Capítulo 5: Actos reflejos que anulan los sentidos

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Tama se detiene ante la puerta. No sabe si llamar o entrar directamente. Es su camarote, sí, pero también es el de Eustass Kid...
-Se acabó, entro-decide.
Abre la puerta sin pedir permiso y se adentra a la habitación. El pelirrojo está sentado en la silla tras la mesa, con los pies sobre esta y ojeando una revista. Mira a la chica al sentir que la puerta es abierta y le dice:
-¿Es que no sabes llamar?
Tama lo mira de mala manera y entra sin decir nada, directa al armario.
-Si se supone que es mi camarote también, ¿tengo que llamar cada vez que entre?
-Bueno, allá tú; pero si un día me pillas en bolas no me eches la culpa luego...
La chica cierra la puerta del mueble de un portazo, avergonzada y molesta por el aviso, y suelta un suspiro que por poco es un gruñido.
-¿Qué buscas?-le pregunta entonces Kid.
-Mi secador-le responde Tama.-Estaba en la maleta-añade, quizás necesariamente.
-¿Ah, sí?-Tama nota en la voz del pelirrojo que algo no va bien.-Creo que es este de aquí...
Kid se levanta y coge la papelera. Entonces, la acerca hasta Tama y le muestra el secador dentro de ella, junto con más basura y un montón de papeles húmedos. A la chica no se le cae la boca de milagro al verlo.
-¡¿Pero qué demonios...?!
-Una de tus maletas se le cayó a uno de los chicos al agua. La ropa está secándose pero no creo que esto funcione más.
A Tama ni siquiera le salen las palabras de lo perpleja y furiosa que está.
-Pero puedo dejarte mi secador, ¿lo quieres?
-¿En serio tienes un secador?-Tama intenta no elevar el tono y contenerse por el hecho de que hayan destrozado el suyo.-No pega contigo.
-¿Te crees que este pelo se queda así por sí solo?-se burla Kid (el siempre fantabuloso plis ╮(─▽─)╭).
Ahora que Tama lo piensa, el pirata parece que se cuida, incluso podría decirse que es algo "pijo" de algún modo... Se preocupa de su pelo y además usa pintalabios. Algo extraño de ver en un hombre y más para alguien que ha estado en Bayamela durante toda su vida...
-Eres un tío un poco raro-le comenta, sin darse cuenta hasta una vez hecho, ella.
-Te equivocas-le replica Kid, levantándose para dirigirse a un armarito sobre una estantería-, la rara aquí eres tú.
Tama no asimila las palabras del pirata del todo, y necesita tiempo para entender su verdadero significado, tiempo que no tiene:
-¿Quieres mi secador o no?-la saca de su mundo Kid, una vez se aproxima a la chica para dárselo y se lo tiende.
-Sí, sí lo quiero.-le responde como acto reflejo.
Tama deja de estar sumergida en su mente para alzar la cabeza y encontrarse al pirata pelirrojo muy cerca de ella, a unos cinco centímetros escasos. Instintivamente y tras sonrojarse por la cercanía, da un paso hacia atrás y se golpea con el armario a su espalda.
-¡Ay...!-suelta, tocándose la cabeza.
-¿Pero qué demonios haces...?
Kid, sorprendido, va hacia la chica, deja el secador sobre el armario (recordemos que Kid mide dos metros...) y le quita la mano que ella ha colocado sobre la cabeza para mirar que no esté sangrando. Por suerte, solamente le duele por el golpe, no hay sangre ni herida.
-Probablemente te salga un chichón-le comenta Kid.-Merecido-destaca.-Vaya reacción más absurda. ¿Es que nunca has tenido cerca a un hombre o qué?
-No a uno como tú...-murmura ella, con la cabeza agachada y la mirada en el suelo, y sin darse cuenta de que tal vez lo ha dicho lo suficientemente alto como para que la oiga...
Efectivamente, el jefe de la banda pirata la ha escuchado perfectamente.
Ante esto, Kid se aprovecha de que todavía agarra la mano de la chica para cogerla de la muñeca y subirle el brazo para retenerla contra el armario. Al mismo tiempo, levanta la barbilla de Tama con la mano que tiene libre para que lo mire a los ojos mientras él agacha su rostro para que quede muy cerca del de ella.
Tama, perpleja, no es capaz de mediar palabra, ni siquiera un insulto o un "apártate", como solía decirle a Seymour o a algún otro idiota cuando se pasaba de borracho y se acercaba mucho a ella.
-¿Qué quieres decir con "uno como yo"...?-le pregunta con un susurro, el pelirrojo.
Tama se pone roja como un tomate. ¿Cómo ha sido tan estúpida como para decirlo en voz alta en vez de pensarlo dentro de su cabecita? ¡Ni siquiera sabe qué responder!

Eustass Kid nota que la joven no sabe cómo salir de esta, y eso le encanta. Ella está roja de la vergüenza bajo su enorme cuerpo sin poder ser tan cortante y desafiante como había sido hasta ese momento, y ni siquiera puede apartarlo...
De un momento a otro, Kid, todavía sujetando su barbilla, no nota que se está acercando peligrosamente al rostro de la chica, como si estuviera hipnotizado... Solo unos milímetros de aire separan sus labios de los de ella...
-¡Kid, tenemos problemas! ¡Un barco de la Marina!
La voz de Killer hace reaccionar al capitán (aunque no le guste la palabra) y sale corriendo del camarote sin darse tiempo ni para asombrarse de sus impulsos.

Pirata a la fuerza [Kidx(Personaje)]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora