Capítulo 21: Los sentimientos de Tama

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Aprovechando el jaleo que se monta en la cocina todas las noches, Tama se dirige hacia la sala médica. No obstante, como la hora de la cena ya está llegando a su fin, en la cubierta empiezan a aparecer piratas.
Procurando no ser vista, en especial por Killer, Tama juega con la oscuridad que reina sobre el barco.
Apenas a unos pasos de llegar a la consulta, Tama es detenida por una voz que la ha localizado y le habla directamente:
-¿Tienes prisa por ir a algún sitio?
Heat, junto a Wire, la miran increpadoramente.
-No. Solo estoy disfrutando de la brisa nocturna paseando por la cubierta. ¿Pasa algo?
-Nada en absoluto. Pero daba la sensación de que no querías ser vista.
-No me encuentro con humor para hablar con nadie después de cómo me ha tratado Killer, qué quieres que te diga.
-Es razonable.-aporta Wire, hasta entonces en silencio.-Ha sido algo brusco.
-Ser capitán temporalmente le pone nervioso. No le gusta sustituir a Kid. Pero si el jefe necesita tomarse unos días libres es porque es importante que descanse para que no colapse como la última vez...
-¿La última vez? ¿Qué sucedió entonces?
-Destruyó una isla.-responde Wire, sin emoción alguna.
-No he oído hablar de ello...
-La Marina impidió que saliera en los medios, por su estrepitoso fracaso tratando de arrestarnos.
-Es peligroso...
-¿Kid? Desde luego. ¿Hacer que colapse? Todavía más.
-Está bien. Estoy un poco cansada, si no os molesta me iré a dormir.
-Claro, que descanses.
-Agradable charla.

Fingiendo volver hacia los camarotes, Tama se asegura de que esos dos no la vean desviarse en dirección a la consulta. Una vez frente a la puerta, Tama coge aire para entrar. Va a girar el pomo, pero una mano apoyándose en la puerta desde detrás de ella la sorprende.
-Tama-chan, no deberías estar aquí, ¿cierto?
Tama se da la vuelta nerviosa.
-Doctor, por favor...
El joven médico mira a la chica con compasión. No puede evitar sentir cierta pena por ella, por sus heridas y por...
-¿Tanto necesitas ver al jefe?
-Sí. Quiero hablar con él. No voy a alterarlo, haré lo posible porque no pase, lo prometo.-le asegura, convincente.
Eric suspira apenado. Aparta la mano de la puerta y toma una importante decisión:
-Adelante. Pero debes darte prisa. Haré como que no te he visto.
-Gracias.
Tama abre la puerta y consigue, al fin, alcanzar su propósito.

