Capítulo 16: Las nornas y un doloroso recuerdo

474 32 2
                                    

En la base del Yggdrasil

Odín estaba caminando por un bosque hacia el hogar de las nornas, éstas lo habían convocado porque el Oráculo que ellas manejaban, había dicho una profecía. El rey llegó hasta donde se suponía estaba el oráculo, había una enorme fuente de agua y detrás de ella, tres hermosas mujeres rubias salieron a su vista, cada una con un vestido diferente.

—¿Para qué me han llamado?

—Conoces el futuro Odín —dijo una de ellas—. Tu ojo fue el precio que pagaste, por conocer como derrotar a Laufey hace ya muchos años.

—¿A dónde quieres llegar Skuld? —interrogó Odín—. Tú sabes más que yo, eres la norna que ve lo que está por ocurrir.

—Me parece que sabes lo que Oráculo quiere decirte —dedujo otra.

—Si no lo dicen, lo que sé, serán suposiciones nada más, Verdandi.

—Es lo que tienes ahora —interrumpió Verdandi—. Pero no me corresponde hablar de eso a mí, es algo con respecto a tu pasado y eso corresponde a Urd.

—Recuerda a Jörd —ordenó Urd de pronto—. Recuerda quién mató a tu esposa...

—Ella está en el Helheim, no podrá escapar de su prisión...

—La hija de Jörd escapará al momento de tu muerte, regresará para provocar el Rägnarok —continuo Urd—. Y tu padre de todo no podrás hacer nada para evitar que Surtur llegue a Asgard y destruya todo a causa de Hela, debes también recordar que ella asesinó a Balder y a Holder...

—El fantasma de tu hijo mayor es la esperanza que tienes para que evites que la elegida muera en la batalla contra Hela —interrumpió Skuld.

—¿Quién es esa Elegida?

—Solo te podemos decir que la conoces, pero ni el Oráculo, ni el poderoso Heimdall podrán ayudarte está vez —informó Verdandi—. Suerte padre de Todo encontrándola, puesto que de ella depende la supervivencia de Asgard y del mismísimo Yggdrasil.

Las nornas se fueron tal y como habían aparecido, Odín perturbado inició su camino de regreso a Asgard a través de las ramas del Yggdrasil. Él conocía muchas personas en los nueve mundos, era demasiado para saber quién era la elegida de la que las nornas hablaban.

***
El domingo había sido casi igual que el día anterior, salvo que Loki había pedido que le quite las vendas para ver el progreso de sus heridas, Elena se las había quitado casi antes de dormir y efectivamente había visto que ya estaban cicatrizadas y ya no eran necesarias las vendas por lo que ambos agradecieron la sanación rápida de Loki.

Esa noche ella se había ido a dormir recordando ese año en la KGB, no entendía porque venían esos recuerdos a atormentarla, aunque trato de mantenerlo al margen.

A las tres de la madrugada, Elena se despertó con una pesadilla, estaba de regreso en KGB, estaban queriendo que mate a una niña...uno de sus recuerdos, salió corriendo de la cama al baño y se mojó la cara, sin saberlo esa acción había despertado a Loki.

—No volveré allí —dijo a su reflejo—. No voy a volver ahí, no voy a matar a nadie que ellos me digan, no sigas pensando en eso...

—Elena —llamó Loki, ella volteo a ver, estaba parado en la puerta—. ¿Estás bien?

—Si, si, es solo una pesadilla...una...

—Pareció más que eso —insistió él acercándose.

—Un recuerdo —susurró ella volteando a mirarlo—. Uno que ya había olvidado, es todo

Loki la abrazo mientras ella soltaba un sollozo, creía haber superado ese problema entonces Loki hablo. —Sabes que yo no he visto lo que te ha pasado... No me pareció importante en su momento...

Príncipes desterradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora