Homophobic [MarkHyuck]

06

Mi día iba normal, en lo que cabe, estos últimos días habían sido como una montaña rusa, todas esas emociones que había sentido, unas más desagradables que otras, ¿y a causa de quién? Exacto de Mark.

Estábamos en clase de historia y al parecer nadie estaba poniendo atención a lo que decía la profesora, yo de vez en cuando tomaba notas pero la verdad es que me estaba cayendo del sueño. Delante de mi se sentaba un chico llamado JaeMin, y al parecer este igual que yo se estaba durmiendo.

Cuando la clase terminó todos se levantaron de sus lugares, tal vez para ir a platicar con alguien o simplemente a estirarse. Yo por mi cuenta no tenía con quién hablar en el salón, Jeno estaba en su salón— que en realidad estaba a un lado del mío— y de mi salón no había alguien con quien hablara.

Ese chico JaeMin fue donde estaba Mark y empezaron a hablar, no sabía que ellos se conocían. No había hablado con Mark después de lo de la exposición y la verdad me sentía bien,

Teníamos clase de educación física así que teníamos que salir todos al patio, la verdad no era muy amante de esta clase —la odiaba— pero si no la hacía me bajarían puntos. Salí del salón y me dirigí a los vestidores, necesitábamos cambiar nuestra ropa para hacer ejercicio. Caminaba tranquilamente por los pasillos hasta llegar al vestidor de hombres.

Al llegar empecé a cambiarme mi ropa, no me daba vergüenza cambiarme aquí pero en estos momentos me sentía observado, me saque la camisa y después de quitármela escuche que algo se había caído, mire hacia los lados y lo único que alcance a ver fue una cabellera bastante conocida escondiéndose. Me puse la camisa de deportes y me cambie rápidamente la demás ropa.

Salí del vestidor y me dirigí al patio donde hacíamos educación física, vi que mis demás compañeros ya se encontraban calentando así que empecé a calentar yo también. Pude ver como venía hacia el patio Mark junto con el uniforme de deportes, algo que no me agradaba era que teníamos que usar pantalones cortos por lo tanto se veían nuestras piernas, así que en estos instantes estaba viendo las piernas de Mark.

Aparte la mirada rápidamente y seguí calentando, ahora algo más nervioso.
El profesor llego y comenzó su clase, haríamos ejercicios de elasticidad. El profesor siempre escogía a alguien para que hiciera el ejemplo de cómo hacer los ejercicios, y como el mundo me odia el profesor nos escogió a Mark y a mi.

—Vengan aquí Mark y DongHyuck— ambos nos acercamos donde el profesor, tenía los nervios de punta—, ahora Mark sostén la pierna de Hyuck y ahora tú pon tu manos en tu pie y la cabeza hacia abajo, ¡venga, ahora háganlo todos!

—Tienes lindas piernas— dijo Mark mientras yo le dedicaba una mirada de odio—. Oye, eso fue un halago no una ofensa.

Hicimos el ejercicio con mis dos piernas durante quince segundos cada una, era el turno de Mark.

—Toma mi pierna—. Tome la pierna de Mark y la estire.

Mientras hacíamos el ejercicio yo me estuve quejando por mi poca elasticidad, mientras Mark no se quejaba para nada.

—Tienes muy buena elasticidad—. Le dije a Mark mientras veía como este estiraba sus piernas sin siquiera quejarse.

—Gracias— respondió— imagínate lo que puedo hacer con ella—. Como siempre, su lado pervertido salió.

—Ya no te vuelvo a decir nada.

La clase había terminado sin más y todos fueron a cambiarse de nuevo, una vez me cambie fui de nuevo al salón. Cuando iba por los pasillos me encontré con Jeno, pare mi paso y lo mire.

—¿Qué haces aquí? Deberías estar en clases—. Le reproché.

—Debería pero la vieja maldita me saco por estar hablando con RenJun—. Sabía que el y ese chico eran muy apegados.

—Ah ya, no deberías hablar en clase— imito mis palabras, burlándose—. Adiós, debo ir a mi salón sí no también me regañaran a mi—. Despedí a Jeno con la mano y me fui de ahí.

Entre a mi salón y fui a mi lugar, había un papel con algo escrito dentro de el. Lo tome y lo abrí para leer lo que decía.

Te veo a la salida en el patio detrás de la escuela.

Atte: M

Genial, los papeles ya no eran solamente en mi casillero, si no que ahora hasta en mi lugar. Me pedía verme a la salida, pero siendo sincero, me daba algo de pánico.

Tenía que pensarlo bien.