[Narrador: Aaron Hansen]
Me había levantado temprano, más de lo usual, me dirigí a una subasta para comprar algunos cuadros. Me encontré con uno se me dejó fascinado, era una mujer, mirando por la ventana, como caía la lluvia. Llovía, era hermoso.
Ese cuadro que compre a la mañana, llegaría en la noche.
Ese día, tenía que tener una charla de negocios con mi padre.— Señor. — Se me dirigió a mi Joseph el cual parecía un poco cansado.
— ¿Sí? — Contesté mientras cambiábamos en dirección al estudio de mi padre que se encontraba en una de las habitaciones de la casa.
— Como ya sabe, esta en edad, no creo que sea bueno tener una conversación con su padre a este punto. — Lo mire y noté tristeza en sus ojos.
— No digas eso, tengo que afrontar todo.
— Pero, señor, si esto sigue así usted... — Se detuvo.
— No pasa nada. Joseph, te encargo el cuadro. — Terminé de decir y abrí la puerta del estudio.
Me encontré con mi padre, el cual, se encontraba sentado en uno de los sillones, tenía dos cafés en la mesa.
— Bienvenido. — Tomó un sorbo y yo, me acerqué a el sillón que estaba delante de él, me senté y agarré el café.
— Gracias, iremos al grano. — Levanté la vista para mirarlo a los ojos. — ¿Qué quiere? Esta muy en claro que no tenemos la mejor relación, eso es obvio, cabe destacar que nunca me llama para hablar a solas y si lo hace, sólo es para echar en cara todo lo malo que hago.
— No, no es para decirte algo malo. Tenia un comunicado. — Anunció.
— ¿Un comunicado?
— Si, esta en claro. El día de mañana vendrá su prometida. — Escuché un ruido que venía de la puerta, probablemente sería de una de las mujeres que trabajan aquí.
— ¿Prometida? No recuerdo haber hablado de tal cosa.
— No, nunca lo hicimos. Pero, te casarás, estas en edad. Con esto termina el comunicado. Vete. — Señaló la puerta.
— Primero y principal, no me casaré con una mujer que no conozco, no quiero y no me gusta. Segundo, quisiera que no me hiciera pasar un mal rato, tercero, no hable de esa forma conmigo. Si hace algo que no me gusta, a la primera, no dudaré. — Terminé por levantarme y irme de ese lugar.
— ¿Señor? — Vi que Joseph aún estaba afuera, esperando.
— Joseph, ¿llegó el cuadro? — Suspire y comencé a caminar por un pasillo quedaba directamente a la entrada.
— No, llegará en minutos. — Me detuve al ver una pared perfecta para el cuadro.
— Aquí, en este lugar quiero el cuadro. De esta forma, cuando la gente entre, lo verá.
— ¿Aquí? Esta bien, lo haré. — Me alejé de él y pude ver como se le acercaba a los segundos Ann.
Ella esta trabajando duro como siempre. ¿Debería de hablar con ella?
Me quedé parado en una de las esquinas, cuando vi que Joseph se fue, era mi señal para ir a ver que hacía ella.
Ella esta mirando el cuadro, ¿le habrá gustado..?
— ¿Enamorada de la pintura? — La vi que se quedó unos segundos y tardó en reaccionar pero sabía que era yo.
— Claro, es hermosa. — Ella volteó y me miró.
— Otras cosas también son hermosas el día de hoy.
Como ella..
— Eso me recuerda... — Se tomó una pequeña pausa de unos segundos. — Felicidades.
¿Felicidades? ¿Que quiere decir con eso?
— ¿Felicidades? — Pregunté confundido.
— Si, me enteré de que se va a casar. Felicidades, señor Aaron.
"Señor Aaron" ¿¡señor!? Ella..
— No es tan así. Es una situación malinterpretada. El día de mañana vendrá una mujer, mi padre quiere que me case con ella pero yo..
— Esta bien. Creo que es hora. — Me interrumpió, colgó el cuadro y me miró.
— Ann...
¿Qué pasa?
— ¡Adiós! — En un abrir y cerrar de ojos, ella se había ido.
¿Qué acaba de pasar?
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En Venta ©
RomancePor un problema familiar, el joven Aaron Hansen termina por ir a una subasta en lugar de su padre. A pedido de él, va a comprar algunos cuadros de pinturas que a él le gusten. Al terminar dicha subasta, comienza una subasta "VIP" que las personas co...