Amor Motorista

Capítulo 43

No me lo puedo creer. Yo lo sabía desde el principio, no debía enamorarme ni hacerme falsas ilusiones. Desde siempre he sido así hacerme la dura para luego ser la que va detrás de las personas. 

- No le voy a hablar más. Le voy a bloquear.- le dije enfadada a Alejandra.

- A ver Sami, déjame que lo vea.- me lo arrebató de la manos. 

Mi enfado incrementaba a cada segundo y más si lo empezaba a recordar continuamente.

- Se ha desconectado cuando lo ha leído... Puede que se le haya apagado el móvil.- contestó dándomelo.

Lo miré de nuevo, tenía razón. No se ha vuelto a conectar desde que vió mi mensaje. 

- Pero que me da igual, que no ha echo mi para responderme tío.- me senté en el sofá enfadada.

- Yo que sé tía, mañana te hablará.- me dijo Alejandra mientras se volvía a acurrucar con la manta.- Anda, duérmete aquí.- dió golpecitos en el sofá en señal de que me echara.

Le hice caso y se quedó dormida a los minutos. 

Ángel. Sabía que me iba a hacer eso, confiar en una persona para que luego pase lo que pase. Lo que no llego a entender es que me diera un beso, estuvimos muy bien esa tarde y ahora esto. ¿Es culpa mía? ¿O la de él? No lo entiendo. 

Mañana iré a su casa para hablar con él, sino trabaja claro y si no me contesta a mi mensaje...

No sé qué hacer... Siempre soy la misma.

- Sé que querrás ir en busca de él. No lo hagas, espera un poco.- me dijo Alejandra apagando el televisor.

Me sorprendí que leyera mis pensamientos, tendré que hacerle caso. Ella sabe muy bien qué es el amor y yo en cambio, todas mis relaciones las jodo.

Al día siguiente, sonó mi despertador. Parece que hoy tenía trabajo y no me acordaba. Será un día aburrido pero me podré despejar para no pensar más en Ángel y en todo lo que ha pasado.

- ¿Tan temprano suena tu alarma?- preguntó bostezando Alejandra.

Me estiré lo suficiente para relajar mis músculos y levantarme e irme, dormí un poco mal esta noche porque el sofá es muy pequeño y obviamente ella y yo no cabíamos pero como somos cabezotas pues eso...

- Sí, hoy tengo curro. ¿Me podrías hacer un favor hoy?- dije mientras andaba hacia la cocina para prepararme el desayuno.

- Claro dime.- contestó ella estirándose también.

- ¿Podrías ir hoy a comprar un poco de comida y productos de limpieza porfa?- ya que estábamos las dos tendríamos que tener el doble de comida.- Aparte de, avisar a tu madre y coger toda tu ropa para que te quedes aquí con todas tus cosas.

- Vale sin problema. Me arreglaré y iré temprano para dar un paseo con la buena mañana que hace.

Me alegré por fin iba a tener todo bajo control y nada estaría tan mal, excepto lo de Ángel.

Al cabo de media hora me fui de casa y fui al trabajo, por fin podré despejarme...

El mismo día y hora nos vamos al punto de vista de Alejandra y...