso traje de baño de dos piezas de color azul marino que había comprado hace unas semanas con Estela en el centro comercial.

-¿Hacer que?.- Oscar me miro confundido.

-Un plan para...

-Si te escuche.- Me interrumpió.- Estas loca si crees que hare algo así.

Oscar nadaba junto conmigo de una orilla a otra en la piscina luciendo su abdomen marcado lleno de pequeños vellos que formaban un camino desde su pecho hasta su...

-Oh vamos.- Suplique.

-No me vas a convencer, bonita.- Rodo los ojos.

Me acerque a él haciendo puchero abriendo y cerrando los ojos de una manera "coqueta". Oscar no paraba de reír.

-¿Y qué obtengo yo a cambio?.- Se cruzó de brazos haciendo ver su pecho y espalda más grandes.

-Lo que quieras.- Levante mi dedo meñique en señal de promesa.- ¿Lo harás?.

Después de unos segundos contesto.

-Lo voy a pensar pero no prometo nada, es muy arriesgado.- Pausa.- Y estúpido.

Comencé a celebrar haciendo un pequeño baile dentro del agua que solo consistía en dar saltos y levantar las manos moviéndolas de un lado a otro, los dos comenzamos a reír a carcajadas.

Como recordaran, Oscar también fue dejado plantado por mi esa noche en la playa, al principio estaba tan molesto que incluso no me hablo durante cuatro días pero nos hacíamos falta el uno al otro.

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Cuatro días después de la cita.

-Nicole.

-Oscar

Dijimos al mismo tiempo cuando nos encontramos en el comedor de la casa.

Oscar no me había dirigido la palabra durante este tiempo y a mí se me hacía eterno el tiempo, a pesar de que hablaba con Adan, la pequeña Naty y Ximena me sentía sola sin su compañía, Oscar era importante para mí, aunque llevaba poco tiempo de conocerlo.

-¿Podemos hablar?.- Me pidió mientras jugaba nervioso con sus manos.

Asentí con la cabeza.

-Te extraño.- Soltó de repente.- Sin ti en esta casa me siento solo, no tengo con quien hablar y...

Lo interrumpí dándole un abrazo al que el correspondió rápidamente.

-Yo no sabía nada, lo juro.- Comencé a hablar separándome de él.- Yo iba a salir contigo pero cuando me di cuenta no eras tú el que estaba en el coche.

-¿Te hizo algo?.- Me tomo del brazo.- Dime Nicole ¿Te hizo algo?.- Me miro con preocupación.

Mi corazón se encogió de inmediato, agache la mirada y el me soltó entendiendo todo. A pesar de como lo había dejado y lo que el sentía, se preocupaba por mi antes que nada.

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