Una Historia Diferente (camren)

-38-

Al cerrar la puerta tras mi espalda no pude evitar que un profundo suspiro saliera de mis labios, dejar aquella chica sola en esa habitación después de lo que había pasado minutos antes entre nosotras sí que era duro. Para mi había sido lo más hermoso que me sucedió después de tanto tiempo, volví a sentir esa sensación placentera y llena de  plenitud y satisfacción que estuve buscando por mucho tiempo y que  con cada chica que me acostaba  nunca pudo llenar ese hueco dentro de mí que dejo Lauren. No cabe duda que después de estar con ella me seguía comprobando a mí misma que ella sería la única mujer capaz de llenarme en todos los sentidos.

Pero como no todo es bueno tenía que volver a la terrible realidad y aceptar que ella ya no era mía, que siempre será ese bonito recuerdo que va a perdurar en mi memoria hasta el día que muera, ella siempre será mi amor. Mi hilo rojo de destino, es una verdadera lástima no ser correspondida como tanto lo quisiera pero que le vamos hacer así es la vida y tenemos que aceptar las cosas como son así nos duela. Creo que nada será mejor para mí que alejarme por completo de ella para no seguir sufriendo por eso me iré.

Estuve un par de minutos más en aquella sala meditando y reprochándome ciertas cosas que creía que estaban bien o no, claramente no sabía en cual de esos conceptos poner lo que había sucedido; quizás sí estuvo bien porque era algo que había querido que pasara desde hace mucho tiempo pero que gracias a la distancia que marque entre la ojiverde y yo no nos lo permitió. Y podría ser malo debido a la condición en la que se encuentra la chica ya saben a lo que me refiero novia, casa, familia feliz, en fin muchas cosas que tampoco me hacen bien. ¿Qué debía hacer? Supongo que nada. Lo mejor era dejar las cosas así por el bien de ambas.

-Así que, aquí has estado todo este tiempo

Una voz ronca me saco de mis pensamientos, inmediatamente la reconocí era Louis, se acercaba a mi lentamente. –Ten. Extendió una lata de cerveza y la recibí, necesitaba una y necesitaba quizás hablar de lo sucedido con él.

-Gracias Lou

-Cuéntame. ¿Dónde te habías metido? Te hemos estado buscando por mucho tiempo, Dinah está preocupada por ti

-La vi Louis

-¿La viste? ¿A quién mi vida? Pregunto con curiosidad

-A Lauren, ella estaba aquí, vino con Normani

-¿Qué paso Camila?

Baje la mirada ante la pregunta,  mentir no sería una buena opción el me conocía y no iba a descansar hasta que yo le contara la verdad 

-Pues... -Hice una pausa y tome una gran bocanada de aire. –Estuvimos juntas Lou, de nuevo y fue maravilloso

-¿Qué hiciste qué? Se acercó a mí obligándome a levantar mi rostro. –Camila te acostaste con Lauren ¿Por qué? Creí que querías mantenerla lejos de ti 

-Lo sé, era exactamente lo que quería pero ella se acercó a mí y fue inevitable Louis, la extraño demasiado y no me pude controlar

-Suenas como una loca desesperada por tener sexo

-Claro que no pero sabes perfectamente que he estado con muchas chicas y con ninguna me he sentido tan a gusto como con Lauren 

-Hay Camila, a veces haces unas cosas que sobrepasan mis límites de creencia, pero que se puede hacer pequeña en el corazón no se manda. Me miro fijamente -Dime una cosa ¿te sentiste bien con ella?

Le devolví la mirada  y una sonrisa involuntaria se dibujó en mis labios. –Me sentí muy bien, de lo mejor. Estoy feliz por eso y sé que aunque fue una locura e imprudencia lo que hice no me siento mal y sé que ella tampoco. Aunque sé que no se volverá a repetir

-Lo importante es que te sentiste bien, mira hasta tu semblante cambio. Esa Jauregui debe ser una diosa en la cama ¿no?

-JA. Cállate Louis. ¿Qué le diremos a Dinah?

-Pues no lo sé, que te encontré dormida en mi habitación

-¿Piensas que se creerá esa historia?

-Mhm no, pero hagamos el intento. Por lo menos la dejara tranquila

-Vale. –lo abrace. Oye Lou, gracias por no juzgarme

-No soy quien para hacerlo nena, soy tu amigo y estoy para apoyarte en todo hasta en este tipo de locuras. -Al escucharlo comencé a reír. –Una pregunta por curiosidad ¿en dónde hicieron sus cositas? Porque espero que no haya sido en mi cama

Mire a todos lados intentando no soltar unas cuantas carcajadas, mis mejillas tomaron color rojo y sentía como me quemaban. El chico me miro serio. – ¡CAMILA CABELLO!

-Lo siento bebe, fue la primera puerta que encontramos y bueno ya sabes. –me encogí de hombros

-Hay Camila que voy hacer contigo. -Dijo el chico llevando su brazo hasta mi cintura mientras caminábamos a nuestro encuentro con las chicas.

Lauren

Me sentía feliz después de ese  encuentro con Camila, aunque me haya dejado en esa habitación sola y con muchas preguntas me siento feliz porque después de tanto tiempo estuve con ella. Pude volver a besarla, a abrazarla, darle todo el amor que se merece, definitivamente había sido un buen día después de todo ahora más que nunca necesitaba estar con ella, volverla hacer mía y no solo hablo en el ámbito sexual sino en todos los sentidos nunca voy a querer a otra chica como a ella y ya es hora de recuperarla.

Baje del auto tomando mis cosas y cerrando la puerta. Estaba justo en frente del edificio donde estaba mi apartamento era hora de volver a la pesadilla que es mi vida en ese lugar, a enfrentar nuevamente a Kristen y sus cambios de humor repentinos, o paraba esta situación o las cosas empeorarían en cualquier momento con la chica, ya había sido demasiado. Cuando entre al lugar como era de costumbre todo estaba obscuro, no había señales de la rubia, encendí la luz y deje las cosas sobre la pequeña mesa que estaba frente al sofá. –Kristen. Grite sin obtener algún tipo de respuesta, era evidente que no estaba y eso era algo que me generaba cierta paz aunque eso durara unos pocos minutos.

Me permití relajarme un poco en el sofá antes de prepararme algo de  cenar, había sido un día bastante largo pero productivo. Al cerrar los ojos varias imágenes de lo que paso en mi encuentro con Camila se repetían en mi cabeza como si de una película se tratase, desde nuestro primer encuentro hasta lo de hace unas horas, todo era perfecto.

-Vaya por fin te dignas a aparecer. La voz de Kristen me saco de aquel momento de aquellos pensamientos.  Tome una compostura firme y seria no me gustaba cuando la chica se aparecía de esa manera

-Tú siempre tan  inoportuna Kristen, ¿Qué quieres?

-¿Dónde estabas Lauren?

-¿Importa?

-Pero por supuesto que importa, te estuve llamando todo el maldito día y no aparecías, arruinaste lo que tenía preparado para ti

-Vaya lo siento Kristen pero yo no te he pedido que hagas algo por mí. Dije de forma seria manteniendo mi vista fija en sus ojos verdes. Sus puños se apretaron con fuerza y sus dientes estaban apretados

-No me hagas perder la paciencia Lauren, te pregunte donde estabas y me dirás ahora mismo oh....

-¿OH QUE? Alce la voz y la chica dejo a la vista el objeto que estaba en sus manos, mis ojos se agrandaron ¿ella de verdad sería capaz de usar tal objeto conmigo?

-Oh te enseñare a respetarme

-Kristen...

-Por mucho tiempo he sido tan pasiva contigo, aguantándome tanta grosería de tu parte, tantos malos tratos e indiferencia, pero no más me canse y ahora vas a pagar por ello

-Kristen baja eso, todo lo que dices es una completa mentira, tu y yo sabemos que quien ha cometido esas faltas eres tú, debes entender que yo ya no siento lo mismo por ti

-Cállate. Me dio una bofetada. –Yo soy tu dueña, y aprenderás a respetarme y amarme por las buenas o por las malas. Luego de eso sentí como el objeto choco contra mi espalda y el ardor crecía, mis ojos se llenaron de lágrimas y comencé a llorar. La muy maldita me había golpeado con un fuete.