Príncipes desterrados

Capítulo 50: Un Vetrnætr especial

Un mes y medio después

Loki había quedado totalmente sorprendido por el giro que habían dado las cosas alrededor de su esposa tan solo comenzando con su nombre, reponerse a todo lo que vio no le fue fácil, pero lo intentó, aunque no pudo superar su asombro al saber que Elena era digna de portar el Mjolnir.

Aun cuando había hecho su mejor esfuerzo, no le entraba en la cabeza como convivir nuevamente con el Dios del trueno y con toda la pandilla que lo había derrotado en Nuevo México, aunque casi cincuenta millones de dólares, los veinte de Daniel y treinta de aquel hombre amigo de Mitchell, era una suma muy disuasiva y que estuvieran buscando a Helblindi, pero hacía su esfuerzo por no encontrarse con ellos.

Högni se había marchado a Alfheim dos días antes, debía ayudar a su padre con la fiesta de Vetrnætr y el fin de las cosechas, era la fiesta más importante para el mundo élfico, Elena se había despedido de él llorando, Loki no pudo evitar ver que se encontraba muy sentimental últimamente, y no fue diferente cuando Sebastián tuvo que regresar a Nueva York, Loki solo toleraba amabilidad de parte de Elena, pero de nadie más.

Se levantó temprano para desayunar antes de que despertaran los invitados de Elena, como lo hacía todas las mañanas, pero ese día tuvo la mala suerte de ver que Thor había decidido madrugar junto con Jane para observar el firmamento, la gran pasión de la astrofísica.

—Hermanito —saludó Thor burlonamente.

—No estoy de humor —dijo Loki—. Elli no se siente bien.

—Me gusta es apodo que le has puesto a Elena...

—Se llama Ellaria —corrigió Loki—. Aunque no importa cómo la llames...

—Cálmate Tigre —tranquilizó Thor riendo, Jane no podía entender como Thor aun intentaba recuperar a su hermano perdido.

—Mejor sentémonos a la mesa...por favor —pidió Jane, los dioses decidieron obedecer.

—Hoy es Vetrnætr...

—¿Planeas volver a Asgard? —preguntó Loki con un poco de esperanzas, Elena estaba tardando en bajar de la habitación, ella le habia pedido que se adelantara porque no se sentía bien.

—¿Para qué? —cuestionó el Dios del trueno confundido.

—Para la fiesta —respondió Loki como lo más obvio del mundo—. Tu padre estará solo con todos los nobles.

—No tendrá problema con eso —dijo Thor sorprendiendo al embaucador—. La fiesta pasada fue más hidromiel que honrar a los antepasados, preferiría honrar a mi madre aquí en Midgard, siempre fue su mundo favorito.

—¿Y cómo es eso de Vetrnter? —preguntó Jane.

—Es Vetrnætr —corrigió Loki.

—Hermano... —cayó Thor y luego se dirigió a Jane—. La fiesta del Vetrnætr celebra el fin de las cosechas y honrar a los muertos, aquí lo celebran distinto me parece.

—Aquí es una fiesta de disfraces y los niños salen a pedir dulces por las casas —continuó Loki y luego sonrió—. Hay que ver que son ingeniosos, he visto unos disfraces muy originales en Nueva York.

—Hola a todos —saludó Elena, Loki le vio una cara extremadamente pálida.

—Por los dioses —dijo Loki parándose—. Si estabas tal mal no hubieras bajado.

—No, está bien tengo que comer algo de todas formas —contestó ella calmándolo y sentándose en la mesa a su lado—. Así que están comprando Halloween con Vetrnætr, yo diría que el Halloween es la versión del siglo XXI de las antiguas fiestas celtas y nórdicas, solo que sin hidromiel.