Eran las 4 de la tarde de un hermoso martes en Canterlot High. Muchos alumnos se habían ido apenas terminaron sus clases, pero el Doctor decidió quedarse en la biblioteca, al menos hasta que cerraran la escuela. El día había sido ajetreado, pues muchos de sus profesores eran personas realmente amargadas (el profesor Cranky Doodle y la señora Harshwhinny eran buenos ejemplos de ello). La única excepción era la profesora de literatura, la señorita Cheerilee (quien, según Bonbon, apenas se había graduado el año pasado de Caterlot High, pero que trabajaba como interina en la escuela para pagar su Universidad el próximo año). A eso agreguémosle el cansancio tras restaurar la amistad de Lyra, Bonbon, Vinyl y Octavia, y la molestia de escuchar a los demás murmurando sobre su enfrentamiento con Sunset Shimmer del día anterior.
Entonces fue cuando se dio cuenta: a pesar de todo lo que escuchó sobre Sunset, ella no había intentado hacerle nada en todo el día.
"Tal vez no es tan malvada como dicen", pensó para sus adentros mientras seguía sacando libros de los estantes. Había uno que vio en el directorio, "Celebraciones 101", y lo necesitaba para organizar la fiesta de Derpy, pues cada reunión social a la que participaba o terminaba en desastre (como aquella Navidad en que casi se estrelló un crucero espacial contra la Tierra) o alteraba la línea del tiempo en cierta forma (aún no se perdonaba por inventar el daiquirí de banana un par de siglos antes de lo programado).
Así que lo mejor era organizar todo siguiendo las reglas.
Estaba en eso cuando una voz chillona lo estremeció.
-¡Holi hola!
El Doctor saltó de la sorpresa y estuvo a punto de sacar su Destornillador Sónico, pero se detuvo en cuanto vio que se trataba de una chica de cabello esponjoso y color rosa chillón.
-Hmmm... hola, ehhh... -"¿Cómo se llamaba? ¡Lyra me lo dijo ayer!"- Ehhhh... ¡Pinkie Pie! Sí, Pinkie Pie. ¿Qué tal? Soy el Doctor.
Pinkie le estrujó la mano, sin preguntarle cómo sabía su nombre o por qué se llamaba así.
-Un placer Doc. Veo que buscas algo. ¿Puedo ayudarte?
-No realmente. Sólo busco un libro, "Celebraciones 101", pero debieron de habérselo llevado.
-¡Oh, lo hubieras dicho antes!- Entonces metió su mano a su cabello y sacó el libro de ahí. Él iba a preguntarle al respecto de tan peculiar movimiento, pero recordó que Bonbon le advirtió sobre tratar de hallar sentido a las cosas que hacía Pinkie.- Parece que vas a organizar una fiesta.
-Sí, es algo para una amiga.- Contestó.-Algo pequeño. Una fiesta de apreciación.
La chica rosada le dedicó una gran sonrisa.
-¡Ay, tontito! ¡No puedes aprender eso de un libro! Mira, mejor déjame ayudarte. Soy buena para organizar tooooodo tipo de fiestas.
-Eh, gracias, pero quiero hacer esto por mi cuenta.
La niña simplemente asintió.
-Okey Dokey Lokey.- Su tono era muy jovial, como si nada pudiera deprimirla.- Pero si necesitas ayuda, sólo avisa.- Entonces se fue corriendo a una velocidad impresionante.
El Doctor se quedó callado.
-Raro.- Mientras volvía a acomodar todos los libros que había sacado, con excepción de aquél que buscaba, escuchó unos pasos que se acercaban, y el sonido de una voz fría.
-Doctor, ¿podría hablar con usted?
Él volteó a verlo. Era un chico de su clase de literatura, más o menos de su misma altura y que portaba un sombrero de fedora. Nada fuera de lo común, aunque al Doctor le sorprendió notar que ambos traían el mismo broche con forma de reloj de arena.
-Claro, tú... ¡Clockwork! ¡Por supuesto! ¿Es sobre el proyecto que tenemos que entregar dentro de dos meses? Porque si lo quieres hacer en equipo...
Él otro chico lo calló con una mano. Entonces sonrió.
-¡Ah, el afamado Doctor! ¡La Tormenta que se Avecina, el Destructor de Mundos, condenado a hacer la tarea!
El viajero palideció ante aquellas palabras. Sonrió nerviosamente.
-Je, no... no sé a qué te refieres, Clocky. Quiero decir...
-No debes ocultar nada, Doctor. Sé quién eres, pero descuida: tu secreto está a salvo conmigo.
Mirando a ambos lados, el Doctor cambió su semblante a uno de seriedad.
-Bien, acepto que sepas mi identidad, pero aún no me has dicho tu verdadero yo.
El otro chico se quitó el sombrero y lo agitó como reverencia.
-Se me conoce por muchos nombres a través del tiempo y el espacio. Para el Universo, soy el Vigilante, aquél que todo lo ve y sabe. Y para nuestra gente... bueno, eso es un poco menos ominoso.
"Era conocido como el Relojero, y soy el último de los Timelords en éste Universo."
El Doctor no le daba crédito a lo que oía. ¿Otro Timelord frente a él?
-N-n-no es posible.- Exclamó.- Sé que tuve una contraparte mía aquí, y si lo que he visto es cierto, él, al igual que yo, destruyó a Gallifrey y a los Timelords. Tú no puedes existir.
-Oh, mi querido Doctor. Tu visión es tan... limitada.-Él chico empezó a caminar alrededor de él.- La realidad es que tu encarnación más odiada jamás destruyó nuestro planeta.
-¿Qué?
-Como lo oyes.- Prosiguió.- Él, con ayuda de otras doce de tus encarnaciones, congeló a Gallifrey en un solo momento en el tiempo, manteniendo el planeta a salvo hasta su liberación, mucho tiempo atrás en éste mundo.
Estaba atónito ante lo que oía. Galliffrey se salvó, y con ello toda su gente.
-Entonces... eso significa que están...
-No.- El tono burlón del chico cambió a uno de pena.- Tiempo después, un demente provocó una guerra contra casi todo el Universo. Ése monstruo logró, sin ayuda de nadie, extinguir a toda la raza. Sólo sobrevivimos dos, hasta donde sé: el Maestro y yo. Sin embargo, el Maestro también sucumbió a manos de dicho loco, en un intento por detenerlo. Ambos perecieron durante el combate, dejándome sólo en el Universo.
Una lágrima resbaló por la nariz del Doctor.
-¿Qué fue de mi contraparte?
-No tengo idea. Tal vez siga allí afuera, pero no lo puedo sentir. Es probable que también falleciera.
Se hizo un pequeño silencio entre ambos.
-¿Y cómo supiste que no era el Doctor original?
-Te reconocí. Mi madre, la Profeta, me contó muchas historias sobre ti. Y por tu apariencia, es obvio que te encuentras en tu décima encarnación, aunque tienes unas pequeñas diferencias con el Décimo Doctor de éste Universo. El hecho de no detectarte como un Timelord fue el factor decisivo en dicha resolución.
El viajero le iba a proponer una alianza, pero notó algo que dijo en su última respuesta.
-Espera, ¿tu madre era la Profeta? ¿La Timelady que veía presente, pasado y futuro al mismo tiempo?
-Sí.- Una nueva sonrisa tenebrosa surgió en el rostro del Relojero.- Y heredé una pequeña parte de sus dones. Por eso puedo ver momentos del futuro y el pasado, en múltiples lugares, tan lejanos y cercanos a la vez, que tú simplemente no lo comprenderías. Incluso puedo ver otros Universos por tiempo limitado, y eso me ha sido muy útil en tiempos recientes, déjeme decirle. Solamente ciertos momentos me son negados. Aparecen como una sombra borrosa en el tiempo.
Por primera vez en mucho tiempo, el Doctor quedó impresionado, incapaz de comprender tanta información. Eso cambiaba la forma en la que esperaba vivir en ése nuevo Universo.
-Entonces, asumo que quieres hacer una alianza. Que viajemos juntos a través del Tiempo y el Espacio.
El Relojero soltó otra risa, pero ahora sonaba burlona.
-¡No, Doctor! ¡Lo interpretó todo mal!
"Quiero que se muera."
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Equestria Girls: Las Aventuras del Doctor y Derpy
FanfictionEl Doctor finalmente llega a la ciudad de Canterlot, en esta ocasión contará con el apoyo de una nueva compañera: Derpy Hooves. Esta historia narra los eventos anteriores y posteriores a las películas y especiales de Equestria Girls. Historia origin...