Capítulo 55: Un nuevo rey y una nueva guerra

159 19 0
                                    

Después de dejar unos artículos ya escritos para que se puedan ir publicando en su ausencia y dejar a Astryr a cargo de ello y a Gerd a cargo de todo el castillo, Elena y Loki ya estaban listos para ir a Alfheim, Högni se había encargado de sacar a Helblindi y Thora que se encontraban en las prisiones.

Ahora con ya casi dos meses de nacidos, Elena y Loki se pararon en el patio donde habían celebrado Vetrnætr el año anterior, Högni llamó al Bifrost, y este los absorbió inmediatamente, llegaron al patio del Palacio donde se encontraba Sarji y Sepnem que se si prendieron al verlos.

—Príncipes—saludó Sarji con una reverencia.

—¿Y mi padre? —preguntó Högni.

—En el Salón del trono Alteza —respondió Sarji.

Elena se acercó a Sarji y le dio un suave abrazo teniendo cuidado con el bebé que ella llevaba, Sepnem se acercó y Elena acercó a Loki para poder presentarlos.

—Loki él es Sarji, amigo de mi padre me ayudaron mucho cuando llegué aquí después de lo de Nueva York.

—Me alegra conocerlos al fin, a Sepnem ya la vimos en Vetrnætr —saludó Loki—. Les estaré eternamente agradecido por cuidar de mi esposa.

—Baldruus habría hecho lo mismo que yo de ser el caso —respondió Sarji—. El rey los está esperando, será mejor que se cambien, dudo que le agrade las ropas midgardianas.

Elena sonrió suavemente, se despidió comenzaron a caminar por el pasillo, Loki con magia les cambió de ropa, sabían todos que lo primero que debían hacer era ver a Völundr y no les iba a dar tiempo de cambiarse de ropa, él se puso su traje asgardiano, a Elena le puso un hermoso vestido verde y Högni su armadura que usaba siempre.

Los guardias del Salón del trono les hicieron una reverencia, el dios embaucador sentía que por fin lo trataban como él se merecía, las puertas se abrieron y Völundr estaba en el trono con unos concejales viendo algunos asuntos de guerra.

—Padre —llamó Högni con ambos prisioneros, el rey no mostró ninguna emoción, ambos príncipes realizaron una reverencia—. Ellaria y yo traemos de regreso a Thora y al gigante Helblindi.

—¿Qué le sucedió a Helblindi? —preguntó el rey.

—No lo sabemos —dijo Elena sin dar más explicaciones pues no creía prudente revelar su habilidad aún.

—No importa, lo tenemos al fin —contestó Völundr—. Y ya que varios mundos lo quieren, aprovechemos para realizar un juicio de Yggdrasil, que los mundos implicados decidan que se hará con él.

Unos guardias llegaron y se llevaron a Helblindi, Elena y Loki solo observaban, luego el rey se aproximó a Thora quien lo desafiaba con la mirada, Völundr dio un suspiro y regresó al trono, los concejales observaban atentamente.

—No seré yo quien condene a mi hija, ya le he dado muchas oportunidades de vivir —lamentó Völundr—. El castigo y sentencia será de los concejales, ellos decidirán y ellos acatarán, tienen mi autorización.

—Hasta que el Concejo decida, debe estar en una celda —sentenció un concejal, Thora se movió inquieta—. Que sea en una celda mejor de Helblindi y lo más alejada de él como sea posible.

Los guardias llegaron y se llevaron a Thora a rastras, acto seguido los concejales salieron del Salón y las puertas se cerraron, la expresión de Völundr entonces cambió a una sonrisa para abrazar a Högni por su regreso y luego se acercó a la pareja, la niña en brazos de Loki miraba al rey con una sonrisa.

—Tiene parecido a Jörd —alabó el rey—. Cuánto me alegro de verlos sanos y salvos.

—Gracias Majestad —contestó Elena.

Príncipes desterradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora