Bea y Virginia llegaron pronto. Yo espere a que Luz que me recogiera en su coche. Me monte sin decir nada, aunque pareciera que iba a vomitar el estómago.
-Te pasa algo Fabi?
-Nada nuevo, supongo que será esta calor y algo que habré comido que no me ha sentado muy bien.
-Seguro que es eso?
-Seguro- No quería preocupar a nadie. Necesitaba pasar un rato desconectada de todo. No pensar en lo que había escuchado. No tomar decisiones que pudieran tener consecuencias que no me gustarán.
Cuando llegamos al Caribeño, el taller había empezado. Había gente de todos los pueblos de los alrededores. Entre ellos un tal Edu, que no paraba de dar la tabarra y de rondarnos como una mosca pegajosa.
-Porque yo.... – Esa frase le repitió como unas ochocientas mil veces, para repetir una y otra vez que tenía una descapotable.
-Pues yo si no lo veo no me lo creo- Solto Bea con cara de desprecio y su media sonrisa que hacía efecto imán en los tíos.
-El tal Edu metió su mano en el bolsillo y saco las llaves de un coche – Quieres verlo?
Bea no lo dudo ni un segundo le quito las llaves de las manos y agarrándome fuerte me arrastro con ella hacia la calle. Ya en ese momento me había bebido un par de copas, no se si para olvidar o para recordar cada segundo la montaña de mierda que había en mi vida.
Bea abrió el coche y se sentó al volante yo como pude me monté en el lado del copilotó.
- ¿ Que os parece mi descapotable? –Solto el tal Edu queriéndose hacer el interesante.
- Pues que es una mierda.... – me salió del alma no puede evitar que mis pensamientos empezaran a salir por mi boca – Y encima está lleno de pelos de perro o gato o yo que se...- mi cara de asco tuvo que ser monumental y acompañada de las carcajadas de Bea hicieron que el chaval cambiara su cara de "esta noche follo"
- ¿Queréis dar una vuelta?- Intentó arreglar el desaguisado, creo que aun pensaba que podía conseguir algo de Bea o mío, lo llevaba claro.
- Claro, conduzco yo – La cara del chaval al escuchar a Bea decir esos, hiso que se le pasara algo de la borrachera que llevaba encima. Yo mientras ellos porfiaban de quien conducía o dejaba de conducir me pase a los asientos de atrás y me puse una gafas de sol que encontré entre los sillones para evitar ver más pelos de los que fuese.
- Ya encontrado la cadena del perro... - dije mostrando una cadena grande plateada con un collar de perro. Esto hizo que Bea se diera por vencida y se pasó al asiento del copiloto – Bea ahora me falta encontrar al perro o perra y por el tamaño de la cadena creo que mejor que no haya venido....
Bea no podía parar de reír y Edu por impresionar apretó el acelerador y subió la música que casi nos quedamos sordas. Lo próximo que recuerdo es la cara de Bea y la mía de pánico por el retrovisor. Yo iba de un lado al otro en los asientos. El nota cogía las curvas rectas y a una velocidad de mil, flipado de la vida, pero nada en comparación con nosotras que nos habíamos montado con un tío que no conocíamos de nada, borracho y creo que hasta algo dopado...
Algo que agradecer al intento de suicidio, fue que la borrachera paso de tantas volteretas de pelo con el aire del descapotable y que Bea y yo nos hicimos una promesa – "no volver a montarnos en coche de nadie". Promesa que sabíamos que no cumpliríamos ninguna de las dos, lo de jurar se nos da fatal.
Bea giro la esquina y deje de verla. Me había acompañado hasta el portal de casa, no sin antes soltar el detonante perfecto para armarme de valor
-Tomes la decisión que tomes, siempre contaras con cada una de nosotras. Si hay que ir se va...- Y casi como en un susurro y en uno de sus escuetos abrazos escuche por primera vez como Bea me decía que me quería. Y casi me derrumbo en lágrimas, pero, en ese momento no fui consciente que era la primera vez que mi mejor amiga me decía que me quería. Ella ya sabía lo que pasaba, yo aún necesitaba creerlo y verlo con mis propios ojos.
Abrí la puerta y todo estaba en calma, esa calma que odiaba y que nunca creí que se instalaría en ese hermoso caos de risas y besos que formaban mi vida con David. David estaba en nuestro dormitorio terminando de arreglarse
-¿Te marchas?- David apenas se giró a mirarme, como si le molestara mi presencia.
-He quedado para cenar.
-Y piensa irte así, sin mirarme a la cara, sin decir al menos que no es lo que parece, que me he confundido que ...
-Fabiola, que quieres? Sabes de sobra que esto no marcha bien, que llevamos tiempo haciendo vidas paralelas que ...
Por un momento pensé que el alcohol que llevaba aún en mi cuerpo me estaba haciendo escuchar alucinaciones. ¿Dónde había estado oculta ese David durante todo este tiempo?
-¿Me estas queriendo decir que llevas mucho tiempo acostándote con Marisa y que yo, debía de hacerme dado por sabido?
-Piensa lo que quiera Fabiola, ya me da igual todo, pero no le faltes el respeto a Marisa y menos en mi presencia. La clase como ha demostrado hoy tener al no soltarte una ostia con lo de colonia barata...
-Si al final va a resultar que voy a tener la culpa yo de que te acuestes con ells y me engañes
-NO me he acostado con ella, ni ha habido nada...¿Sabes qué? Es mejor que me vaya porque esto se nos está yendo de las manos...
David se quedó inmóvil, se llevó su mano derecha a la cabeza y se tapó la cara. Yo me dirigí a la cocina, y comencé a prepararme un sándwich, No tenía hambre, pero mientras hacía cosas no me derrumbaría y lloraría delante de él que era lo que me apetecía.
-Necesito tiempo Fabiola...
Me empezaron a temblar las piernas, sabía que todo se acababa en ese mismo instante.
-Tiempo para? – Quise hacerme la chulita metiéndome un gran bocado de mi sándwich en la boca y mirándolo desafiada mente.
-Tiempo para saber si aún te quiero...-No dije nada y seguí comiendo, Que se le dice a alguien que te está echando de su vida. Siempre he dicho que el tiempo es sabio y da sentido a las coas, pero no ayuda a saber si quieres o no a las personas, eso ya lo sabes en ese preciso momento. Y David ya no me quería, al menos no como se deben de querer dos personas que han de acompañarse el resto de su vida—Es mejor que durante un tiempo no nos veamos y que tomemos vidas paralelas hasta que todo se calme un poco...
-Si eso es lo que has decidido, no seré yo quien lo impida. Solo una cosa, no soy yo quien se va, ni quien tiene que aclarar nada.
-Solo será algo temporal Fabi, quizás antes de lo que pensamos estamos juntos de nuevo.
Con las ultimas fuerzas que me quedaban me puse frente a él y lo abracé, pero no para retenerlo sino sabiendo que me despedía de él para siempre.
-Buena suerte con todo David, deseo que encuentres todo lo que anhelas en tu vida y no he sido capaz de darte...
No dijimos nada más. David cerro con un portazo y se fue. Me pregunte ¿por qué? Y yo misma me conteste...quizás no lo quise tanto, o quizás mis besos le supieron a poco o quizás en algún momento olvide decirle cuanto le quería... Más engaños a mí misma, pues lo quise tanto como el me enseñó a amar, en cada beso que le di le daba una parte de mi vida y en cada te quiero que no dije iba ese pedazo de mi corazón transformado en silencio...
Durante un tiempo cada noche mis sueños se transformaban en pesadillas, al ver como cerró la puerta y me dejaba ,y aún, en mis recuerdos, veo el dolor que me produjo que David me abandonara

ESTÁS LEYENDO
RECUERDAME
RomanceFabiola podrías ser tú. Con un trabajo normal, una familia normal, y una pareja normal... Pero a veces la vida normal guarda una verdadera historia que contar. Recuerdame es la aventura de una chica joven, donde durante una epoca de su vida todo p...