Patadas, dolores emocionales y futuras venganzas

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Lo que sintió fue fácil de describir:

Traición.

Maldito imbécil gruñó, con los puños apretados.

Había miles de volantes.

Resulta que la peculiar noche en la que ella y Blake se habían conocido había quedado plasmada en una escandalosa fotografía suya, en la que estaba borracha, en la barra, con miles de tragos vacíos y nuevos. Su cara tampoco lucía favorable, así que básicamente, todos la miraban como si fuera una alcohólica o algo por el estilo.

Se sintió desesperada, solitaria, incomprendida, sin siquiera una oportunidad para explicarse. ¿Qué tan patético era emborracharse cuando tu pareja te dejaba por su universidad?

Había apenas comenzado a sentirse más cercana a Donovan, y ahora; todo se había ido a la mierda. Se sentía completamente traicionada por él. No le había hecho absolutamente nada, no merecía esa humillación.

Todo tenía sentido.

La repentina visita, las palabras amables de Blake que habían hecho latir su corazón más rápido de lo que le gustaría admitir, su mirada triste y poco decidida.

Fue un tipo de advertencia.

Un tipo de adiós.

Un adiós a los sentimientos que ambos sentían por el otro, que claramente no eran de odio. Un adiós a una posible buena relación de amistad, de armonía.

Qué jodido imbécil, se dijo.

Sintió un gran nudo en la garganta que anhelaba ser liberado en miles de lágrimas y gritos. Miraba escéptica el papel en su mano, quién pensaría que la chica borracha perfecto modelo para cualquier estereotipo sobre universitarios, sería ella.

La chica perfecta, la chica dulce y hermosa.

Sus ojos se cristalizaron y su respiración se agitó de sólo pensar en él. ¿Cómo había podido hacerle esto? Una lágrima cayó inconscientemente y ahí decidió irse de ese lugar.

Pero al voltear, todo su mundo pareció desmoronarse cuando vio a lo lejos al castaño que la miraba fijamente. Su mirada estaba seria hasta que se fijó en sus lágrimas. Se notaba lo arrepentido que estaba por ello, pero a Candice no le importó ver el mismísimo arrepentimiento en sus ojos, sólo lo pudo ver con odio.

Call Me or Fuck YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora