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Capítulo 27 - No hay avance

[Narrador: Aaron Hansen]

Por alguna razón, que aun no entiendo, cuando llegué a la casa, Joseph no paró de mirarme mal desde que entré con el auto hasta que entré a la casa.

— Oye... ¿Ocurre algo? — Tal era su enojo que me ignoró completamente mi pregunta y me dejó solo.

¿Y ahora..?

— El señor debe de saber perfectamente que hizo. Me asombra su ignorancia.

— ¿Y ese vocabulario tan formal? — Me reí de los nervios pero la mirada de Joseph era de una persona muy enojada, tuve que dejar de reírme al verlo de esa forma.

— Una persona no espera en la sala.

— ¿Una persona? — De camino a la sala, se paró en el medio del camino y en el medio del pasillo. Estaba en claro que estaba muy enojado.

— Lucía, ella vino. — Murmuró de mala manera para darme la espalda y seguir caminando.

— Es sólo una leve intuición pero, ¿ella hizo algo? — Llegamos a la puerta de la habitación y él, me miró de arriba a bajo y de mala manera suspiró.

— Eso debería de saberlo mejor que yo o que cualquier señorita que viva en la casa. — Me abrió la puerta y lo miré.

— ¿Señorita? — Repetí. Él me dio un empujón en la espalda para terminar de meterme en la habitación, cerrando la puerta detrás de mí.

— Al fin llegas, Aaron. — Mientras miraba la puerta, una voz femenina me llamó, miré y era Lucía que estaba sentada en uno de los sillones que se encontraban en el medio de la sala.

— Sí, tenía mucho trabajo. Últimamente, mi papá no se ha estado sintiendo bien y no me queda de otra que trabajar más. — Agregué para acercarme a el sillón que se encontraba frente a ella.

— Ya veo, eso explica porqué tu padre no me recibió. — Me dedicó una sonrisa a lo que yo suspire.

— Creí que se había entendido la primera vez que nos conocimos pero al parecer no fui claro. Lucía, no quiero sonar mal pero...

— ¿Pero? Ya veo, ¿ya quieres poner la fecha para casarnos? Quizá deberíamos de hacerlo en verano, es la mejor época. — Me interrumpió. La miré unos segundos y puse mi mano en mi frente.

— No, no me refiero a eso. Es todo lo contrario.

— ¿Invierno? Oh, la verdad es que esa época no me gusta tanto. — Volvió a interrumpir lo que decía.

— Seré directo, se nota que no entiendes. Yo no me voy a casar contigo, Lucía. — Me observó unos segundos y se rió.

— ¿Perdón? Dirás que tú estas equivocado. — Me miró de mala manera y se levantó del sillón.

— No hay error. Me gustaría que te fueras de la casa ahora mismo y no hagas algo de lo cual te puedas arrepentir. Sólo eso. — Me levanté y me retiré del lugar. Antes de salir, pude escuchar que me gritó algo pero le resté importancia.

Fui en dirección a mi cuarto, pude notar que Joseph estaba hablando con Ann pero luego él se fue y esa fue mi oportunidad de acercarme.

— ¡Hola! — Quizá parecía mucho más alegre de lo normal pero ella ocasionaba eso en mi.

— Si, hola. — Me evitó con la mirada.

¿Y eso?

— ¿Te parece si hacemos algo el día de hoy? No se, quizá cenar o algo... — Ella miraba a otro lado y yo trataba de llamar su atención.

— No, la verdad es que no quiero. — Ignorando mi presencia, me dio la espalda y se fue caminando con el pasillo.

— ¿Pasó algo? — A puré el paso e dirección a ella.

— Nada en particular, ¿cómo te fue con ella? — Pude ver que me miró unos segundos y apartó la vista.

— Bueno, lo obvio. ¿Nada? No lo parece. — Se detuvo y me miró de frente.

— ¿Qué quieres? — Puse mi mano en la nuca.

— Parece que hice algo y no estoy enterado. Lo siento, no sé que hice pero seguro que tiene una explicación. — Ella chasqueo los dedos y se fue caminando.

¿Qué acaba de ocurrir? No recuerdo haber hecho nada malo.