CAPÍTULO 1 CHRISTIAN

5K 212 18
                                    


Me despierto temprano, son las seis de la mañana, me siento muy feliz porque hoy es mi primer día de clases, aunque cursé tres años de Kínder, pero mamá dice que en la primaria aprenderé muchas cosas nuevas, entro a la regadera y me baño en diez minutos, desde anoche arregle mi uniforme, me unto mi crema y rocío la loción que me regaló papá, ya listo bajo con una mochila con un solo cuaderno, un lápiz, goma, colores, sacapuntas, una regla y mi gafete de estudiante del Colegio Benjamín Franklin, bajo a la cocina saludando a mi madre, padre, hermano, hermana y a la señora Constanza, ella es nuestra ama de llaves y nana.

Me sirve mi desayuno, consiste en un jugo de naranja, puede ser de mandarina, de zanahoria, betabel o tomate, la mitad de una toronja, huevos al gusto que en esta ocasión son revueltos con tocino, un plato de sandía picada, es mucha azúcar natural, pero es necesario por las calorías que quemamos, ya que por las tardes después de regresar de clases y terminar nuestras tareas, vendrá un entrenador de acondicionamiento físico, porque hemos tenido desde bebés un entrenador de natación.

Mis padres son unas personas muy ocupadas, pero al tratarse de nosotros siempre tienen el espacio suficiente para atender nuestras necesidades personales, educativas, de vestir y deportivas, en el auto vamos en la parte de atrás mi hermanita Mía de cuatro años, ella está en el Kínder, Mi hermano mayor Elliot que tiene ocho años, él estudia el tercer año de primaria y yo en primero de primaria, delante van mis padres, todas las mañanas nos llevan al colegio, pero por las tardes, el chofer de casa que se llama Sebastián, pasa primero por mi hermanita al Kínder después pasará por Elliot y por mí a la primaria.

Pasamos primero a dejar a mi hermanita al Kínder, ahí hemos asistido también mi hermano y Yo, Elliot se parece mucho a mi papá, güero con ojos claros descendencia Grey, Mía y Yo a mamá, descendencia Treyvelan, solo que yo saqué los ojos grises como mi abuelo Theodoro y mi hermana los ojos color café como mi madre. Admiro mucho a mi hermano Elliot, él tiene mucha habilidad en sus manos, construye muchas cosas curiosas, sus trabajos de escuela los monta el mismo, mis padres no necesitan forzarlo hacer tareas, él llega con el mismo entusiasmo con que se va a la escuela, a mí me agradaron mucho los números y la lectura.

En el receso, mi hermano me buscó para ir a comer nuestro almuerzo, en la lonchera nos depositaron un sándwich de atún con mayonesa, rebanada de jitomate y una hoja de lechuga, de beber nos pusieron un litro de agua de melón y una manzana, me sentía muy contento con lo apenas aprendido durante la mañana, de tarea nos dejaron una plana de cada letra del abecedario y de numeración del 1 al 100. Toda la semana vimos la unión de varias letras para formar palabras, lo único que no me agradó, fue hacer dos planas de mi nombre y de cada miembro de mi familia, está muy largo Christian Grey Treyvelan. En matemáticas aprendí la suma y la resta, y de numeración fue lo mismo del 1 al 100 pero primero fue consecutivo, después de 5 en 5, de 10 en 10 y así aumentando las cifras.

La semana fue amena en el colegio, por fin llegó el fin de semana, mis padres tratan de no tener compromisos, nuestro entrenador físico también descansa los fines de semana, pero nos pidió que les hiciéramos una demostración de lo aprendido a nuestros padres, a medio día después del almuerzo, les dijimos que haríamos una presentación en el jardín, pusimos una melodía de acuerdo a los ejercicios de rutina cada uno, mis padres estaban con lágrimas en los ojos de alegría, sobre todo con Mía, se veía muy chistosa haciendo los movimientos, mi madre nos filmó con la cámara familiar. Después nos metimos a nadar todos y salimos a comer. Las tareas las hacemos de preferencia el mismo viernes, ya que nuestros padres nos dijeron que íbamos a salir alguno que otro fin de semana a lugares para acampar.

LOS EMPRESARIOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora