Capítulo 5.

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Hola, sé que ha sido un largo tiempo desde que actualicé éste fic, pero no puedo mentir y decir que no tenía inspiración para éste fic, o podría tomarselo así hasta el punto que olvidé que lo estaba escribiendo, y por eso después de tantos meses al fin lo recordé y puede venir a dejar otro capítulo que espero les guste.

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En un principio no entendió la razón de que su señor le pidiera que se fuera del castillo, y tuvo miedo de que éste lo estuviera echando de su lado ahora que se había casado, sin embargo cuando le fue dicho que debería volver al día siguiente se sintió un poco aliviado, tan contradictorio a cuando acababa de llegar ahí que sólo quería huir al mínimo descuido, pero se había resignado que no podía hacerlo, además, ahora ya no lo creía necesario, estaba bien, absolutamente todo, y era él quien no quería irse, aunque tuvo que obedecer esa orden de pasar esa noche fuera del castillo solo y no con su amo como solía ser si es que no dormía en el castillo.

Cuando los primeros rayos de sol se alzaron en el cielo y él despertó, estuvo casi seguro que era hora de volver al castillo a pesar de que su amo le hubiera dicho que tenía hasta el medo día para hacerlo, pero no iba a mentirse, quería volver con él, además creía que si lo veía en el castillo temprano podría reconsiderar la idea de mandarlo lejos, incluso había pasado por su cabeza que él podría ser libre ahora que su amo se casó, lo veía como una posibilidad y él no quería su libertad, no sólo porque no tenía a un lugar a dónde ir, sino que ahora que incluso Dae Kyung estaba en el castillo tampoco quería volver a estar separados, no otra vez.

Después de asegurarse de que la cabaña estaba en orden salió de ésta, montando a Tormenta, el corcel que Min Ho le había dicho que era casi suyo porque fue con éste con el que lo encontró en su primera huída y, ahora todo lo que tuviera que ver con su amo se había convertido en especial para él.

No le tomó demasiado tiempo estar de regreso en el castillo viendo como parecía que la actividad en éste ya había comenzado, porque cuando llevó a Tormenta al establo, para después entrar a la cocina por la puerta de la servidumbre, como era la costumbre cada vez que salía del castillo aunque esperaba escuchar que su amo hubiese preguntado por él, algo que le dijera que lo había extrañado la noche anterior aunque y de alguna manera le explicara la razón de esa petición que le pareció tan extraña que la noche anterior no estuviera en el castillo.

—Taemin —Tae Yeon, el ama de llaves mencionó su nombre al darse cuenta de su presencia —que bueno que estáis de regreso.

—Bueno días, ¿El amo Min Ho me ha requerido antes?

—No, pero su esposa pidió que fueras tú quien llevara su desayuno. Cuando esté listo se lo llevareis.

Asintió al escucharla, sentándose en una de las sillas que había en la mesa de la cocina. Tomó una manzana de las frutas de la cocina la llevó a sus labios, porque a pesar de que no había despertado hace mucho también tenía hambre, y si no tuviera que llevarle el desayuno a la esposa de su amo hubiera ido a buscarlo, aunque ya imaginaba que lo vería junto a ella, y aunque la idea no le gustaba debía aceptarla porque él no podía enojarse porque su amo se casó, no tenía derecho alguno.

—Estáis más gordito —dijo Tae Yeon apretando suavemente una de las mejillas de Taemin.

—¿Y eso es malo? —preguntó el joven viendo su manzana mordida.

—No —ella también tomó una manzana.

—Entonces, ¿por qué siempre estáis dándome una infusión extraña cuando decís esas palabras?

Tae Yeon apartó la mirada del joven y fingió que estaba supervisando que la cocinera colocara el desayuno bien para que fuera llevado a la nueva señora de la casa, sin embargo cuando se giró la mirada de Taemin esperando una respuesta estaba sobre ella.

Prometo amarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora