Subí a la superficie y respiré hondo.
El agua estaba fría y vi a los demás, pero estaban preocupados.
- ¿Qué pasa?- dije yo abriendo la boca para respirar más profundo.
- ¿Dónde está Samanta?- respondió Alejandra preocupada.
- ¿Ha caído bien?- preguntó Denise mirando al agua.
- La buscaré.- dijo Jorge hundiéndose en el agua.
Hize lo mismo, abrí los ojos y escocían pero tenía que encontrar a Samanta.
Estaba asustado cuando la vi borroso en el fondo del océano.
Bucee hasta llegar a ella y cogerla de los brazos.
- ¡Ayudadme!- grité nervioso.
Enseguida nadaron hasta a mí y me ayudaron a llevar a Samanta hasta la orilla.
Una vez allí...
Alejandra estaba con los ojos vidriosos, Denise la abrazaba, Jorge estaba marcando el teléfono.
Pusimos a Samanta en la arena, estaba pulsando su pecho para que saliera agua. No respondía.
- ¡Van a cojer el puto móvil de una puñetera vez Jorge!- grité enojado y asustado.
- ¡Eso es lo que intento!¡Es la mierda de señal, que no hay!- contestó tirando el móvil a la arena con fuerza.
- Ayudala por favor Ángel.- me dijo llorando Alejandra.
La miré a los ojos y sentí que podíamos perderla, a ella, a Samanta.
Miré a Samanta, estaba pálida, con su boca entreabierta y no respiraba.
Tenía que hacer algo, sino sería tarde.Hize fuerza en la parte de su tronco, una y otra vez. Vomitó un poco de agua y volvía en sí, sólo le faltaba oxígeno.
Me agaché y puse mi oído en su boca para ver si respiraba y así era, me mojé los labios con la lengua y me dirigí hacia esos labios.
Pasé mi oxígeno a su interior, una y otra vez hasta que, sus labios empezaron a moverse con los míos, en un suave y lento beso apasionado.
Sus labios encajaban con los míos a la perfección pero caí en la cuenta, le estaba pasando oxígeno y no me gustaba ella.
Me separé rápidamente de ella y me alejé de ese incómodo momento.
Todos me miraban sorprendidos, y estaba sonrojado. Quería salir de allí pero no podía.
Escuché toser a Samanta, y vi de reojo Alejandra correr hacia ella para ver si estaba bien.
- ¿Que boca a boca no hermano?- escuché decir a Jorge.
Lo miré con una mirada amenazadora.
- Vale,vale. Tranquilo...- dijo con las manos en alto y dándose la vuelta para ir donde estaba Denise.
- ¿Qué me ha ocurrido?- habló Samanta incorporándose con ayuda de su amiga.
- Has perdido la respiración porque habías tragado mucha agua.- explicó Denise recogiendo el móvil de Jorge del suelo para dárselo a él.
- ¿Quién me ha salvado?- preguntó ella tocándose los labios.
- Ha sido él.- confesó Jorge con una sonrisa.
Ella me miró a los ojos, se sonrojó y quitó los dedos de sus labios, en cambio, yo también me sonrojé por recordar el momento.
Todos miraban la escena atentamente y eso me incomodaba demasiado.
- Bueno...- habló Jorge sentándose en la toalla.- Ahora toca estar tranquilitos...- continuó abriendo su bocadillo.
Me dirigí hacia mi toalla para sentarme y comerme mi delicioso bocata.
Mientras comía pensaba en el momento, sus labios me atraían, quería mucho más de ellos pero no podía, estoy seguro de que ella no me gusta.
***
Estábamos recogiendo las cosas de la playa para irnos de ese precioso lugar.
Me acerqué a la orilla para ver el atardecer, sus colores rosas y naranjas se mezclaban en el cielo con una vista digna de ver.
Oí unos pasos dirigirse hacia mí pero no quise saber quien era.
- Es realmente hermoso...- dijo Samanta mirando la escena.
- Lo es...- respondí sin quitar la mirada.
- Oye... Quería decirte...- habló girándose para mirarme a los ojos.
Hize lo mismo y la observé, cada detalle de su rostro para gesticular una palabra que le costaba decirla me encantaba...
Poco a poco se sonrojaba y me miraba fijamente con esos ojos color miel con el contraste de la tarde era una belleza máxima.- ¿Si...?- contesté.
- Gracias por haberme salvado de las profundidades de ese océano.- dijo al fin.
- No ha sido nada, no te preocupes.- respondí tocándole el hombro.
Ella me miró con ojos esperanzados con llenos de ilusión y agradecimiento.
Lentamente se acercó a mí pero sin dejar de mirarme fijamente. Posó su cabeza en mi pecho y cerramos los ojos.
Ese acto me marcó de por vida...
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Amor Motorista
RomanceSamanta, es una muchacha de 22 años, vive en una ciudad hermosa es morena, ojos color miel, pestañas abundantes,labios carnosos. Ángel, otro muchacho de 23 años, vive en la misma ciudad de Samanta es moreno, con ojos verdosos... Un día se ven en la...