Tanto los padres de Tama como ella misma miran al capitán pirata perplejos, sin creerse lo que acaban de oír. La chica no ha terminado de asimilarlo cuando, con un tono que denota su asombro, quiere confirmar:
-¿Qué has dicho...?
-Me entregas tu vida, así que puedo hacer lo que quiera con ella. Por el momento, serás parte de mi tripulación.-le explica muy cortamente el pirata.
-¿Y si me niego?-inquiere desafiante, a pesar de seguir incrédula.
-¿Hm?-Kid alza una ceja, de esas que tiene que casi no se aprecian, como si le preguntara un sinsentido.
-¿Aún no lo entiendes, preciosa?-interviene, acercándose a la escena ya que se había mantenido en un segundo plano de pie a cierta distancia hasta ahora, el rubio de la máscara.
-¿El qué?-inquiere ella, a la defensiva.
-Acabas de entregarle tu vida a Kid.
La cara de la joven deja claro que todavía no lo comprende.
-Simplemente, no puedes negarte-le revela al fin el capitán de la banda.La madre de Tama la abraza con fuerza, con lágrimas en los ojos e intentando no hacer ruido al dejarlas caer. Su padre la mira con el alma rota. Ambos tienen el corazón en el puño, destrozados por tener que despedirse de su hija tan pronto, conscientes de que puede ser la última vez que la vean.
-Os escribiré-les asegura Tama, abrazándolos con fuerza y aceptando los muchos besos que le dan, sobre todo su madre.-Os lo prometo.
-¡Oh, Tama, no tenías que haberte sacrificado de este modo por tus viejos padres...!-solloza su madre.
-Estaré bien, mamá. Sé cuidar de mí misma.-le dice, totalmente convencida.
-Sobrevive, hija, por favor...-le pide, con la voz cortada, su padre.
-Eso haré, tranquilos. Cuidad muy bien de la taberna, ¿eh? Y prohibirle el acceso a Seymour...
-Puedes estar segura de ello.-le jura su padre, con una fuerte mirada de odio hacia ese muchacho.
-Y cuidaos vosotros...
Tama abraza a sus padres una vez más, con fuerza y durante un rato.
Eustass Kid se ve obligado a intervenir y separar a la chica de sus padres agarrándola del brazo y llevándosela a tirones.
-Nos vamos.-le dice, severo.Sus padres se despiden de ella entre lágrimas agitando las manos con la poca energía que les queda tras derramar tanta tristeza. Acaban de perder a su hija, su niña que en algún momento, cuando pestañearon sin darse cuenta, se había convertido en una mujer valiente y responsable. Una joven que, sin querer darles nunca un disgusto, acabó convirtiéndose en su salvación y en su mayor desconsuelo. Tama, su mayor alegría y el más grande de sus disgustos. Pero a la que, bajo ninguna circunstancia, dejarían jamás de querer.
Desde la popa del barco, Tama ve como la isla en la que se ha criado y de la que nunca había salido se va haciendo cada vez más pequeña. El barco avanza seguro modificando la vida de Tama para siempre en cada centímetro de agua que lo va separando cada vez más y más de Bayamela.
-Será menos duro para ti si dejas de mirarla. Tu nuevo hogar será este barco, así que dedícate mejor a contemplarlo a él.
El capitán le habla situándose detrás de ella. Tama no se da la vuelta hasta que pierde de vista Bayamela por completo. Entonces, se queda mirándole fijamente y le dice:
-Nunca la había visto desde fuera.
-¿Jámas has salido de tu isla antes?
-No. Bayamela es un paraíso comparado con muchos lugares. ¿Por qué iba a querer salir de él?
Kid observa directamente a los ojos a la muchacha. Por alguna razón, tiene la sensación de que no está siendo sincera, y no me refiero precisamente al hecho de que no hubiera salido antes de Bayamela...
-Primera norma-Kid la sostiene del mentón con dos dedos y la obliga a levantar la cabeza-:nunca mientas a tu capitán.
-No estoy mintiendo...
-Segunda norma: no me desobedezcas. Podría haber nefastas consecuencias...
-¿Te piensas que con eso me voy a sentir intimidada? Hace falta algo mucho mejor, lo siento.-Tama mueve la cabeza bruscamente hacia un lado para librarse del contacto con el pirata.
Él le sonríe con malicia y, cuando ella intenta alejarse, se lo impide echándose hacia delante y dejándola sin escapatoria, aprisionada entre los brazos y el cuerpo de Kid y la leve barandilla que la impide caer del barco.
-Tercera norma: no me desafíes ni mucho menos me cabrees.
-Que te den.-le responde, intentado apartarlo, Tama.
Por desgracia, Kid es mucho más fuerte que ella, salta a la vista, y moverlo no es tarea fácil. Los músculos pesan, recordemos.
-¿Qué te acabo de decir...?
El capitán de la banda pirata agarra a Tama por la cintura y sin ningún problema la levanta para sentarla sobre la barandilla a sus espaldas. Entonces, la chica siente como su hombro se va hacia atrás, y con él el resto de su cuerpo. Sin embargo, antes de caer fuera del barco, el pelirrojo atrapa su mano y la deja colgando en el aire mientras le dice:
-Discúlpate con tu capitán y puede que te perdone esta vez.
-¡Mejor suéltame y volveré nadando a Bayamela! -se resiste ella.
-Ya estamos bastante lejos de la isla, aun si pudieras, ¿querrías volver a Bayamela realmente?
Tama abre los ojos como platos ante el pirata, lo que responde a su pregunta.
-¿Vas a disculparte?
-¡Que te den! ¡Un poco de agua no me asusta, yo no soy una usuaria de akuma no mi!
-Creo que ya te he dado suficientes oportunidades...
Kid suelta el agarre y deja que Tama caiga al mar.
-Killer.
-Dime, Kid.
-Saca a la niñata del agua.
-¡Pero Kid...!
-No me des un sermón ahora a ver si se va a ahogar.
Killer se lanza al agua sin esperar más, ya que parece ser que Tama no sale a la superficie...Una horrible tos en mitad de la cubierta acompaña a mucha agua saliendo por la boca de Tama al ser rescatada por el rubio de la máscara.
-¿Te encuentras bien?-le pregunta, tras exalar una buena bocana de aire, el socorrista improvisado.
-S-sí...-le contesta, aún respirando atropelladamente.
-No deberías enfadar demasiado a Kid. Esto no es lo peor que suele y puede hacer...
-Ese imbécil y yo no nos vamos a llevar bien...-murmura, frunciendo el ceño, Tama.
-Oye... Deberías ir a ducharte y cambiarte de ropa...
De repente, Tama se percata de cómo la están mirando todos los piratas que la rodean. La lujuria es tal que en el ambiente comienza a oler a perro en celo. Entonces, Tama entiende que la verdadera tortura es soportar los comentarios obscenos y las miradas que la devoran de la banda, toda ella formada por hombres...
Maldito seas...-piensa, furiosa, Tama.Con mucha dificultad y soportando ciertos toques inadecuados a duras penas porque se ve obligada a soltar algún que otro manotazo, Tama consigue llegar hasta lo que parece ser la zona de los camarotes. La chica busca cuál podría ser el suyo, pero no lo halla por ninguna parte, todos tienen pinta de estar ocupados, y todos por hombres...
-¿Y ahora dónde estará mi ropa?
Tama llega hasta el final del pasillo y se topa con una puerta más grande que las otras. Sin pensarlo, la abre y entra. Se trata de una habitación más lujosa que los pequeños camarotes que había visto hasta ahora. Tiene una gran cama con una colcha roja, y en el suelo hay una alfombra negra con los bordes rojos. Además, hay una mesa de madera muy bien tallada y una silla cómoda y grande roja tras ella. También un enorme armario, estanterías con algunos libros, un den den mushi sobre la mesa y un par más de sillas por ahí movidas, no tan lujosas como la roja tras la mesa.
De pronto, a espaldas de Tama la puerta se abre y Eustass Kid hace uso de presencia.
-¿Qué haces en mi camarote-inquiere-empapada?
-¿Me pregunto por qué será y de quién será la culpa?-le responde, conteniendo su enfado, ella.
-Vete a darte una ducha. Lo vas a dejar todo perdido de agua.
-Iría encantada, si supiera cuál es mi camarote para poder coger mi ropa para cambiarme-le explica, con sarcasmo.
-Cierto, respecto a eso.-Kid entra en la habitación cerrando la puerta a sus espaldas y se dirige al armario.-Tu ropa está aquí.-le muestra al abrirlo.
-¿Y por qué?
-Tenemos todos los camarotes ocupados, así que, compartirás este conmigo. Total, a los camarotes normalmente solo se viene a dormir...
-¡¿Y puedo saber por qué tengo que compartirlo expresamente contigo?!-exclama, sin poder aguantarlo más, Tama.
-¿Prefieres dormir con otro de los tripulantes? Muy bien, ¿con cuál?
Tama recuerda cómo la miraron todos en la cubierta y siente unas fuertes náuseas y escalofríos. Lo cierto es que no le haría ninguna gracia compartirlo con ninguno, ni siquiera con el de la máscara, que, aunque no podía verlo, Tama notaba que también la estaba mirando con lascivia.
-¿En serio por qué estoy en un barco lleno de perros en celo...?-se pregunta en un susurro quejumbrosa.
Kid suelta una breve risa victorioso.
-De todos modos, tú me has dado tu vida. Teóricamente soy tu dueño. Así que, si digo que duermes conmigo, dormirás conmigo aunque no quieras.
-¿Quieres decir que mi opinión no te importa en ningún aspecto?
-Podría decirse así. Pero no te preocupes, no eres la única cuya opinión me la sopla.-le explica el pirata, sonriéndole con diversión y malicia.
-Me vengaré por tirarme al agua de ese modo, que lo sepas.-le advierte, cogiendo ropa limpia del armario, Tama.-¿En qué momento la sacaría de la maleta...? Un momento. Si ha sacado toda, ¡¿también mi ropa interior?!
-En el segundo cajón.-dice Kid de repente.
-¿Qué?-inquiere Tama, desconcertada.
-Tu ropa íntima está en el segundo cajón.-El pelirrojo le mantiene la sonrisa y añade un toque de burla y diversión cuando la chica se sonroja por su comentario.-De nada por deshacerte las maletas, por cierto.
-¡Hubiera preferido que no lo hicieras!
-Tranquila. No te vayas a pensar que es la primera vez que veo unas bragas.
Tama se pone roja como un tomate, termina de coger la ropa y sale disparada del camarote ignorando la risa del pirata.
-¡No puedo con semejante engendro...!-exclama, una vez encuentra los baños con las duchas y está a solas, tratando de volver su cara a su tonalidad habitual.-¡Definitivamente te odio, Eustass Kid!
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Pobre Tama, lo que le toca aguantar...
¡Pero bueno, ella también tiene mucho carácter, así que será divertido ver cómo se desarrolla la historia entre ellos! (^v^)
De momento, no se llevan tan mal, podía ser peor ╮(─▽─)╭
Nos leemos en el próximo capítulo :D
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Pirata a la fuerza [Kidx(Personaje)]
FanfictionTodo en la vida de Tama era, lo que muchos considerarían, normal. Vivía en una pequeña isla del South Blue, un lugar pacífico sin más altercados que los provocados en muy raras ocasiones por los bandidos del pueblo o en algún arrebato momentáneo de...