Aprovechando la poca visibilidad que ofrece la callejuela por la que acaban de entrar los marines con los arrestados, Kid en seguida noquea a ambos oficiales de la ley y al hombre que no le interesa, para luego agarrar de la camisa al tipo que conoce y estamparlo lo más fuerte que puede pero sin llegar a hacerle perder el conocimiento contra el muro de una pared, hundiéndolo en el mismo.
-¡Oye, oye! Vamos... No seas tan brusco-le dice, sonriendo desafiantemente el chico aún esposado al hombre que lo ha golpeado.-Si quieres pelear, ¿no deberíamos al menos estar en igualdad de condiciones, amigo?-inquiere, mostrándole las esposas en sus muñecas.
-No soy tu amigo, Francisco.
El aludido abre los ojos perplejo reconociendo la voz que habla y que no le encaja con la persona que tiene delante.
-¿Kid-san?-se ve obligado a preguntar.
-¿Quién iba a ser sino, imbécil?-obtiene como respuesta.
-¡Kid-san cuánto tiempo! ¿Has cambiado de peinado?-El chico aparenta alegrarse por el reencuentro, lo cual hace que el pirata que lo retiene se enfade aún más y lo golpeé contra el muro nuevamente, resquebrajándolo todavía más. Ante esto, Francisco cambia su expresión de súbita alegría a una sonrisa torcida y ojos decepcionados al decir.-Oye, oye, ¿todavía estás enfadado por aquello, Kid-san? Pasó hace mucho...
-¡¿Mucho?! ¡¿Tres años te parecen mucho, cabrón?!
-Es tiempo suficiente para pasar página.-El chico clava su mirada en Kid y, seriamente, le pregunta.-¿Todavía guardas su revista, Kid-san?
Como contestación, el pelirrojo suelta un gruñido mientras aprieta los dientes y le da un fuerte golpe que a Francisco no parece hacerle demasiado daño.
-Vaya... Aún no la has superado...
-¡¡Cierra la puta boca!! ¡Ya que estás aquí, tú y yo vamos a ajustar las cuentas pendientes, maldito ca...!
-¡Kid!-la voz que lo llama a gritos a sus espaldas no muy lejos, congela la boca del pelirrojo.-¿Dónde estás? ¡Kid! ¡Kiiiiid!
Francisco, sonríe con malicia victoriosa y suelta una exclamación de sorpresa:
-¡Oh~! ¿Esa voz no es de mujer? Tal vez sí que la has superado un poco... ¿no?
Kid se enfurece de nuevo, descubriendo al mirar a los ojos a Francisco que no planea hacer algo bueno. Antes de que pueda volver a golpearlo, el chico ya ha abierto las esposas, esquiva el golpe, se cuela entre las piernas de Kid y sale corriendo mientras el pelirrojo le advierte:
-¡Ni se te ocurra tocarla o esta vez sí que te mataré!Tama suspira agotada de buscar al cabezota de su capitán pirata por toda la condenada isla.
-¡Joder! ¡¿Cómo un pelirrojo de dos metros puede ser tan difícil de encontrar?!-exclama para sí, harta de divagar sola por el sitio sin obtener el resultado esperado.-¡Kiiid! ¿Dónde estás?
-Si sigues gritando mi nombre de ese modo, haberme disfrazado habrá sido una absurda pérdida de tiempo.
Sus esfuerzos por fin obtienen resultado, el pirata pelirrojo aparece tras ella sin un solo rasguño. Contenta de haberlo encontrado al fin y de que no haya hecho ninguna estupidez (o al menos eso parece...), Tama se lanza a abrazar a Kid, quien abre los brazos sorprendido.
-¡Kid, estás bien! ¡Idiota, me tenías preocupada! ¡¿Podrías no volver a desaparecer así, por favor?!-le replica todavía abrazándole.
Sorprendido, el pelirrojo completa el abrazo y le susurra que no hacía falta que se preocupara por él.
Cuando Tama y Kid se separan, la chica se apresura a preguntarle, ahora claramente enojada:
-¿Y bien? ¿Qué ha pasado? ¿Qué cuentas tienes que arreglar con aquel tipo para dejarme sola de ese modo, eh?
Kid no puede evitar sonreírle por cómo le está regañando y le responde:
-Perdona, debería tener más cuidado y pensar en el rollazo que sería buscarte si te pierdes. Encima no puedo abandonarte porque me he acostumbrado a las buenas vistas que tengo cuando estás cerca.
Tama se pone roja de la furia y la vergüenza y le da la espalda cruzándose de brazos. Entonces, Kid no puede evitar comentar:
-Ese vestido te marca tanto el culo como a mí esta camiseta me marca los pectorales, ¿sabías?
Tama vuelve a mirar a Kid aún más roja si cabe y lo único que le sale es llamarle bastardo pervertido.
El pirata se ríe de buen humor y comienza a caminar diciendo:
-Venga, no te enfades tanto. La verdad es que no tenía que haberme ido así, ¿y si llegan a secuestrarte? ¡Vaya aburrimiento patear a descerebrados hasta encontrarte!
-Sé cuidarme sola.-Tama todavía le habla enfadada, cruzándose de brazos y sin mirarle a la cara.
-Muy bien.-Decide Kid, divertido más que arrepentido, por la reacción de la chica.-¿Y si te invito a un helado? ¿Se te pasará un poco el cabreo?
-¡Que no soy una niña, joder!
Kid sigue riéndose burlón. Tama lo alcanza y él, aún sonriente, le dice:
-En ese caso, te invitaré a una jarra de sake. Me apetece una también.
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Pirata a la fuerza [Kidx(Personaje)]
FanfictionTodo en la vida de Tama era, lo que muchos considerarían, normal. Vivía en una pequeña isla del South Blue, un lugar pacífico sin más altercados que los provocados en muy raras ocasiones por los bandidos del pueblo o en algún arrebato momentáneo de...