Un cuervo negro descendió hasta el piso, con sus pequeñas garras vino hasta mi. Lo traté de alejar pero no se iba, no me gustaban los cuervos, los detestaba. Aparecían en las típicas películas de terror y eso me hacía sudar las manos, de hecho estaba bañada en mi propio sudor. Era de noche, seguí intentando alejar al horrible cuervo cuando se elevó en el aire y vino veloz con las garras extendidas para lastimarme. Con un grito de horror, alzé las dos manos para cubrirme el rostro, pero en vano, sentí una cortada del lado derecho de la cara.
Fue ahí cuando me di cuenta que era sólo un sueño y que de verdad estaba sudando, las sabanas estaban empapadas. Un dolor en el lado derecho de mi rostro me hizo llevarme una mano hasta la herida, entonces lo había sentido en serio.
Un maullído se escuchó a los pies de mi cama; Kotta. Mi gata me había rajuñado.
Me destapé y le hice mimos, comenzó a ronronear y se echó a mi lado. Miré el reloj que tenía en la mesita de luz; 07:22 a.m, abrí los ojos al darme cuenta que me había quedado dormida. Rápidamente me levanté, abrí las cortinas de mi habitación dejando que la luz solar inundara mi habitación y me dirigí hacia el baño. Cepillé mis dientes, me di una ducha rápida y me cambié; unos tejanos negros ajustados, una blusa color turquesa y mis zapatillas blancas. Fui hasta mi espejo y comencé a poner un poco de rimel en mis pestañas y labial rosa suave, solté mi cabello de la coleta y bajé con mi mochila hacia la cocina.
Mi padre estaba sentado, desayunando en la mesa mientras en sus manos tenía un periódico.--Hola papá-- saludé dándole un beso en la mejilla.
--Hola Ames-- ya me había acostumbrado a que me llamara así, no me molestaba-- tienes aquí para hacerte tostadas-
Busqué una taza de la alacena y comencé a hacerme un café, fui hasta donde estaba el plato con las tostadas y me hice una con mermelada.
Desayuné rápido y cogí una manzana del refrigerador para comerla en la escuela.-- Adiós papá, te quiero- lo saludé con la mano mientras habría la puerta de entrada y salía. Busqué las llaves de mi auto y entré, antes de encenderlo, le dejé un mensaje a Cassey.
-te veo en el Instituto Cassey :)
-apurate, vas a llegar atrasada :v
-lo sé, me he quedado dormida.
Mi casa estaba bastante alejada del instituto, así que conduje lo más rápido que mi Chevrolet pudo. Lo estacioné y rápidamente cerré todo y bajé. Corrí hasta la puerta y justo tocaron el timbre para ir a clase.
La primer clase del día era Geografía, no me tocaba con mi mejor amiga así que la hora se pasaba lenta y aburrida. Arranqué una hoja en blanco de mi bloc y comencé a garabatear, hasta que el profesor posó sus ojos en mi.
- Amélia Whytte, ¿no te parece que deberías estar prestando atención en mi clase?- respondió el profesor regordete al que todos llamábamos Puerco Grey, una sonrisa se posó en mis labios al recordar aquello, haciendo que el profesor se enfade aún más.- ¿Que te hace gracia?-
--Nada, sólo es que estoy desconcentrada, tuve un sueño horrible, señor Grey- dejé de garabatear y miré el pizarrón, había copiado unas diez preguntas, las cuales es había que responder ahora.
Luego de responder todas las preguntas, le entregué al profesor las hojas antes de que tocara el hermoso timbre.
Salí de allí con un cohéte en el trasero y busqué a Cassey entre todos los estudiantes.--Holaaa- dije dándole un abrazo de oso.
-Hola mi niña- respondió.
Caminamos hasta las gradas y mientras ella miraba para el frente, yo comencé a pensar en lo diferente que éramos. Ella era pelirroja con ondas, ojos color café, una figura muy esbelta, con un par de kilitos de más pero a quien le importa. En cambio yo, tengo un cabello color castaño, ojos celestes que depende del tiempo se volvían grises, una figura con pocas curvas pero media 1.70. Somos tan distintas, que eso hace que seamos las mejores amigas que hay en todo este instituto. Nos habíamos conocido hacia bastantes años y nó era novedad que ella me contars de chicos, yo por mi parte, no había nadie que me llamara la atención.
--Sabes, deberíamos ir al parque que está cerca de mi casa cuando salgamos de aquí- propuso ella
--si, no quiero volver a casa tan temprano- susurré
Tocaba clase de Música, amo esta clase.
--¿Amelia, quieres tocar tu guitarra?- dijo el profesor, me caía bien, todos posaron sus miradas en mi.
--Pues, claro- saqué mi guitarra de su funda y comencé a tocar.
Todos empezaron a aplaudir, mientras que otros se unían con sus instrumentos.
Las demás horas pasaron volando, tocó timbre, hora de salir de esta pocilga. Me dirigí hacia el salón de Cassey y nos fuimos a mi auto.--Ames, ¿sabes que este sábado Jessica hará una fiesta?- dijo, la verdad no se por que me lo contaba si yo odiaba a esa perra.
--no me interesa- dije seca.
--lo sé, es que la muy descarada nos invitó, dijo que nos haría bien conocer chicos- la miré y noté que ella estaba seria pero luego se rió.
-¿ y volvernos contagiarnos de Rabia?- dije riendome- ni loca.
--creo que debemos ir- la volví a mirar y encendí el auto.
Llegamos al parque y aparqué.Nos recostamos en el césped y cerré los ojos, no quería ir a una fiesta en la que iba a estar la muy perra y menos en una que iba a hacer ella. Cogí de mi mochila, uno de los libros favoritos; Cazadores De Sombras. No pude terminar de abrirlo que un chico apareció frente a nosotras.
--¿necesitas algo?- preguntó Cassey al chico
--uno de mis amigos me ha apostado y he perdido- dijo éste, mirando a las dos, nosotras seguíamos recostadas y mirábamos al chico como si fuera un extraterreste.
--¿y?- dijo Mi mejor amiga en tono "no me importa"
--el reto consiste en besar a las dos- dijo el chico, no parecía mayor de 17 años, tenía el pelo negro azabache y ojos verdes, llevaba puesto un vaquero de mezclilla y una camiseta negra, con zapatillas del mismo color. Me miró de arriba a abajo.
Me levanté del pasto y me senté.--¿ que nos darás si nos besas?- dijo Cassey con cara de "no lo haré gratis"
--¿no se conforman con un beso de uno de los chicos más guapo del instituto?-- dijo poniéndose una mano en donde está el corazón.
--¿espera, vas al instituto con nosotras?- esa fui yo, estaba sorprendida por que no lo había visto nunca antes.
--si, pues obvio-- dijo con sarcasmo.- ¿quieren o no?
--podemos intentarlo- dijo Cassey encongiendose de hombros.
Ella se levantó del piso y se paró para estar a la altura del chico, éste se acercó le puso una mano en la espalda, juntó sus labios con los de ella y a su vez, esta lo rodeó con los brazos, parecía que se estaban comiendo el uno al otro. Desvíe la mirada.
Se separaron y ella volvió a sentarse junto a mi. El chico se limpió la boca con el dorso de su mano y se agachó hasta estar a mi altura. Con un brazo hizo que me parara, él era mucho mal alto que yo y tenía unos lindos ojos. Dejó su mano en mi espalda y con la otra acercó mi barbilla unos centímetros más cerca. Fue entonces cuando me besó.
Fue tierno, no como el de Cassey, él dejó su mano en mi cuello y siguió el beso, sentí como él se tensaba y.. Luego se separó de mi.--Ustedes dos me han dado los mejores besos, gracias a las dos- dijo y se fue a donde estaba su amigo. Nosotras nos quedamos sorprendidas un momento pero después volví a mi intento de leer, mientras que Cassey chateaba con su móvil.
...
16:56 p.m
....
Al final de cada capítulo pondré la hora en la historia.
XOXO♡ARI-
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A and A
FantasyAmélia Whytte es una chica ordinaria, de 16 años a punto de cumplir 17, muy fan de los libros de Hush Hush y Cazadores de sombras por lo ficticio e imposible. Mientras ella da un paseo con su mejor amiga por uno de los más grandes shoppings de la ci...