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Las manecillas del reloj se movían tan lentamente haciendo que mis nervios y ansiedad aumentaran con el paso de los minutos que parecían arrastrarse, lleve una vez más la vista a mi celular comprobando si habían mensajes pero tampoco. Me levante de la cama rebuscando en el bolsillo pequeño de mi morral la cajetilla de cigarros Lucky Strike que había comprado y no dude ni un segundo en tomar uno y encenderlo. Tan pronto inhale el humo con sabor a menta que este tenía sentí como la ansiedad  desaparecían ¡maldito vicio, nunca iba a poder dejarlo! Negué con la cabeza mientras me acercaba al balcón de mi habitación y miraba hacia la nada mientras fumaba aquel cigarrillo, definitivamente eso era lo que necesitaba en esos momentos. Sabía que lo que se avecinaba no podría ser nada bueno debido al tono de voz tan seco y cortante que la morena utilizo hace unos minutos, era cierto había hecho todo mal y tal vez, solo tal vez me merecía que me hablara así, pero necesitaba aclarar todo respecto a mis sentimientos hacia ella por más que quisiera negarlo ella me encantaba, se metió tan dentro de mi corazón en tan poco tiempo que simplemente no puedo negarlo más y no es que me haya dado cuenta por lo que paso ¡No! Ya lo sabía desde hace mucho, simplemente me negaba a aceptarlo.

El sonido de unos toques en mi puerta me saco de mis pensamientos haciéndome girar encontrándome con ese par de ojos color chocolate que tanto me encantaba, -Tu madre me dijo que te encontraría aquí. Dijo con voz débil y se acercó con pasos decididos y la mirada fija en mí, pero por más que intentase ocultarlo sus ojos derrochaban tristeza y dolor, que mal me sentí haber sido la causa de su posible noche de insomnio. Asentí y tire el cigarro por el balcón y me acerque a ella, sin decir una sola palabra pero ella retrocedió. ¡Mal, muy mal! Cuando por fin escuche su voz lleve mi completa atención a ella.

-Lauren, he venido porque quiero hablar contigo de lo que paso. Sé que no te esperabas que me apareciera con tremenda sorpresa y declaración de amor pero sentí la necesidad de hacerlo porque ya no podía ocultarlo más. –suspiro, mientras volvía su mirada hacia mí. Ya sé que no sientes lo mismo por mí y que quieres que solo seamos amigas, está bien pero necesito alejarme de ti para sanar mis heridas. Soltó cada palabra con voz quebrantada. ¡No! Me niego rotundamente a que se aleje de mí.

-Tu... Camila no puedes alejarte, te necesito a mi lado. Lamento si fui una estúpida, pero no te vayas, no soy nada sin ti Camz

-Lo siento, pero es lo mejor para ambas. –la vi sorberse la nariz. Yo te quiero pero tú a mí no

-Te equivocas. –la detuve antes de que hablara de nuevo. –Yo si te quiero Camila, y mucho más de lo que te puedes imaginar.

Ella negó mientras se acercaba a mí y tomaba mis manos. –Lo dices porque no quieres que me aleje, porque quieres que siga a tu lado llenándote de detalles sin pedirte nada a cambio pero eso solo me lastima más.

-No es así. Te quiero, y no como mi amiga sino como mi novia. –Entrelace nuestros dedos. Te quiero conmigo camz. –Acerque mi rostro lentamente al de ella. No te quiero perder vida mía. Uní mis labios con los de ella en un beso lento, y lleno de amor. Camila separo los labios dándome acceso para que mi lengua entrara en su boca y el beso se profundizara. Lleve mis manos a su cintura acercándola más a mi cuerpo. Se sentía tan bien besarla, sus labios eran tan suaves y apetecibles que hacían desearlos más, nos separamos dejando pequeños besos. –No me dejes. Dije en un susurro. Por favor

Se alejó un poco sentándose en la cama y yo la seguí, tenía las mejillas sonrojadas y su respiración era pesada debido al beso. Busque su mirada hasta que la encontré nuevamente, en sus ojos ahora había un pequeño brillo.

-Entonces... Planeas dejarme así con este amor que siento por ti ¿De verdad quieres alejarte de mí Camila? Pregunte mientras me acercaba más a ella ¡Dime! Lleve mis manos hasta su menton y la obligue a mirarme

-No... La escuche decir en un susurro. Por más que quiera no puedo, estoy perdida. Perdida por ti Lauren

Les mentiría si dijera que no me sentí de maravilla al escuchar esas palabras, una sonrisa involuntaria nació en mis labios y la abrace –Yo tampoco camz! Moriría si eso llegase a pasar

-No pasara. Dijo simplemente. Pero tienes que prometerme que no harás otra estupidez como esta

-Jamás! No volverá a pasar. –La abrace de nuevo. Te quiero tanto pequeña. Dije si pensar y la chica rápidamente me miro

-¿Qué?

-Que te quiero Camila

-Y yo a ti Lauren... se mi novia

La mire sorprendida eso no me lo esperaba. -Quieres que te sea sincera? Ella asintió. -Eres una chica hermosa Camila, cualquiera se moriría por estar contigo, tienes una personalidad increíble y ni hablar de tus sentimientos, me deslumbraste la primera vez que nos vimos y te fuiste apoderando de mi poco a poco conforme iban pasando los días, así que como no darte una oportunidad si tienes mi corazón desde la primera vez que nos vimos. -Sus ojos brillaban de una manera tan especial con cada palabra que le decía, -Solo te pido que no me hagas sufrir Camila, te estoy entregando todo de mí, mi corazón te pertenece desde ahora.

-Prometo nunca hacerte daño Lauren, moriría si llegara a ser la causante de tu dolor, solo quiero cuidarte y que seas feliz a mi lado

¿Podía ser más tierna? Creo que no pude haber escogido a mejor persona para entregarle mi corazón, estoy segura de que Camila me hará completamente feliz. Me tomo de la cintura acercando su cuerpo al mío, se sentía tan bien que lleve mis brazos alrededor de su cuello, en ese momento me beso. Fue un beso lento, sin prisa, nuestros labios se movían a la perfección, ella acerco la punta de su lengua a mi labio inferior pidiendo acceso a mí boca y se lo di, de inmediato comenzamos una perfecta danza donde no hacía falta nada más, solo alargar nuestro beso. Cuando nos separamos por la falta de aire en nuestros pulmones Camila me miro con una sonrisa en los labios. Esas sonrisas que te matan.

-Eso fue impresionante Lauren.

-Claro que lo fue, y me encanto, creo que no me cansaría de besarte nunca

-Yo tampoco. -Me acerque y le robe un corto beso de los labios

Esa tarde que estuve con Camila la pase muy bien. Nos tomamos un par de fotos juntas las cuales estaban perfectas, hacíamos una hermosa pareja, luego de terminar nuestros helados Camila me llevo hasta mi casa donde se despidió con un beso en mis labios el cual me dejo completamente embobada era como estar viviendo un cuento de hadas. Lo que no sabía es que pronto la tormenta llegaría a nosotras.

Una Historia Diferente (camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora