Capítulo 40: Nuevos Aliados

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La mañana de su coronación, Elena se encontraba terriblemente nerviosa, sus damas las ayudaron a vestirse, entre ellas se encontraba Sepnem, el rey había aceptado la oferta de Elena y ahora Sarji había regresado al Palacio después de muchos años a entrenar a los nuevos reclutas.

Después de un baño con agua y aceites florales, Sepnem la esperaba con un espectacular vestido de color piel con blanco, contaba con una gran cola y además adornos que lo hacían lucir espectacular, un regalo de Völundr.

Una vez tuvo el vestido puesto, Sepnem se encargó de su peinado, le hizo unas trenzas que se aseguraban que el cabello no le cayera en el rostro pero que dejaba gran parte del suelto, después le colocó joyería de diamantes que le había obsequiado ...

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Una vez tuvo el vestido puesto, Sepnem se encargó de su peinado, le hizo unas trenzas que se aseguraban que el cabello no le cayera en el rostro pero que dejaba gran parte del suelto, después le colocó joyería de diamantes que le había obsequiado su primo Högni.

—Gracias Sepnem —agradeció Elena cuando estuvo lista.

Salió de su habitación y estuvo caminando por los pasillos para relajarse, le había gustado esa vida, pero no tenía que acostumbrarse, un juego de Tronos era siempre peligroso, jamás pensó enfrentarse a algo semejante en su vida y aun así allí estaba.

—Hola prima —saludó Högni, Elena hizo una reverencia en forma de saludo, su primo sonrió—. Seguro te preguntas por qué una coronación para una princesa.

—En la tierra solo se hace una ceremonia para los reyes —fue su respuesta de Elena.

—No estamos en Midgard —señaló Högni sonriendo—. Aquí si no pasas por la coronación no eres aceptado en la familia real, así seas un bebé, normalmente se hace cuando llegas a los diez años, y en toda la historia solo dos personas han tenido una coronación a mayor edad, tu abuela Jörd y tú.

—Bueno es una explicación —dijo Elena sonriendo levemente.

—Deseas a tu esposo aquí —dedujo Högni, Elena solo lo miró—. Conociendo la fama del embaucador, pronto saldrá de esa prisión, y pronto Alfheim tendrá una ventaja que no ha tenido en siglos, tú nos has brindado eso, ignora a mi hermana, solo son palabras y poca acción.

—Nos escuchaste —entendió Elena sonriendo levemente.

—Casualmente —respondió Högni—No tardes mucho, mi padre no es paciente

Högni se fue, en realidad estaba esperando a Sepnem, ella era la que la iba a acompañar en su coronación, la chica no tardó ella legar vistiendo un elegante atuendo a juego con el de Elena.

—Ya es hora amiga —dijo Sepnem sonriente, ambas comenzaron a caminar juntas hacia el Salón del trono—. Sabes si me hubieras dicho desde el inicio quien eras, no te lo hubiera creído.

—No, pero el dato es que yo tampoco lo sabía —comentó Elena bastante nerviosa—. Aun así, aquí estamos.

Llegaron al gran salón, las puertas se abrieron anunciando su entrada, Sepnem ingresó detrás de ella, y detrás sus otras damas, esperaba que después de esta ceremonia pudiera escabullirse lejos o por lo menos en el anonimato. Camino por una alfombra central hasta quedar delante del trono, se arrodilló y él rey se puso de pie, Elena vio de reojo que los enviados de Asgard murmuraban, pronto Odín se entraría, pero no sabía si Loki se enteraría.

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