Un hombre nos detuvo en la puerta, nos dijo que teníamos algo que necesitaba, con desesperación en su voz, nos llevó a mi y a mi amiga a donde había un corredor con muchas habitaciones. El hombre abrió todas las puertas y nos arrastró para entrar a una de ellas, una que no estaba llena de cablerío. Miré con temor a Cassey.--Lamento tener que sacarlas así y traerlas pero lo cierto es que tengo que hablar con.. ¿Cómo es tu nombre?- dijo señalandome.
--A... Ameli... Amelia Whytte- tartamudee asustada.
--bien, Amélia, tengo que hablar contigo a solas.- se acercó a nosotras ahora ya más calmado y pude observar que en una de sus manos tenía una marca.
--¡Yo no me voy de aquí!- fue lo que contestó ya saben bien quién, agradecía tenerla a ella en estos momentos y ahora me dejarían sola a hablar unos temas del que no sé que pueden ser.
--Mira niña, si te digo que te vayas y de buena forma te lo digo, no querrás que te lo diga de las malas- Cassey me miró con preocupación y luego se dirigió a la puerta y salió de la habitación.
Pasamos un rato en silencio, silencio que agradecía para pensar. No duró mucho ya que el hombre comenzó a hablar.
--¿Reconoces ésta marca? - masculló de repente.
--No, no sé de qué me hablas- contesté rápidamente.
--¿Sabes quién soy?- eso si que no tenía ni idea de quién rayos era.
--Sinceramente no- le miré, y pude ver duda en sus ojos, lo cuál me asustó por que realmente no lo conocía.
--Ésta charla se acabó, vuelve con tu amiga y no vengas más aquí, a ésta discoteca o verás las consecuencias, gente como tú, no son bienvenidos.- me cogió de la muñeca y me llevó hasta el corredor, me hechó un último vistazo y me soltó de su fuerte agarre. Lo vi alejarse, aquél hombre parecía estar alrededor de los 40. Salí de allí con paso apresurado, Cassey estaba en la puerta esperándome, la abracé fuertemente mientras suspiró aliviada. Pero cuando habló, su tono de voz era preocupado.
--¿Te hizo algo?. Sabes que puedes contarme todo lo que te sucede Ames.- la solté y la miré a los ojos.
--No me ha hecho absolutamente nada, pero me interrogó, me hizo varias preguntas, me preguntó si lo conocía y obviamente que yo recuerde, no lo conozco. Luego me dejó ir.- sin embargo yo estaba asustada aún.
Corrimos hasta el auto, no temíamos por el hombre, si no que podrían robarnos dependiendo por la hora que era. 04:23 a.m.
Fijamos la vista en el Chevrolet y nos subimos. Una vez puesto los cinturones, encendí el auto y marchamos a mi casa.Escuché gritos que venían desde abajo, me levanté de mi cama perezosa y aturdida por el grito y salí corriendo una vez que reaccioné. Había llegado al primer escalón para descender cuando tropecé con el borde que quedaba suelto del pantalón de mi pijama y comencé a caerme por las escaleras. Me golpee las mis 5 extremidades. Una vez que paré de rodar, me levanté adolorida, con mucho esfuerzo empecé a caminar, me quedarían moratones de por vida si me seguía cayendo de la estúpida escalera. Me dirigí hacia la sala, había pensado que de ahí provenían los gritos. Estaba oscuro todavía, parecían ser las 6 a.m, por lo que no distinguí a la sombra que estaba agazapada detrás del sofá. Tomé de la mesilla que tenía a mi lado, la jarra de vidrio y con pasos silenciosos, fui haciendo el recorrido hacia la cocina, llené de agua el recipiente y volví a la sala, donde estaba aquél ser escondido tratando de cazar a la indefensa presa cuando ésta estuviera vulnerable. Llegué a donde estaba situado el sofá, y pude ver que la sombra se movió unos centímetros a su derecha, fue ahí cuando tiré el contenido de la jarra, dejándome ver como este individuo salía despavorido hacia escaleras arriba, gritando, una voz de mujer, y no gritaba improperios, mi propio nombre estaba diciendo. Con mucho dolor en todo el cuerpo, la seguí.
