« One Shots. || Camren »

ʟᴜɴᴀ ᴅᴇ ᴍᴇᴅɪᴀɴᴏᴄʜᴇ. » ᴀᴜ

Camila's pov.
11:40 pm.

-"¡Te odio!" Salí corriendo de mi casa con la vista borrosa gracias a los mares de lágrimas que caían por mis mejillas.

Mientras más corría más me adentraba al bosque, ya casi no veía nada.

También con eso, los recuerdos se apoderaban de mi mente. Mi padre no todo el tiempo fue así. Él era el padre que toda niña querría; su príncipe azul. —Mi príncipe azul...— Hasta que se fue destiñendo poco a poco.

A mis padres siempre les encantó el bosque, tener una casa en el bosque era el sueño de ambos según las historias que ellos me contaban cuando era niña todas las noches.

Ellos decidieron construir su propio hogar en un hermoso bosque, más o menos aislado de la ciudad.

Desde que yo había nacido, mi padre me llevaba a largas caminatas por la tarde y allí me hablaba de la naturaleza o también me llevaba a nadar en una pequeña laguna que había cerca de la casa.

Él era el mejor del mundo, me quería demasiado y era muy sobreprotector.

Tantas eran las lágrimas que casi no distinguía el camino.

Después de varios minutos corriendo, me doy cuenta que he perdido el rastro de mi casa... Bajo la velocidad empezando a trotar con cuidado esquivando con dificultad los árboles y sus ramas.

—¿Han sentido esa sensación de que algo los está observando?—

La joven morena se sentía observada con cada paso que daba. Escuchó el crujido de varias ramas secas en su espalda, alguien la estaba persiguiendo. Fue ahí cuando empezó a correr más rápido. Sólo una persona que estuviera mentalmente discapacitada estaría persiguiéndola por el bosque... O, según las historias que le contaba su padre, podría ser una criatura sobrenatural... Habían muchas teorías y leyendas de que en el bosque en el que ella vivía, había cierta probabilidad de que te topes con un hombre lobo mientras caminabas.

Camila corría y corría hasta donde sus piernas se lo permitían... Estaba muy asustada. Esa cosa venía a toda velocidad.

Volteó su rostro hacia atrás por milésimas de segundos —viendo cómo pudo— a la criatura que la perseguía.

Se sintió más débil al ver a esa enorme bestia a sólo un par de metros de distancia.

Justo antes de volver su rostro al camino no le dio tiempo a esquivar la gruesa rama que sobresalía del árbol chocando con ella, recibiendo el estruendoso golpe por encima de su ceja.

Cayó al suelo golpeándose la espalda por igual.

La joven chica estaba mareada y confundida pero el temor y pánico no salía de su cabeza al pensar en la criatura que la perseguía. Parpadeaba lentamente tratando de recuperar fuerzas pero era inútil.

Abrió sus ojos una vez más con la mirada perdida, encontrándose a la bestia mirándola con un par de ojos verdes brillantes y sintiendo su respiración chocar en su frente.

Todo alrededor de Camila quedó en completa oscuridad dejando a saber que había quedado inconsciente.

[...]

Abrí mis ojos lentamente removiéndome en mi lugar. —¿Qué diablos...? Ouch— Me quejé al sentir ese horrible dolor de cabeza. Me senté en mi lugar acariciando la zona adolorida.

Casi grito al notar al enorme lobo que estaba viéndome fijamente en una esquina de la habitación sentado. Me tapo la boca con ambas manos para evitar que algún sonido se escape y lo alarme.