-Sal, Killer.-ordena el capitán, sin flaquear en el tono. En cuanto el rubio obedece, Kid se centra por completo en la joven.-¿Tienes algo que decir, Tama?
-Nada que pueda servir de defensa...
Kid se pone en pie, su aura severa intimida a cualquiera que se encuentre cerca. Se acerca a Tama y con su dedo índice le acaricia la barbilla para que eleve la cabeza y lo mire a los ojos.
-He estado pensando en un castigo acorde con la situación, creo que se me ha ocurrido el adecuado.
-¿Cuál es?
Kid desliza su dedo por la mejilla de la chica, para luego tocarle el rostro con la mano completa.
-Desobedeciste una orden directa, Tama.
-Y no me arrepiento.-responde, tentando a la suerte.
-Mi objetivo es lograr que te arrepientas.
Kid suelta a la chica. La ruptura del contacto es precipitada y gélida, y Tama nota como la situación va a volverse tensa para ella.
-Por desgracia, no podemos dar la vuelta y poner rumbo a Bayamela...
-¿Dejarme allí? ¿Eso es lo que quería?-piensa Tama, sinceramente molesta ante ello.
-Hacer daño a tus padres podría ser un buen castigo, pero difícil de llevar a cabo, sin duda.
Tama nota en su interior como dos emociones chocan entre ellas: la furia hacia las palabras de Kid y su vergüenza por no haber pensado primeramente en sus padres al ser mencionada Bayamela, sino en lo mucho que le dolería que la dejaran allí de vuelta...
-Lo siguiente que se me ocurrió fue hacerte pasear desnuda por la cubierta, delante de todos; pero, la verdad, ni a ti ni a mí nos gustaría eso...
-¿Me torturas intencionadamente no diciéndome qué vas a hacerme?-inquiere, intentando ocultar su rostro, Tama.
-La incertidumbre es parte del castigo. Por cierto, la próxima vez que me interrumpas incrementaré la severidad de tu castigo.
-Lo siento mucho.
-Las disculpas no significan nada para los piratas.-Kid agarra de los hombros a Tama y se agacha para susurrarle al oído.-Los errores se pagan con sangre cuando eres pirata.
-¿Vas a pegarme?-inquiere, sin comprenderlo aunque ciertamente bastante asustada, Tama.
Kid mira a la chica con ojos malvados y una sonrisa desalmada mientras dice:
-Me entregaste tu vida Tama. Puedo hacer lo que quiera contigo, eres como una esclava de los teryuubitos.
Perpleja a la par que asustada, Tama observa cada movimiento de Kid totalmente congelada. El pelirrojo da una vuelta alrededor de la chica, mirándola sin ningún pudor.
-Desnúdate.-le ordena cuando vuelve a quedarse a su frente.
-¡¿Q-qué...?!-no puede evitar exclamar Tama.
-Es una orden.
La voz de Kid es totalmente severa, no bromea, no vacila, habla muy muy en serio, y por el bien de Tama, más vale que lo obedezca.
Con mucha timidez y completamente avergonzada, Tama comienza a quitarse las tiras del vestido y lo deja caer al suelo tras bajarse la cremallera, quedando en ropa interior. Eleva levemente la vista para comprobar que Kid la está mirando fijamente, sin templar el gesto.
-¿Por... completo...?-susurra Tama, roja.
-Puedes quedarte con la parte de abajo.-le responde, sin titubear, el capitán.-Date la vuelta.
Sin comprender qué planea el pirata, pero obedeciendo por la suerte que le trae, Tama se da media vuelta, se desabrocha el sujetador y lo deja caer al suelo, cubriéndose los pechos en el acto.
Siente entonces las robustas manos de Kid en su cintura, y como avanzan hacia arriba por su barriga hasta llegar a sus brazos. Tama, cada vez con más vergüenza, aparta la cabeza al lado contrario al que Kid apoya la suya sobre el hombro de la chica. El pelirrojo desliza sus manos sobre los brazos de la joven hasta alcanzar sus muñecas, donde se detiene lo justo para murmurar, suplicante:
-No vuelvas a desobedecerme...
Rápidamente, separa los brazos de Tama, los eleva y, utilizando sus poderes magnéticos, atrae unas cadenas que rodean las muñecas de Tama y se clava en la pared, quedando encadenada de espaldas al pelirrojo.
A continuación, Kid se quita el cinturón de sus pantalones. Tama, asustada, intenta tranquilizarse internamente para no gritar.
¡Zas!
El primer latigazo es acompañado de un quejido de dolor por parte de la chica al impactar la hebilla sobre su espalda.
Las lágrimas de Tama comienzan a resbalar por sus mejillas con el segundo latigazo, pero la joven aguanta el dolor evitando quejarse y, en cierto modo, aliviada, pues en su cabeza había imaginado un castigo mucho peor...
Cinco latigazos son suficientes para que el pelirrojo sienta como se desvanece su fuerza y deje caer el cinturón al suelo. Se da la vuelta al mismo tiempo que utiliza su poder para liberar a Tama de sus cadenas. Las muñecas de la chica han quedado completamente rojas, heridas, y sus uñas se han clavado tanto a la pared que se han partido.
Tama cae al suelo de rodillas por el intenso dolor y se tapa la boca para ahogar el llanto mientras sus lágrimas siguen cayendo inevitablemente, por mucho que desee detenerlas.
Kid está de espaldas a ella. Se mantiene en pie, pero no sabe ni cómo. Con cada latigazo se sentía más débil mientras veía como el cuerpo de la chica se retorcía y el esfuerzo que esta hacía por no gritar de dolor...
-Vístete.-le ordena Kid, todavía dándole la espalda.-Y sal de aquí.
Tama, con cuidado, se pone en pie, tambaleándose ligeramente. Alcanza su vestido y se lo pone tan rápido como puede. Después, sale del camarote tal y como el capitán le ha ordenado, directa al baño.
Una vez a solas, Kid se lleva la mano al pecho. Nota su corazón latiendo tan rápido que da la sensación de que en cualquier momento va a colapsar.
-¡Odio ser el capitán...!-piensa, justo antes de caer rendido al suelo.
★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★
Siento haber tardado tanto en publicar este capítulo, pero ha sido realmente difícil de escribir, entendedme, el castigo de Tama no ha sido precisamente de colegio... ;-;Tanto a Tama como a Kid les ha dolido mucho este castigo, ¿afectará a su relación? ¿Se volverán más distantes? ¿Kid estará bien después de esto? ¿Tama cambiará su forma de verlo?
Demasiadas incógnitas y demasiadas posibles respuestas..., ¿verdad? (●´∀`●)
Y sin más,
Nos leemos en el próximo capítulo :D
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Pirata a la fuerza [Kidx(Personaje)]
FanfictionTodo en la vida de Tama era, lo que muchos considerarían, normal. Vivía en una pequeña isla del South Blue, un lugar pacífico sin más altercados que los provocados en muy raras ocasiones por los bandidos del pueblo o en algún arrebato momentáneo de...