Debía de estar todavía dormida por que habia empapado a mi amiga, me habia olvidado que ella estaba aquí, me habia acostumbrado a dormir casi todas las noches sola en la casa, mi instinto fue defenderme y no sólo a mi, sino que a la casa también.--Amélia, me has mojado completa- masculló enojada, oh, ya empieza con su mal humor, genial que eh hecho.
--LO SIENTO CASSANDRA JONES, SABES MEJOR QUE YO, QUE DUERMO TODAS LAS NOCHES SOLA EN ESTA CASA Y ME DEFENDÍ- No podía evitar enojarme más, ella no tenía idea de lo que era dormir sola todas las noches en una casa enorme que se encuentra en el medio de la nada. Haciendo qué aumentara su enfado a nivel dios.
--PERO SABÍAS QUE YO ESTABA AQUÍ CONTIGO WHYTTE- revolió su cabello pelirojo eufórica.
--ME OLVIDÉ ¿BIEN?- bien, todo estaba yéndo bien, no sucedía más, no iba a perder a mi mejor amiga por una insignificante pelea ¿cierto?.
--YO TAMBIÉN ME OLVIDARÉ QUÉ ME MI HERMANO SE HA ENAMORADO DE TÍ, DE UNA PERRA CON TÚ, NO COMPRENDO COMO PUDO ENAMORARSE DE TÍ.- Escupió esas palabras con enojo, veneno suficiente para matar a diez elefantes. Dejándome sorprendida, apenas me dió tiempo como para replicar.
--Pues bien, dile qué su hermana se está comportando como una niña- repliqué, haciendo que su enojo aumentara aún más de lo que ya estaba. No me humillaría con tanta facilidad después de tantos años de amistad. ¿Estaba haciendo lo correcto, cierto?.
--NO ENTIENDO COMO PUEDES TAN.. TAN.. ESTÚPIDA AMÉLIA, TIENES A DOS CHICOS ENAMORADOS DE TÍ Y LOS IGNORAS, NI SIQUIERA TE DISTE CUENTA DE QUE UNO DE ELLOS LO ESTABA, CLARO QUE YO PODIA VER TODO LO QUE SUCEDIA A TU ALREDEDOR, PERO TÚ NO TE DISTE CUENTA NUNCA. SIENTO QUE CUANDO ESTAMOS JUNTAS, NUMVA ME PRESTAS ATENCIÓN, ME SIENTO IGNORADA POR TU PARTE, Y ESTO ES LO QUE MÁS ME DUELE. ¿TIENES IDEA DE LO QUE SE SIENTE SER IGNORADA POR TU MEJOR AMIGA? ¿QUÉ CUANDO LE HABLES Y LE CUENTES TUS SECRETOS NO TE PRESTE LA MENOR ATENCIÓN POR QUE SIEMPRE ESTÁ EN SU MUNDO ?AHORA TE QUEDARÁS SOLA, POR QUE ME IRÉ, NO MANDES TEXTOS, NO LLAMES, NO ME BUSQUES HASTA QUE EL TIEMPO ARREGLE LAS COSAS.- con lágrimas en los ojos, se acercó hasta la puerta de la habitación y la abrió, sin mirarme, se secó violentamente las lágrimas que le caían en su mejilla. Salió y dió un portazo que se escuchó cuando atravesó la puerta de entrada a la casa.
En shock, me dirigí a mi cuarto y me acosté, no entendía nada de lo que habia sucedido minutos antes, ¿ me habia quedado sin mi mejor amiga? ¿Yo había arruinado todo? Todo parecía indicar que sí...
6:30 a.m
..
ESTÁS LEYENDO
A and A
FantasyAmélia Whytte es una chica ordinaria, de 16 años a punto de cumplir 17, muy fan de los libros de Hush Hush y Cazadores de sombras por lo ficticio e imposible. Mientras ella da un paseo con su mejor amiga por uno de los más grandes shoppings de la ci...