Bad Reputation |harrystyles|

3.

|Elizabeth|

—¿Hija, esta todo bien?—

Mamá pregunto cuando entre a la casa caminando rápido a las escaleras, necesitaba mi habitación, necesitaba pensar.

—Sí, mamá...necesito hacer algunas cosas para la universidad—conteste sin detener mi paso.

—¿Comerás algo?—pregunto desde abajo.

—¡Sí, luego!—

Cerré la puerta de mi habitación, sintiéndome a salvo. Me lancé sobre la cama y Harry Styles aún no salía de mi cabeza, ¿qué pretendía? ¿Michael estaba planeando otra venganza?

Cubrí mi rostro con ambas manos. y un gran suspiro de frustración se escapó de mi boca. Pensé que ya había sido suficiente com todo lo mal que el me había hecho, ¿Harry Styles es un nuevo cómplice?

Los días jueves eran mis favoritos, dentro de lo que se puede decir "favorito", me gusta música y es lo que hago cada jueves. Hace 7 mese atrás, un día jueves Michael me hablo, algo demasiado extraño para mi, normalmente él y su clase de amigos no se acercaba a mi, él lo hizo y nunca desconfíe de que tramará algo extraño, mucho menos algo tan agresivo.

Ese día Michael se acercó a pedirme ayuda para un proyecto, ni siquiera puedo recordar que proyecto era, me invito a su casa para que lo ayudara al día siguiente e incluso fue por mi a mí casa. Y sucedió, apenas entramos a su casa comenzamos con el proyecto me pidió que lo acompañara a su habitación para ayudarle con los libros y materiales que tenía arriba.
Llegamos a su habitación y no pasaron demasiado minutos cuando él me tomo por sorpresa a besarme. Me aleje, no era a lo que venía, se lo dije y él solo se burlo de mí obligándome a besarle.

—Michael, suéltame...—rogué cuando sus labios mordían la piel de mi cuello, lo empujé y el soltó una risa. Tenía miedo en ese preciso momento.

—Te gustará Elizabeth...sólo déjate llevar—acarició mi mejilla con uno de sus dedos bajando lentamente hasta llevar al primer botón de mi camisa.

—Quiero irme a casa—aleje su mano de mi cuerpo y camine a la puerta de su habitación. Él tomo mi brazo con fuerza y me pego a su pecho.

—¿Donde crees que vas, Elizabeth? No saldrás de mi casa sin antes abrir tus preciosas piernas...—susurró riendo y mi respiración se detuvo cuando sus manos comenzaron a bajar al botón de mi pantalón y golpeó con fuerza mi trasero.

—Michael, sueltame...Esto...esto no esta bien—tartamudeo con nerviosismo.

—No tienes idea de lo bien que esta Elizabeth ...te haré descubrir el paraíso, no tienes idea de todo lo que te estás perdiendo...¿cómo es posible que aún nadie te ha tocado?—

Quite sus manos de mi cuerpo con asco y el rápidamente las tomo con fuerza.

—Michael me estás lastimando— intente quitar sus manos pero fue aún peor, el me apretó más fuerte.

—Crees que eso me importa, preciosa...—llevo sus labios a los mios otra vez y mordió mi boca— siento tu sabor a castidad...¿follarte me hará un santo?

Su risa retumbó en mis oídos. Las lágrimas comenzaron a caer cuando él en solo segundos quito mi camisa y brasier, haciéndome sentir increíblemente vulnerable. Con mis manos ahora liberadas lo aleje de mi y cubrí mis senos alcanzando mi ropa.

—No vuelvas a alejarme de ti, hoy harás lo que yo diga...—me tomo del cabello pegando su frente a la mía con fuerza. Volvió a lanzar mi ropa y con una bufanda amarro mis manos en mi espalda, dejándome completamente vulnerable frente a sus ojos— Eres demasiado guapa Elizabeth...¿por qué no lo aprovechas tanto como yo lo haría?