Bad Reputation |harrystyles|

50 /Final/

|Elizabeth|

Abrí mis ojos con lentitud y una fuerte luz me molestaba. Gruñi al sentir un horrible y punzante dolor en mi cabeza, precisamente al borde de mi frente.

—Mi intención nunca ha sido lastimarla—escuché la voz de Harry—Amo a Elizabeth, solo quiero hacerla feliz.

Entrecerre mis ojos, intentando parecer aún dormida. Estaba en una habitación de hospital, sobre la camilla, estaba bien, así me sentía, nada más que un malestar en mi cabeza. Veía la respalda de Harry y cómo hablaba con papá y mamá.

—Lo sabemos, Harry—mamá acarició su brazo.

—No, no lo sabemos—papá nego, y continuó hablando—Desde que tu y ella están juntos solo han pasado tragedias, tú padre esta loco y mientras Lizzy este a tu lado solo corre peligro.

—Nuestro único problema ha sido Des, y el ahora esta en la cárcel, no hay peligro—la voz de Harry era tajante. 

—Tiene dinero suficiente para librarse de eso—papá habló—Así lo hizo cuando me chocó.

Harry suspiró:—Ahora es diferente.

—No lo es, Harry. No dejaré que mi hija este en peligro por ti.

—Ella no esta en peligro conmigo—levantó su voz, y ya podía imaginar lo enojado que estaba—La amo, por nada del mundo quiero dañarla.

—Alejándote de ella es la mejor forma de no dañarla—fue tajante.

—Robin...—mamá murmuró.

—¿Qué?¿Qué esta diciendo? Yo no haré eso, por nada del mundo lo haré, mucho menos ahora que seremos papas, simplemente no esta dentro de mis planes...nunca lo estará.

—Mamá...papá—los llamé. Evitando que esto continuara.

Mamá fue la primera en reaccionar y caminar hasta donde yo estaba, luego papá, mientras que Harry se quedó allí, con sus brazos cruzados, apretando sus labios y su vista baja.

—Despertaste, ¿cómo te sientes, cariño?—mamá acarició mi mejilla.

—¿Que esta pasando?¿Que hablaban?—enseguida hablé.

—Nada importante—papá respondió—¿cómo te sientes?

—¿Me pueden dejar a solas con Harry? Por favor—les pedí.

Mi vista estaba solo en el y cómo sus fuertes brazos estaba cruzados sobre su pecho, mire a mis padres salir y apenas la puerta se cerró, se acercó a mi.

—Mi amor...—murmuró besando mis labios, sonreí.

Me acomodé sobre la camilla dándole espacio suficiente para que se acostara a mi lado.

—¿Esta todo bien?¿te sientes bien?—acarició mis mejillas, asentí—¿Recuerdas todo?

Asentí:—Absolutamente todo.

Nuevamente beso mis labios, dejando sus manos sobre mis mejillas:—¿Quieres contarme qué paso?

Suspiré asintiendo.

—Cuando te fuiste ayer, después de casi una hora alguien golpeó la puerta—comencé a contar, el asintió—Pensé que serías tú, pero eran dos tipos, los...

—¿Los que estaban en la bodega con Des?—me interrumpió.

—Sí, ellos. Me tomaron a la fuerza y me llevaron hasta una camioneta, de hecho, tu me estabas llamando y ellos tomaron mi celular, lo tiraron por la ventana—