¡sí, sᴇñᴏʀ! »

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Lauren's pov.

Estaba leyendo algunos informes y firmando varios papeles en mi oficina muy concentrada.
Cuando escucho como tocan a la puerta.

-"Pase." Respondo con la voz ronca sin levantar la vista y continuar con lo que hago.

-"Con permiso, General, aquí está la presunta." Escuché la voz de unos de los oficiales.

Levanté mi vista lentamente encontrándome con una hermosa chica de piel canela esposada, el oficial Mendes la tenía agarrada por uno de sus brazos por detrás.

-"Está bien, gracias, oficial." Le respondí levantándome de mi asiento sin moverme. La chica me estaba mirando fijamente con una ceja alzada coquetamente, sentí una ligera corriente eléctrica pasar por mi columna vertebral, pero mi rostro seguía igual de serio.

El oficial Mendes asintió y salió de la oficina cerrando la puerta detrás de él.

Me acerqué a la chica con paso firme.

-"Entre aquí, señorita." Le dije cuando llegué a su lado, colocando mi mano en su espalda baja para llevarla hacia la pequeña celda que había en mi oficina. No miento, no me gusta tener esa cosa aquí, me pone algunas veces nerviosa.

-"A donde quieras voy, pero contigo, General." Me dijo la chica entrando a la mini celda con una sonrisa pícara, en verdad me hizo gracia su comentario, pero no hice expresión alguna, simplemente me le quedé mirando.

Cerré la celda y di media vuelta hasta llegar a mi escritorio nuevamente, y leer el informe sobre esta chica.

-"No seas aburrida, mi General... Me encanta como te queda ese uniforme."  Dijo ella guiñándome un ojo y mordiéndose su labio inferior.

Yo llevaba puesto mi uniforme normal; las botas gruesas negras, los pantalones militares con camuflaje negro y una camisa azul marina por dentro de los pantalones.

En verdad, esa chica es muy hermosa, tenía unos bonitos ojos marrones junto con unos apetecibles labios. En sí, ella es preciosa, mis ojos bajaron hacia su cuerpo y no estaba para nada mal.

Yo siempre había sido un poco difícil de excitar, pero esta chica encendió una pequeña chispa en mí. Pero tenía que mantener la cordura por ahora.

Bajé mi vista nuevamente al informe entre mis manos. Camila Cabello se llama, viene de padres con buena economía, tiene 20 años... Bueno, no es gran cosa, yo le llevo 5 años. Seguí leyendo rápidamente. Mm... Ya había hecho varios robos, pero nada tan grande, es muy ágil e inteligente, sabe cómo escapar de las situaciones.

Levanté mi vista rápidamente para observarla, y para mi sorpresa, ella también me miraba, parecía que llevaba unos minutos viéndome.

-"Bonitos ojos, General... General Jauregui." Dice ella tratando de encontrar mi apellido hasta que lo localiza y regalándome una hermosa sonrisa.

-"Gracias." Respondo secamente.

-"Uy... Qué voz tienes." Vuelve ella a decir jugando con su labio inferior.

Después de eso, como unos 20 minutos pasaron. Me dolía demasiado la cabeza, estar leyendo informes, firmando algunas cosas, etc. Mas también tener que escuchar los piropos realmente subidos de tono y algunos chiste malos por parte de Camila, sentía que iba a explotar.

Llevé mis manos hacia los costados de mi cabeza haciendo un poco de presión a ver si se calmaba.

-"¿Tiene dolor de cabeza, General?" Camila me dice parada contra las barras de metal.

« One Shots. || Camren »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora