Nadie es perfecto al 100%
Eso Candice lo sabía. Pero ella tenía que ser perfecta, desde siempre se había presionado a ello.
Sin embargo cualquiera puede equivocarse cuando de tener un corazón roto se trata. Y así cuando su novio la dejó de un día pa...
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—No creí que tú me llamarías. Esther, pensé que te habías perdido en Londres, ¿sabes?
—Sabes que no podía olvidarme de ti, idiota. ¿Cómo estás? —rió la pelirroja al otro lado de la línea.
Blake sonrió divertido.
—Es evidente que estoy bien, soy Blake Donovan. ¿Cómo te ha ido a ti en la universidad? ¿Ya me alcanzas en calificaciones, Rojita?
—No, porque no estoy en la universidad de Londres, cariño. ¡Sorpresa!
El chico frunció el ceño. No entendía qué quería decir, así que se aclaró la garganta y preguntó.
—¿Qué significa eso, Ther? —Utilizó el apodo que antes solían usar para reírse.
—Estoy en la ciudad, Blakie. Y no me iré a ningún lado. Tomaré un año sabático, de todas formas no hay apuro para ganar dinero, ¿verdad? —Explicó Esther, recostada en su cama leyendo revistas de moda.
Vivía cerca de Blake, así que pronto lo iría a visitar.
—¡¿Qué?! Espera, ¿cuándo decidiste eso? ¿Por qué no me lo dijiste? No puedo creer que... ¿cuánto llevas en la ciudad?
—Ah, bueno, estoy aquí desde la semana pasada, la verdad. No empecé en Rydel, así que vine a casa y he estado comprando cosas, planeo mudarme, ¿sabes? Mamá ya me tiene harta y se enfureció de que no quisiera tomar la carrera este año. Pero tú entiendes que Medicina nunca fue lo mío, tengo que hacerla cambiar de opinión para el siguiente año.
—Sí, bueno. Me alegro de que estés acá, pero a la otra avísame antes de que me dé un infarto —bromeó a lo que la chica soltó una risa—. Y bueno, tengo que irme, adiós, Roja.
Ella sonrió.
—Adiós, Blake. Te veo luego.
Cortó la llamada y sonrió.
Esther estaba aquí, eso sí que era bueno. Eso lo alegraba, ya que con ella se podía soltar y contarle absolutamente cualquier cosa.
(○○○)
Era día miércoles por la tarde. Aún no les entregaban el examen del día anterior y Candice estaba algo nerviosa. Le había ido genial, tanto que temía haber roto el máximo de Blake, claro que no había seguido sus estúpidas órdenes y no se había contenido, pero el chico sabía muchos secretos y si los revelaba en venganza sería terrible.
