-- Queridos alumnos, cómo el trabajo práctico de lo del árbol genealógico no tuvo éxito por que nadie lo entregó. Veremos un nuevo tema, a muchos les gustará y a otros no, a los que no les guste, pues lo lamento, tendrán que hacerlo de todos modos.- la profesora de Literatura se acercó hasta el medio de la clase, los pupitres estaban situados en una ronda.- ¿Qué tipos de mitos conocen?-
Una chica contestó "El centauro" otro chico mencionó "el chupacabras" otro "Pie grande"... y así constantemente. No pude evitar contener la risa cuando uno de ellos dijo que su madre le había dicho qué "El Coco" dormía en el armario y que si se levantaba a las 00:00 de la madrugada, la llorona se lo iba a llevar. Cassey había nombrado a los mitos griegos, esos que nombran a los dioses y pude observar como Dante me miraba fijamente con atención mientras yo trataba de recordar algún mito griego que no se había nombrado.
Luego de pasar un día demasiado largo para mi gusto en el Instituto, llegó la hora de salir e irnos a casa. Esperé apoyada sobre el capó de mi chevrolet hasta que me cansé y pude largarme de ahí para dejar atrás la vista del Instituto que me daba el espejo retrovisor.
Fue raro no hablar con Cassey en todo el día, me ha ingnorado rotundamente, puesto que el único que me hablaba era Dante que se había sentado a un lado mío. Todavía me dolía el hecho de nuestra estúpida pelea de amigas, ¿No me pediría perdón por hacer un momento tan dramático como hizo ella? ¿Tengo tanta culpa como mi amiga? ¿Le tendría que pedir perdón, apesar de que sacó un tema a relucir que no tenía nada que ver con lo que yo había objetado?. Pues no lo sé.
Mi celular comenzó a vibrar, lo busqué con la mirada pero recordé que lo había dejado en el fondo de mi bolso. Estacioné a un lado de la acera para poder atender la llamada sin correr riesgo de terminar en un hospital o peor, muerta por hablar por teléfono mientras conduces.--¿Hola?-
--Hola, soy Dante.- hizo una pausa y luego volvió a hablar, como si estuviera pensando que me iba a decir.--Oye, ¿Te molestaría que nos veamos en un rato?, es que no copié lo que dictó la profesora hoy, lo de Literatura y quiero tenerlo anotado. Si puedes venir, claro.
--mmm, seguro.- balbucee pensativa. No me creía el ciento de que no copió nada, se la ha pasado escribiendo cosas en su hoja, hasta a la profesora le llamó la atención.- ¿Donde nos encontramos?-
--Iré a recogerte a tu casa, en tres horas estaré por ahí.- colgó sin esperar a que le respondiera un simple si o un no. Pero no me me quedará otra que estar allí, esperándolo.
Dejé mi móvil en la guantera para seguir mi camino hasta mi casa, sabía que mi padre no iba a estar por que me había llamado a mi puerta para avisarme que volvería al día siguiente. Dejándome preocupada por su estado y por que estaría sola todo el día.
Me dí una ducha rápida y salí, cepillé mi cabello y me vestí; unos tejanos negros y una camiseta blanca lisa, con mi cazadora atada a mi cintura y mis comvers blancas. Cogí mi bolso yclas llaves de la vas y el automóvil. Una vez lista, me dispuse a ver las noticias hasta que se hizo la hora.
Eran las 18:29 y ya había alguien en la puerta, observé por la mirilla antes de abrir y como pensé, era Blakke, le abrí enseguida y me tomó por los codos acercandome a él.
Acerca su rostro hasta el mío, para darme un beso, pero lo evito y me termina dejando uno en mi mejilla. Me mira algo confundido, pero rápidamente cambia a mirada a una arrogante.--¿Con qué ya no quieres mis besos eh?- dice con esa estúpida cara de tonto que tiene él.- Veo que no, pues no te importará si otra muchacha tiene la oportunidad de besarme.-
--¿Siempre erés tan idiota?- rodé los ojos y los posé en el arbusto que estaba a unos metros, algo me llamó la atención, tal vez Kotta se había metido allí.
--No siempre, puedo hacer las cosas bien en la cama.- guiño un ojo, sus verdes ojos, sus malditos ojos estaban posados en mi. Sonrió de manera seductora y yo me voltee, para ir atrás de él. Pude contemplar el Mustang estacionado en el porche, limpio y sano. Dante se quedó observando atento mientras se acercaba y me abría la puerta del auto.
--¿A donde vamos?- contesté por décima vez mientras miraba por la ventanilla y podía admirar los árboles perfectamente alineados en ambos lados de la calle. Blakke me miró por un momento y siseó.
--¿Recuerdas aquél Bar en el que pelee con ese hombre y le gané?- respondió de una vez, claro que si me acordaba, había sentido temor, y también alguien me había querido asesinar. Deseché este último recuerdo de mi mente.
--Pues si, claro-
--Bueno, Ames, irémos ahí.- ¿Pretendía pelear enfrente de mi otra vez? Además.. ¿No era qué tenía qué copiar algunas cosas para Literatura?.. y... ¿Por que tomábamos este camino para llegar?
--¿Pelearás verdad?.- fue lo único que articulé.
--No seas ridícula Amélia, si tuviera que pelear, no te estaría llevando.- uf, respondió a mi pregunta como se debe.
--¿Por qué tomamos este camino?.- respiré y volví a preguntar como curiosa que soy.
--¿No te parece que haces muchas preguntas?- no apartó la vista del camino pero yo pude ver como se dibujaba una sonrisa en su rostro.
--Pues... no .- soltó una carcajada y yo lo miré sería, ¿Qué tenía eso de gracioso?.
--Oye, ríete un poco, estás demasiado sería.- sonreí falsamente.
--Idiota.-
--Ridícula-
--Niño cara de Rata.-
--Niña sin novio-
--¿Acaso eso debe ofenderme?- me reí por lo idiota sin cerebro que és este chico, lo cuál sólo causó que mi mirara compartiendo esa linda sonrisa que tiene la mayor parte del tiempo cuando no está burlándose de alguien. Osea yo, por supuesto.
Bajamos del auto y nos adentramos hacia las taquillas y el hombre nos dejó pasar sin pagar por ser un amigo de Dante, como dijo él. Caminamos un poco más y me acerqué hasta una de las mesas más alejadas que estaban vacías y me senté, dejando mi bolso a un costado, Dante se acercó y luego se fue para pedir dos cafés y una porción de tarta de coco.
Tomé mi móvil cuando éste comenzó a sonar, mi padre me avisaba que volvería al día siguiente temprano y que yo le esperara despierta por que tenía una pequeña sorpresa.Dante volvió ya con los dos cafés en casos de polietileno así quejándose los dedos y dejando rápidamente éstos sobre la mesa que nos separaba. Una muchacha que tenia un delantal, trajo el plato con la tarta y dos tenedores. Miró fijamente a mi amigo y pude ver como ella se ruborizaba cuando éste se dió cuenta y le guiñó un ojo. Ella se alejó con pasos decididos devuelta hacia la barra y se quedó allí agitando sus manos para que se le fuera el color carmesí de sus mejillas. Con enojo, desvié mi mirada hacia mi café y le dí un sorbo.
--Oye, no has dejado de mirar a la mesera desde que se fue de aquí.- comentó Dante riéndose a carcajadas. Yo no entendía que estaba tratando de decir.-- Estás celosa, por que le he guiñado el ojo y a ella parece que le gusto.-
--¿Celosa por tí?- Ahora fui yo quién rió a carcajadas.- jamás amigo.---Es irrelevante, como tú digas amiga.- contestó mirando atento, un pedazo de tarta, tomó su tenedor, cortó un pedazo y se lo llevó a su boca.- me estás mirando fijamente.-
--¿Quién? ¿yo?, pufff Estás loco-
--No sabes mentir.- miró fijamente mis ojos y me ocasionó nervios.
--Estaba pensando-
--¿En mi?- su voz arrogante, su maldita y condenada voz que estaba causando algo en mi. Quizás.. ¿Asco? Si creo que eso és.
--No te creas el centro del universo niño engreído.- contesté sería, lo miré a los ojos.
--Soy el centro del mundo.- tomó otro pedazo de tarta y lo llevó hasta mis labios. ¿Desde cuando necesito a alguien para que me dé de comer? Idiota. Tomé el tenedor con manos y sin querer, rozé las suyas y llevé el bocado a mi boca. Dante me miraba fijamente, me ponía nerviosa que hiciera eso.
Tomé otro sorbo de mi café y miré al idiota de mi amigo, que estaba ojeando mis apuntes de Literatura con cara de concentración en su rostro. Volvió su vista hacia a mi con preocupación y no tardó en hacer que me levantara de allí rápidamente, dejé dinero sobre la mesa y me tomó de la muñeca para guiarne hacia la salida. Claro que no entendía qué le había echo reaccionar de este modo...
19:57 p.m
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A and A
FantasyAmélia Whytte es una chica ordinaria, de 16 años a punto de cumplir 17, muy fan de los libros de Hush Hush y Cazadores de sombras por lo ficticio e imposible. Mientras ella da un paseo con su mejor amiga por uno de los más grandes shoppings de la ci...