Capítulo 35: Venganza 3 •Thor•

208 17 2
                                    

Thor y Odín caminaban por los pasillos del Palacio, algunos de los cuales solo tenía acceso Odín. El padre de todo le había confiado a su hijo que existían varias formas más de salir de Asgard sin el Bifrost.

—Padre si había una forma de viajar entre mundos sin el Bifrost ¿por qué no lo dijiste antes?

—Hay muchas cosas de las que no te he contado —dijo Odín—. Y hay algunas cosas de las que desearía nunca haber sabido.

Habían llegado a una sala especial para realizar magia, un lugar que tenía en un contenedor magia oscura, Odín estaba concentrándose para romper una vez más sus propias leyes y enviar a su hijo en busca de Loki.

—Hablas de energía oscura —entendió Thor al llegar a la habitación—. ¿Puedes usarla?

—Sí, pero no sin un costo.

—Padre, tu salud...

—La de ambos —recalcó Odín.

—Ah —fue la expresión de Thor al comprender la implicancia de lo que iba a hacer.

—Escucha, tal como has jurado proteger a la tierra también has jurado proteger al hombre, y cada humano que muera por culpa de Loki o sus aliados pesará sobre tu conciencia, no podrás visitar a tu humana.

—Lo sé padre —dijo Thor con un suspiro.

—Esto te transportará hasta Midgard, recupera el Teseracto a cualquier costo —ordenó Odín—. Sólo podemos reconstruir el Bifrost con su poder. Tráelo a casa, y trae a Loki de paso.

—Lo haré.

—Que así sea —Odín empuñó el Gungnir y Thor empuñó el Mjolnir juntándolo con la lanza de su padre generaron un gran campo de energía.

Pronto Thor se encontraba cayendo y generando una tormenta en los cielos de la tierra, cayó a gran velocidad hasta chocar contra un bosque y creando un gran cráter, su poder hizo que recobrara la conciencia y en cuanto pudo utilizó el Mjolnir para redirigirlo a la búsqueda de Loki y no mucho tiempo después se encontró con un avión.

***
Stuttgart, Alemania
3 de mayo de 2012

El Dr. Heinrich Schäfer cumplía uno de los compromisos más importantes de trabajo su carrera, los nuevos usos con el Iridio habían dado grandes resultados y esa fiesta de gala era para presentarlo ante la comunidad científica.

Mientras el Dr. Schäfer se encontraba viviendo uno de los momentos más importante de su carrera, un Dios se encontraba llegando al lugar de la reunión, y un equipo de extracción se dirigía a las instalaciones donde se encontraba el preciado elemento.

Loki no tuvo problemas al llegar, cuando lo reconocieron como uno de los trabajadores más leales del difunto empresario Einar Ostberg. Se divirtió un poco en el lugar discutiendo teorías científicas hasta que Elena le aviso por un micrófono que tenía puesto que ya estaban en las instalaciones de la empresa de Schäfer.

—¿Qué tal los guardias? —preguntó Loki bromeando.

—Nada inmanejable —contestó Elena mientras Barton le disparaba a uno de ellos con una flecha—. Ya estamos en la Cámara donde se encuentra el artefacto.

—De acuerdo voy por él y después que comience el espectáculo.

—Que tengas suerte —dijo Elena.

—Gracias, nos vemos en Nueva York —respondió Loki para luego sacarse el audífono y destruirlo en su mano, en la empresa Barton colocaba un dispositivo en el escáner de retina de la bóveda que contenía el Iridio.

Príncipes desterradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora