Una Historia Diferente (camren)

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-Arriba bella durmiente. Tenemos que prepararnos.  La rubia  golpeaba por encima de las sabanas

-¿Qué? ¿Qué? Preparada para que Dinah, joder porque me despiertas

-Ash a veces eres tan caída de la mata mujer, quedamos en que hoy iríamos a comprar nuestra ropa para el día de la graduación, solo es cuestión de días para que sea Camila

-Mierda, es cierto lo había olvidado

-Créeme que no lo note chiquis. Dijo la chica rodando los ojos. -¿Qué usaras? Creo que yo usare un vestido que se me vea muy sexy. –Rio

-No lo sé

-Camila por favor, un vestido se te vería muy bien, eres muy hermosa

-No Dinah está decidido, nada de vestidos

-No pues la monja. Voy a llamar a Ally para decirle que no haga mas esfuerzos para que yo cambie, que ya encontré a la monja que le hacia falta.  

-Callate Dinah. -Dije riendo. Sabes que no los uso, no insistas por favor 

-Okey ya no diré mas nada respecto a eso. 

Una hora más tarde estábamos  rumbo a las mejores boutiques en busca de nuestro perfecto atuendo para el gran día. Estaba tan emocionada.

Estuvimos en varios sitios buscando algo que nos quedara perfecto, la rubia se probó miles de vestidos es demasiado indecisa por lo que a cada atuendo que se encontraba se lo probaba. Después de dos horas infernales la chica por fin lo encontró lo que necesitaba.

-Es hermoso Dinah te quedara perfecto. Afirme a la chica con una sonrisa en los labios.

-¿Tú crees? A mí me encanta

-Claro que sí, ese rojo te hace lucir muy sexy. La chica sonrió al escuchar mi comentario

-Está decidido, me lo llevo.

-Gracias Dios, por fin acabamos. Dije mirando al cielo 

-No te quejes Camila, acabamos de hacer el mismo recorrido buscando tu traje deberías comprenderme

-Lo hago, pero tú eres muy indecisa ¿Cómo quieres que no me fastidie Dinah Jane? No te decides por nada.

-No es para tanto Mila, solo fuimos a dos o tres boutiques más que tu

Ruedo los ojos al escucharla, todavía le parecía poco la gran odisea que habíamos pasado por buscar su tonto vestido.

-Ya ya Hasen, lo importante es que tenemos todo. Ahora vayamos a comer porque muero de hambre.

La chica asintió dando un paso saliendo del lugar, gracias al cielo ya teníamos todo sino me volvería loca.

Cuando salimos del lugar directamente a un restaurant, moría de hambre. Mientras Dinah pedía nuestra orden yo buscaba un buen asiento en aquel hermoso lugar. Frente a mi había una gran ventana dándome una vista perfecta de la ciudad. La gente iba y venía con apuro absortos en sus quehaceres no cabe duda que cuando me fuera con mi madre todo esto me haría falta. Cuando el mesero llego con nuestras órdenes me sentí más que aliviada, un poco de comida no me haría nada mal.

-Camila...

-Hmm –murmure con la boca llena de comida

-¿Has pensado que harás cuando veas ese día a Lauren?

La pregunta me tomo por sorpresa, deje la comida sobre el plato y la mire fijamente encogiéndome de hombros

-Qué voy hacer Dinah, nada. Ella por su lado con su noviecita y yo por el mío es así de simple