Nadie es perfecto al 100%
Eso Candice lo sabía. Pero ella tenía que ser perfecta, desde siempre se había presionado a ello.
Sin embargo cualquiera puede equivocarse cuando de tener un corazón roto se trata. Y así cuando su novio la dejó de un día pa...
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—Te ves fatal, Blake.
Esther hizo una mueca al ver la cara de su amigo, quien estaba tendido en su cama, sin camisa, y cubierto desde al abdomen hacia abajo con las frazadas blancas de terciopelo. Blake alzó una ceja, pero se arrepintió en cuanto lo sucumbió un fuerte dolor de cabeza.
—Cállate. Tuve una mala noche.
La pelirroja apretó los dientes.
—¿A qué demonios te refieres con eso? —preguntó dándole golpecitos al piso con su pie derecho, el cual estaba en su pierna flexionada levemente, además, se cruzó de brazos.
El chico rió un poco y se impulsó lo suficiente como para tomarla por la cintura y tirarla a su lado en el colchón. Esther soltó un chillido y luego se acomodó en la cama, mirándolo.
—¿Me vas a contestar, Blake Magnus Donovan?
—Sólo si me haces un masaje en el cuello, Esther Gia Sanders.
La pelirroja sonrió y asintió, él se volteó y ella comenzó a masajear su cuello con delicadeza.
—Dime, ¿qué rayos te pasó?
—Me quedé bebiendo hasta tarde y me fui a un bar a apostar, perdí tres mil dólares y volví a beber porque sé que papá querrá matarme —contestó desganado, sintiendo el dolor de cabeza muy fuerte.
La chica asintió comprendiendo y no paró de masajearlo con cariño. Poco a poco terminó y cuando él menos se lo esperó, lo envolvió en un abrazo.
—Ther, estoy semi desnudo.
Las risas de Blake eran con una chispa de incomodidad.
—No me importa. Estamos en confianza, ¿no? No te voy a violar, Blakie —rió burlesca.
Alguien tocó la puerta y ahí fue cuando la chica lo soltó esperando que la empleada entrara después de la autorización de Blake.
—Aquí está su desayuno, joven Blake.
La cocinera le sonrió amable y miró de reojo a Esther, quien sólo se digno a saludarla con un ademán poco amistoso. Ella sólo le devolvió el gesto y se retiró de la habitación. Desayunó en pocos minutos.