Tama se seca el pelo en el camarote frente a un espejo de cuerpo entero situado al lado del armario.
A Kid el ruido no le molesta, y se dedica a ojear la misma revista que el día anterior tumbado en la cama sin, aparentemente, prestar atención a los movimientos de la chica. En cambio, Tama observa a través del espejo cada dos por tres al pelirrojo, pensando sin poder evitarlo en la conversación que acaban de tener.
¿Es que solo le interesa mirarme el culo o qué? ¡Es la segunda vez que suelta que me lo ha estado mirando! ¿Y por qué no se corta un poco? ¡Lo dice como si no tuviera nada de vergüenza! ¡Maldito pirata pervertido orgulloso...!-piensa, mientras el ruido del secador enmascara sus bufidos.
De pronto, sale de su mente para volver a mirar a través del espejo lo que está haciendo Eustass Kid. Su nivel de ira aumenta de golpe y su cara se pone roja completamente al ruborizarse: ¡Kid le está mirando el culo con total descaro! ¡No se molesta ni en fingir, el muy...!
-¡¿Qué te crees que estás haciendo?!-exclama, dándose de golpe la vuelta tras apagar el secador, Tama.
-Así que mi teoría era cierta: estabas mirándome utilizando el espejo-le responde, sonriendo maliciosamente, el pelirrojo.
-¡E-eso es porque sabía que tarde o temprano...!
-¿Qué?-le apura Kid cuando se calla.-¿Te miraría el culo? Pues claro. No soy tan idiota como para no disfrutar de una buena vista cuando la tengo. De hecho, llevo todo el rato mirándotelo, lo que pasa que no te has dado cuenta hasta que he empezado a hacerlo obvio.
-¡¿Co-cómo?! ¡Es imposible, lo habría notado!
-¿No estarías tú fijándote en otra cosa que no eran mis ojos?-se burla, lujurioso, el pelirrojo.
Tama suelta un enorme gruñido muy molesta. Como ya ha terminado con el secador, se acerca a la cama y se lo lanza a Kid, quien lo coge sin ningún problema. El pirata aprovecha ese momento para agarrar de la muñeca a Tama e impedirle que se vaya. La joven tira para intentar soltarse, pero no consigue nada más que el efecto contrario: Kid tira de ella y termina perdiendo el equilibrio y cayendo sobre el musculoso cuerpo del pirata sin que este le suelte todavía el brazo.
-¿Tantas ganas tenías de tenerme cerca?-se mofa Kid, con divertida lascivia.
-¡H-has sido tú el que me ha tirado sobre ti!
-No te vayas, no hay nada divertido que hacer en cubierta...-le murmura, con un tono grave.
Tama se sonroja al pensar en lo seductora que le acaba de resultar la voz del pelirrojo. Intenta mantener la mente fría y fuerza un tono frívolo para preguntar:
-¿Acaso aquí hay algo divertido que hacer?
-Hay muchas cosas "divertidas" que tú y yo podríamos hacer...
Kid sube a Tama a la cama completamente, sentándose él a a la vez, y coloca a la chica sobre sus piernas mirando hacia su sonrisa de lascivia.
Tama, como acto reflejo, rodea con los brazos el cuello de Kid en mitad de los movimientos, provocando que ambos queden todavía más cerca.
Kid tiene sus manos posadas en las caderas de la chica, en el límite con el comienzo de su trasero y Tama puede notar sus intenciones a lo lejos...
-Ni se te ocurre bajar más las manos-le advierte, aunque no con toda la voz amenazante que le hubiera gustado utilizar debido a la sorpresa que todavía no ha asimilado.
-¿Ni un poquito?-le susurra Kid, provocando en Tama otra vez esa sensación de lo seductor que le resulta.
-Estás obsesionado con mi trasero.
-Es tu culpa por tener tan buen culo, aunque no es lo único bueno que tienes...
Tama se fija en la dirección a la que apuntan los ojos de Kid y se sonroja por la vergüenza y la ira al darse cuenta. Trata de separarse de él poniendo las manos en su cuerpo y empujando hacia atrás, pero Kid la retiene fácilmente al tenerla sujeta por las caderas.
-No te gustan los piropos, ¿no?
-¡Los que son de pervertido no! ¡¿Es que no te bastaba con mi culo que ahora también vas a estar mirando mis pechos o qué?!
-Observaría atentamente todo de ti si me dejaras...-murmura Kid.
Tama se queda sin palabras, atónita y avergonzada, al oír al pirata tan serio y tan cautivador a la vez.
-Kid...-le llama ella, con un hilo de voz. El pirata levanta la cabeza para prestarle la atención que le requiere y entonces, Tama le pregunta.-¿Hay alguna razón especial por la que juegues de este modo conmigo o solo lo haces por divertirte un rato?
Al pirata esta pregunta le pilla desprevenido y no puede evitar mostrar su rostro perplejo.
-¿Jugar?-inquiere, todavía asombrado.
-¿Acaso no es lo que estás haciendo?-Tama no es capaz de mirar al frente. Si mira a los ojos al pirata, terminará llorando como la noche anterior...
-¡No, claro que no estoy jugando!
Kid mira a Tama frunciendo el ceño, ofendido y molesto por lo que le acaba de decir. Ella trata de evitar el contacto visual, así que Kid la agarra con brusquedad del mentón y la obliga a mirarlo directamente a los ojos. A pesar de la fuerte necesidad que comienza a sentir la chica por llorar, aguanta las lágrimas y mira al pirata tratando de transmitirle toda la decepción que puede sentir.
-¡Esto no es ningún juego, Tama!-exclama de nuevo el pirata, furioso aunque más bien dolido.
-¿No lo es? ¿En serio?-desconfía ella.
-¡¿Acaso lo es para ti?!
-¿Me estás vacilando? ¿¡Pones mi vida patas arriba y el juego lo es para mí!?
Tama se aleja esta vez efectivamente del pirata y se pone de pie furiosa, dirigiéndose a la salida para irse.
Kid se levanta también, y cuando la chica se dispone a abrir la puerta, el pelirrojo pone su mano sobre ella provocando que se cierre y que, debido a la fuerza que hace, Tama no la pueda abrir.
-¡Deja de mentirte a ti misma, Tama! ¡No eras feliz en Bayamela! Ahora tienes una oportunidad de ser feliz, ¿por qué te empeñas en aferrarte a ese pasado que te hace sufrir?
-¿Y por qué tú te empeñas en hacerte creer que lo sabes todo sobre mí, Kid? ¿En qué momento te he dicho yo que no era feliz en Bayamela?-la voz de Tama es tan fría que congela todas las emociones fuertes del pelirrojo.
De golpe, se calma. Muestra un rostro neutro y una voz frívola al responderle:
-Tienes razón. No lo has dicho.-Aparta la mano de la puerta e incluso gira el pomo, permitiéndole a Tama salir. Entonces, cuando la puerta comienza a cerrarse y la joven ya ha salido por completo con un paso totalmente relajado, Kid le dice.-Siento mucho haberte destrozado la vida, Tama.
La chica abre los ojos atónita. La puerta se cierra justo cuando termina de darse media vuelta, y lo único que ha podido ver antes de que el trozo de madera los separase por completo, ha sido el rostro desolado de Eustass Kid.
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Pirata a la fuerza [Kidx(Personaje)]
FanfictionTodo en la vida de Tama era, lo que muchos considerarían, normal. Vivía en una pequeña isla del South Blue, un lugar pacífico sin más altercados que los provocados en muy raras ocasiones por los bandidos del pueblo o en algún arrebato momentáneo de...