Capítulo XI.- El Enemigo Oculto

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Una intensa luz blanca penetró sus ojos. El Doctor sentía un gran dolor en la mandíbula, mientras veía el lugar donde estaba. Por las paredes blancas, la camilla suave y las botellas de medicina dedujo que estaba en la enfermería.

-Oh, hola Doctor. Que bien que despertaste.

Volteó para ver a la persona que le hablaba. Era Bonbon, la chica que huyó de Lyra.

-B... ¿Bonbon?- Le dolió decirlo, pero podía aguantarlo.- ¿Qué pasó?

-Te dieron un gran golpe en la mandíbula.- Dijo la enfermera al entrar.- Pero ya estás mejor. Sólo procura no hablar mucho y estarás repuesto para mañana, ¿entendido?

El Doctor asintió.

-Muy bien. Pueden irse, la escuela cerró hace treinta minutos.

-Gracias, enfermera Redheart.- Bonbon ayudó a su amigo a bajar de la camilla y lo acompañó hasta la salida de la escuela. Y a afuera, él volvió a abrir la boca.

-¿Cuánto... cuánto tiempo quedé inconsciente?

-Unas cuatro horas. Tienes suerte de que Flash Sentry te llevara a la enfermería en lugar de golpearte por ofender a su exnovia.

-Ugh... ¿novia? ¿Quién? ¿Ditzy?

Bonbon soltó una carcajada.

-Claro que no, es Sunset Shimmer. Si le hubieras hecho hace dos semanas lo mismo que hoy, te habría dejado peor que como estás ahora. Ah, y prepárate, porque creo que mañana serás muy famoso. Nadie se enfrenta así a ella.

El resto del camino hacia la casa de Derpy prosiguió de la misma forma: Bonbon hablaba y él escuchaba. No lo iba a negar: era muy habladora, pero tenía un carisma tan grande que la hacía soportable.

Eventualmente llegaron a su destino. Ella simplemente le dio un beso en la mejilla y se fue. De haber podido hablar, le habría preguntado sobre su relación con Lyra, pero al menos aprendió más sobre algunos alumnos de la escuela, en especial Sunset Shimmer.

Cuando entró a la casa, lo primero que recibió fue un abrazo.

-¡Perdón!- Ditzy estaba llorando.- ¡N-n-no supe cómo reaccionar! ¡Nadie jamás me había defendido así! ¡C-c-creí que empezarías a molestarme también, y...!

-Mhhh... ¿Ditzy?- El Doctor casi no podía respirar. Era uno de esos momentos en los que cuatro pulmones habrían sido mejores que dos corazones.- No... pue... res...

-¡Ups, perdón!- Ella lo soltó.- Pero entonces, ¿aceptas mis disculpas?

Asintió por milésima vez en todo el día.

-¡Genial! Voy a sacar los muffins del horno.

Ella fue a la cocina, ignorando que su amigo no podía comer alimentos sólidos.

***

Dio la medianoche, y el Doctor no podía dormir. Los Timelords podían pasar activos mucho tiempo, pero ahora tenía una nueva vida. Necesitaba adaptarse a ella.

Pronto descubrió que su insomnio no era causado por la fisonomía de los suyos. Era otra cosa.

Ditzy.

Lo que había oído sobre ella en la escuela estaba mal. No era para nada como la describían. Era una chica dulce, tierna, amable... Sí, tal vez era un poco torpe, pero nadie es perfecto.

Pero nadie más que él la veía así.

Y tuvo la idea: una fiesta.

"Sí, una fiesta suena bien", pensó. Pero iba a necesitar invitados, y sólo había cuatro personas a las que conocía bien: Lyra, Octavia, Vinyl y Bonbon, y no eran muy cercanas, aunque la evidencia decía que alguna vez lo fueron.

El Doctor sonrió. Tal vez ellas ya no eran amigas, pero él podría solucionar eso.

Y sabía cómo hacerlo.

***

Para algunos, el estúpidamente grande armario de escobas de Canterlot High era el lugar menos interesante del mundo.

Pero para Sunset Shimmer, ése era su hogar. Había vivido ahí desde que llegó a ése extraño lugar.

Y también era donde guardaba su Lista Negra, donde figuraba un nuevo nombre, justo debajo de Flash Sentry.

El Doctor.

Ella aún no podía creer que el chico nuevo se le hubiera enfrentado tan descaradamente. Y ya estaba planeando su venganza.

"¿Qué le haré a ese idiota?", pensó con malicia, "¿Lastimar a su amiguita? No, muy peligroso."

"¿Difamarlo? Nah, no se nada sobre él."

-¿Por qué no me lo dejas a mí?

Sunset saltó de sorpresa y volteó. Frente a ella se encontraba uno de sus compañeros: un chico de piel verdosa con cabello de tono más intenso. Siempre llevaba un sombrero de fedora y una corbata naranja. En su solapa traía un pequeño botón con forma de reloj de arena.

-¿Qué diablos haces aquí, Clockwork?- Shimmer se veía irritada.- La escuela cerró hace horas.

-Oh, lo sé. Pero entré para verte a ti, Sunset.- Ella notó que Clockwork guardaba una especie de pluma plateada en su bolsillo trasero, pero no le pareció importante.- Te tengo un trato, con respecto al Doctor.

-Sea lo que sea, no me interesa. Tengo planes para él, así que mejor regresa a tu casa antes de que arruine tu vida.

El chico se encogió de hombros.

-Bueno, entonces creo que me guardaré lo que te iba a decir sobre el espejo.

Sunset palideció.

-¿Q-q-qué? ¿C-c-cómo sabes...?

-Todos tenemos secretos, Sunset.- El chico le mostró una sonrisa macabra.- Entonces, ¿quieres escuchar mí propuesta?

No podía hablar así que asintió.

Clockwork le arrojó un paquete de hojas y fotos. Ella los tomó y revisó. Se trataban de varios planos y hojas llenas de ecuaciones.

-¿Qué es esto?

-Esto, Sunset, es lo que esperabas.- Le señaló los planos.- Aquí se muestra la estructura del castillo donde guardan el espejo. Y las ecuaciones marcan lo que jamás pudiste deducir: la próxima fecha exacta en que se abrirá el portal.

Sunset Shimmer estaba a punto de desmayarse.

-¿Qué es lo que quieres?

-Si deseas adquirir mi pequeño obsequio, tendrás que cumplir dos cosas.- El chico empezó a caminar de un lado a otro.- Primero, no me preguntarás cómo conseguí éstos objetos, así como yo no preguntaré sobre tus planes.

-¿Y cuál es la otra?

El corazón de Sunset tembló al ver la sonrisa de Clockwork. Ésta daba más miedo que la anterior.

-Quiero encargarme del Doctor.  

Equestria Girls: Las Aventuras del Doctor y DerpyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora