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Dolía tener que elegir entre dos cosas que realmente aman.

Por un lado su carrera y sus hermosas ahgases, a las cuales querían ver sonreír desde el escenario.

Por el otro lado tenían a su hyung. Su hermoso Yoongi hyung quien necesitaba de todo el amor y cariño que le pudieran dar en estos momentos.

Sabían que en poco menos de un mes estarían de regreso en Corea, pero el insoportable deseo de estar al lado de su amigo en estos momentos no los dejaría en paz.

***

-Hyung, tienes que comer la gelatina- el nutricionista lo había visitado en la mañana diciéndole que le iría incorporando de a poco el hábito de comer.

Sucede que casi tres meses a base de sueros y alimentos intravenosos habían desacostumbrado a su estómago, por ende la ingesta tendría que ser, primeramente a base de agua.

Se la había dado de tomar en la mañana y la había tolerado bien.

Ahora era el turno de la gelatina. Pero el rapero se estaba resistiendo bastante...

-No dejaré que hagas esto- murmuró el maknae.

Desconfiaba que Yoongi quisiera volver a hacer otra locura. Intuía que su hyung, nuevamente estaba tratando de terminar lo que comenzó.

Pero él no le daría la oportunidad.

-Abre la boca hyung- ya se estaba desesperado- por favor, hyung- la voz se le quebró, y él miedo hizo que comenzará a temblar.

No quería que su hyung quisiera irse nuevamente...

La primera lágrima rodó por su mejilla cuando bajo la cuchara todavía cargada. Agachó la cabeza. No debía llorar, tenía que ser fuerte, por Yoongi.

Yoongi vio, escuchó y sintió el dolor de Jungkook.

"No sirvo nada más que para lastimar y molestar a las personas que amo"

Su corazón se apretó mucho más.

Levantó lentamente su mano, acunó la mejilla de su kookie haciendo que este levantara la mirada hacia él. Sin despegar sus ojos de los llorosos del maknae abrió un poco su boca.

Jungkook juraría que moriría de ternura.

Pero este no era el momento. Tenía que alimentar a su hermoso blanquecino antes de que volviera a ponerse en plan de "huelga de hambre"...

La gelatina desapareció bastante rápido. La sonrisa que mostraba Jungkook hacia que todo valiera la pena para Yoongi.

"Quizás si empiezo a hacer las cosas bien, vea esas hermosas paletas de conejo-rata más seguido"

Sonrió sin darse cuenta por lo que había pensado.

Jungkook lo vio, y sin poder resistirse...

-Te amo. Pero te amo mucho más cuando muestras tu sonrisa- su mirada mostró lo verdadero de sus palabras- tienes la sonrisa más tierna y hermosa del mundo mi Min Yoongi...

***

La escena en la casa de BTS esta tan o más sombría de lo que se acostumbraba últimamente.

Jin limpiaba sin limpiar el pasillo que da a las habitaciones y a los estu..

Sus ojos se clavaron en la puerta del estudio que pertenecía a Yoongi.

La última vez que habían entrado fue la noche en que todo se derrumbó. Esa noche sólo habían limpiado el desastre del baño y las manchas de sangre que habían quedado regadas por todo el tramo que Yoongi recorrió.

Nada más.

Esa vez, habían hecho todo rápido. Cada parte de vidrio, cada gota, de sangre que recogían los desasmaba.

El estudió permaneció cerrado desde entonces.

Su mano fue lenta hacia el pomo de la puerta. Titubeante.

Abrirla, también significaba recrear el momento en que vieron el dolor del ser que creían fuerte, indestructible. Abrirla, significaba  recordar cuanto habían destruido a un ángel.

La puerta no hizo ningún sonido al abrirse. Ya con sus ojos aguados se fue adentrarnos lentamente, sabiendo, que en realidad no quería estar ahí.

Pero debía.

Miró todo lo ya conocido. Observó detenidamente el polvo que se había acumulado, dejando un aspecto tan lúgubre y oscuro al lugar que antes siempre se encontraba pulcro y iluminado. No sólo por los monitores, también por algún que otro ritmo que sonaba cada que tenía que ir a ver algo por Namjoon o Hoseok...

-¿Qué haces aquí?- las voz de Taehyung lo sobresaltó.

-No lo sé- respondió en un murmuró- ¿Auto castigandome quizás?- se dio la vuelta. Encontrándose con los ojos rojos e hinchados de su menor.- Mejor salgam...

-No.- Taehyung se adentró totalmente al estudio.- Quiero...quiero mirar algo que me llamó la atención hace tiempo. Pero no me había animado a entrar antes. Mucho menos sólo.

Ante la atenta mirada de incógnita que tenía el mayor, camino a pasos inseguros hacia la cámara que nadie más que Taehyung había tomado en cuenta.

-Estaba en suspensión la noche que entramos a limpiar...- señaló mientras sacaba la filmadora del pequeño trípode- Creo que Yoongi hyung, estuvo grabando algo antes de....eso pasara. Quiero ver que es.

***

El corazón de Yoongi estaba corriendo una maratón desde que el maknae le había reclamado como suyo.

Comenzó a llorar. Él no era digno de su menor, ni siquiera se sentía digno de tener a alguien cuidando de él.

-No me Ames- dijo entre hipidos- No Ames a alguien como yo. No lo merezco.

Jungkook abrió lo ojos como platos. Y una pregunta se instaló en su mente.

¿Debería dejarle espacio a su hyung para que se desahogue?...

Continuará...


P.d: casi me olvido. Feliz día de la mujer!!

Somos una familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora