Príncipes desterrados

Capítulo 30: La última humillación

El timbre del teléfono de Elena los despertó a ambos, Loki se puso la almohada en la cara mientras Elena aún con los ojos cerrados buscaba en su mesa de noche su celular.

—¿Diga?

—Señorita Warhol soy Jill Abramson.

—Jefa —respondió Elena sentándose en la cama.

—Tengo algo que comentarte, pero será mejor que te sientes...

—¿Qué ha pasado?

—A pesar de que estas con licencia médica y que yo abogue por ti, juro que hice lo que pude para que no te hicieran esto porque te digo mil veces y te lo voy a seguir repitiendo eres la mejor periodista que ha tenido el Times... la Junta directiva ha decidido que alguien más ocupe tu puesto.

—¿A quién?

—Elena no tengo tiempo, la Junta te va a obligar a redactar tu carta de renuncia aceptando que tuviste participación en unos escándalos de corrupción y si no firmas utilizarán sus influencias políticas para encerrarte.

—Me estás diciendo que no puedo recuperar mi trabajo.

—Debes adelantarte y presentar tu renuncia hoy, ponle fecha de ayer y ven inmediatamente a mi oficina, yo procesaré tu solicitud y no podrán chantajearte.

—Estaré allá en unos minutos —aceptó Elena antes de cortar la llamada.

—¿Qué ocurrió? —preguntó Loki.

—Voy a matar a Einar, no me importa lo que quiera de mí, lo voy a matar. La Junta directiva quiere mi renuncia acusándome de delitos que no cometí, Jill va a ayudarme a salir limpia, pero...por todos los dioses, Einar pertenece a esa Junta directiva.

Elena se levantó rápidamente y fue a su closet, cogió un pantalón negro y una blusa azul, unos botines negros y su abrigo, Loki mientras tanto se levantaba de la cama, cinco de la mañana era demasiado temprano, pero entendía la emergencia para Elena.

—Matarlo no lo hará sufrir nada Elena —recordó Loki ante la impulsividad de su novia—. Quizá si pierde las empresas que tanto le enorgullecen...

—Podría ser... —pensó ella peinando su cabello en una cola

—Es mejor seguir averiguando que es lo que quiere —sugirió Loki.

—De acuerdo —respondió Elena y lo tomó de la mano llevándolo a la mesa—. Hasta que regrese seguramente tu ya sales hacia el trabajo así que déjame explicarte estos micrófonos. Ponlos en lugares clave donde discuta asuntos clasificados y esas cosas.

—Tranquila mi cielo —dijo Loki tomándole la mejilla—. Yo me encargo de eso.

Elena asintió le dio un beso a Loki y camino al ascensor, este se abrió rápidamente y ella entró, antes que se cerrarán las puertas vio como Loki regresaba a dormir, cuando las puertas se abrieron ella estaba en el estacionamiento.

Subió inmediatamente a su auto y comenzó a conducir mientras hacía aparecer con magia su carta de renuncia poniendo que había sido un gusto trabajar con todos pero que por razones de Salud no podía seguir en la empresa, el documento lo hizo aparecer con un folder negro.

Cuando llegó al Times se dirigió al estacionamiento y su auto lo dejó cerca del ascensor, hizo lo que le dijo Jill por más que hubiera deseado ir donde Kenna, ya que llegó justo a la hora de entrada, pero tenía primero que arreglar ese asunto y después averiguar a quien lo habían puesto en su lugar.

Cuando el ascensor de abrió ella prácticamente corría al entrar al lugar, su jefa hizo salir a su Secretaría al ver a Elena entrar a su oficina.