Aquella tarde, en el Ikea Oscar no paraba de enseñarle a Bea todas las ideas de mueble que tenía para el salón.
-¿Y este no te gusta tampoco?
A Bea no le parecía bien ninguno, pero sabía en el fondo que todo eran escusas.
-Oscar no lo veo claro, creo que deberíamos volver otro día.
-Bea es la tercera vez que volvemos y no podemos aplazarlo más, si no es este, será el que vimos en la tienda de mis tíos. Ese que te gustó el primero y que no entiendo porque has cambiado ahora de opinión.
-No es eso Oscar es que ... - Es que no quería terminar de amueblar esa casa. No quería que supusiera un paso más en algo de lo que no estaba segura.
-Bea está decidido, será el que vimos allí y punto. A mis padres le encantó y es el que mejor nos viene.
Bea no dijo nada, nuevamente la familia de Oscar escogía por ella. Pero esta vez no le importaba, no le importaba ya nada de esa casa. Oscar había ante puesto a su familia antes que a ella. Siempre suponían pelea tras pelea y quizás el cansancio de luchar contra lo que quieres hace que te alejes.
El móvil de Bea sonó y al mirar la pantalla apareció el nombre de Chipi. Colgó y volvió a meter el móvil en su bolsillo
-¿No lo coges?
-No, seguro que no es nada importante.
Después de aquella noche con Manu, vinieron muchas más. El deseo de ambos llenaba su habitación y poco a poco Bea se enganchó de él. Mentía a Oscar, saliendo de su casa y quedando con Manu. No importaba el día ni la hora, necesitaba estar con él. No solo era el sexo, eran las charlas, la complicidad, el futuro ese que más de una vez imaginaban juntos y del que Bea salía huyendo por no abandonar el confort de esa vida que llevaba con Oscar.
Bea no quería elegir ni un mueble más, no quería dar un paso hacía algo que en el fondo sabía que estaba acabado. La noche anterior Manu le dio un ultimátum, llevaban dos meses viéndose y no estaba dispuesto a compartirla con ningún hombre más.
-"O es él o yo Bea. Ya no puedo imaginar que te bese que te haga el amor como yo te lo hago"
Bea se enfadó con Manú y bajo del coche dando un portazo. La estaba obligando a elegir y aún no estaba preparada para hacerlo. No podía dejar de darle vuelta a la cabeza. Él le había llamado y había mandado mensajes a los que ella no pudo contestar. Necesitaba tiempo para ella, para saber qué era lo que necesitaba en su vida. Necesitaba volverse a encontrar esa parte de Bea que tan solo le pertenecía a ella y que había perdido dejando que eligieran por ella. Oscar eligió todo lo material de su vida juntos, Manu empezó eligiendo el momento de tomar las decisiones de su vida.
De vuelta a casa Bea no pudo resistir más la angustia de perder a Manu, de no volver a verlo más, pero al mirar a Oscar la angustia de echar por la borda catorce años de relación la agobiaban y comenzó a llorar.
-¿Estas llorando Bea? si es por los muebles olvídate de lo que te he dicho. Tan solo necesitamos una cama y poco más para poder mudarnos. Entiendo que estés agobiada son muchas cosas
-No es eso Oscar
Y Oscar sabía en el fondo que había algo más, que Bea no lloraba por los muebles. Bea lloraba porque ya no le quería. Lo había notado cuando la tocaba, y ella lo rechazaba, lo había notado en sus desgano en cada paso hacía su vida juntos.
Bea se bajó del coche y vio como Oscar se marchaba, se marchaba de su vida y respiró profundamente. Entró en casa y volvió a llorar como jamás pensó que lo haría por Oscar.
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RECUERDAME
RomanceFabiola podrías ser tú. Con un trabajo normal, una familia normal, y una pareja normal... Pero a veces la vida normal guarda una verdadera historia que contar. Recuerdame es la aventura de una chica joven, donde durante una epoca de su vida todo p...