Tumbado en la camilla tras una cortina, encuentra al capitán durmiendo de lado. Con los ojos cerrados y la respiración tranquila, sí que aparenta la edad que tiene, como si al dormir se relajara y al estar despierto estuviera siempre tenso y por eso pareciera tener más años que los que en realidad tiene.
Tama se sienta, procurando no hacer ningún movimiento brusco, sobre un hueco en la camilla al lado de Kid. Después, extiende su mano, casi hipnotizada, hacia el pelo rojo ardiente del pirata con la intención inconsciente de acariciarlo. Lo hace con cierto temor. Su pelo es tan suave como la seda, resulta placentero acariciarlo. De pronto, se sobresalta al sentir presión sobre su muñeca. Kid la ha agarrado con un movimiento tan rápido que ni siquiera se dio cuenta de en qué momento se despertó.
Al ver que se trata de Tama, el pelirrojo deja de fruncir el ceño y suelta a la chica en el acto. Tama retira su mano y mira al capitán a los ojos, sintiendo de golpe que no sabe qué decir .
-¿Qué haces aquí?-inquiere, sorprendido, el pelirrojo.
-Qu-quería comprobar si estabas bien...
-Todo lo bien que puedo estar después de... lo que ha pasado...-responde, apartándole la mirada, Kid.-¿El "capitán" te deja estar aquí?
-No... Me he colado sin que me viera.
-¿Otra vez desobedeciendo órdenes? Eres dura de mollera, ¿eh?
-Necesitaba verte...
Kid abre los ojos sorprendido, quedándose sin palabras. Lo último que se esperaba después del último acontecimiento, es que Tama quisiera verlo, mucho menos a solas, encima diciéndole que lo necesitaba... 
-¿La pelea con Francisco te afectó tanto de verdad, Kid?
El capitán se resigna, supone que ha llegado el momento de ser sincero. Se incorpora para sentarse sobre la cama, dejando al descubierto su pecho y rostros vendados, ante lo que Tama reacciona agachando la mirada con pena. Ya le había visto herido, pero en el camarote desprendía un aura fuerte que ahora parece haber desaparecido, dejando a la vista lo débil que el jefe de la tripulación está en realidad.
-No fue solo la pelea. Tener que castigarte, me ha machado la cabeza...
-¿Q-qué...?
-No soy un santo, Tama, ni mucho menos. He castigado a muchos de mis hombres con castigos desproporcionados por mucho menos, pero... En este caso era distinto. Mataste a Francisco en mi lugar, me desobedeciste, pero..., lo hiciste porque eres una niñata boba que se empeñó en proteger a un horrible monstruo.
La chica contempla perpleja al pirata ante ella. El tan imponente Eustass Kid, el novato cuya cabeza vale más de 300 millones de berries al que todo el mundo teme, el ser sin escrúpulos que destruye todo a su paso... repleto de vendas tapándose la cara con la mano para evitar que la subordinada que le entregó su vida lo vea derramando lágrimas en la oscuridad que solamente rompe la pequeña luz que entra por la escotilla a un lado de la cama. 
Sin saber cómo ni por qué, el cuerpo de Tama se mueve antes de que su cerebro llegue a procesarlo. De un momento a otro, la chica se ha inclinado sobre la camilla del capitán, ha extendido su mano para apartar la de Kid de su rostro y ha acercado sus labios hasta dar con los de él. 
Por su parte, Kid que ni se atrevía a soñar con ese contacto, se deja llevar por la dulzura de la joven, porque, sinceramente, la necesita más que nunca. Tama se sube a la camilla colocándose sobre las piernas del pelirrojo por encima de la manta, abrazándose a su nuca para alcanzar el contacto de sus lenguas, profundizando el beso hasta el punto que pasar de ser tierno y cariñoso a apasionado y deseado. 
-¿Tama...?-susurra Kid, con la respiración acelerada al igual que la joven cuando se termina el beso.
Ella mira al pelirrojo apenas un segundo antes de echarse sobre él para abrazarlo, rodeando con sus brazos la espalda del capitán y hundiéndose sobre su pecho, olvidándose por un momento de que está herido; si bien, a Kid no le duele el contacto, sino que lo deja tan perplejo que es incapaz de responder.
-No soporto verte así, Kid, porque te quiero demasiado.-le confiesa, al fin, Tama, en un susurro que a oídos de Kid se escucha como un eco sonoro.-Te quiero, Eustass Kid.
Sin poder salir de su sorpresa, el capitán pirata se pregunta en su cabeza si acaso esto es un sueño, pero siente cómo su corazón le está gritando que no.


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¡Holaaaa! :')

Sé que han pasado más de dos y tres años desde la última vez que aparecí por aquí... No tengo excusa.
Han pasado muchas cosas. De hecho, llevo sin ver One Piece dos años así que... supongo que por eso desconecté tanto de los fanfics y del anime y de todo...
Pero estoy volviendo poco a poco, he conseguido ver animes cuando hacía tiempo que no podía y, bueno, ya he anunciado mi regreso progresivo a wattpad :')

Como me da pena dejar a Tama sin un final, voy a intentar terminar esta historia, pero adelanto que no habrá segunda parte y que puede que precipite un poco el final... De todas formas, trataré de hacerlo lo mejor que pueda, promise! Seguramente, el próximo capítulo sea el último :') Trataré de no tardar mucho en escribirlo y publicarlo. 

Y bueno, solamente comentar que empezaré a hacer fanfics de otros animes, eso no quiere decir que ya no haga nunca más ninguno de One Piece, ¡por supuesto que no! Pero habrá algo de variación en el contenido y serán historias más cortas para no dejarlas a medias, que, creedme, eso me fastidia mucho más a mí de lo que os imagináis... 

Y pues nada más, ¡espero seguir por aquí más tiempo! :') 

Y sin más,

Nos leemos en el próximo capítulo :D

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Pirata a la fuerza [Kidx(Personaje)]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora