ANASTASIA
Al ver a mi marido prensado a Linda, no sentí nada de celos, también yo sentía esa necesidad de que ella tuviera la dicha de probar los besos de mi marido, pero era demasiado tarde, esa pregunta me la hizo Shena, después de haber oído la grabación de que mi esposo me amaba tanto, ¿dejaría que Christian le diera un beso apasionado a Linda no solo posar sus labios? Le contesté que sí, porque para ella sería el beso soñado que nunca más volvería a tener, yo estaría segura que ese beso no cambiaría nuestra felicidad, como yo pensé cuando los vi.
De hecho, tenía en mente pedírselo a Christian que se lo diera, pero estoy muy segura que Christian no aceptaría mi petición, después de oír lo que le dijo, jamás daría un beso forzado a nadie, tocó sus labios, pero jamás introdujo su lengua dentro de su boca o viceversa, nunca hubo contacto porque mi marido fue consciente en decir que sería un engaño para mí.
Después de unos minutos, separó su boca de Linda, le pidió perdón por no haberla amada como mujer, sino como hermana y amiga, pero que en su corazón la llevará siempre, porque fue alguien importante en su vida, me miró y su rostro me pedía disculpas por lo que había hecho, me acerqué y lo desprendí del cadáver, lo abracé tan fuerte que empezó a llorar más, su respiración era muy acelerada y de momento se desvaneció ante mis brazos.
El forense me ayudó a ponerlo en el suelo, le tomó los signos vitales y me dijo que estaba desmayado, pero su respiración era muy lenta, pidió una ambulancia y no tardaron mucho para llevarlo a un hospital cercano. Firmé la documentación para que incinerara el cadáver y que me indicaran en cuanto tiempo me entregarían las cenizas, me indicaron que en tres horas, antes de salir, el forense me entregó una bolsa transparente, donde venían sus pertenencias, dos anillos, una cadena con un dije, una esclava de oro, unos pendientes de oro y un reloj de marca, su gorra de azafata y sus zapatillas, el uniforme lo traía puesto.
De inmediato me llevaron al hospital donde trasladaron a Christian, cuando llegué ya estaba despierto, su cara estaba llena de llanto, ¡cuánto quería a su amiga! o como él dice su hermana, lo abracé y le dije que teníamos que regresar en tres horas por las cenizas, Christian estará unas dos horas para reponerse del estrés y cansancio físico y emocional de este evento.
-Ana, ¿me perdonas por besarle verdad?
- Si mi amor, sabes, dirás que estoy loquita pero, pasando un tiempo, te iba a pedir que le dieras el beso que te pedía en la grabación, ella ya no iba poder tenerte cerca e iba ser un sueño hecho realidad. Pero dadas las circunstancias, esa petición ya está hecha, desafortunadamente en la morgue, no te arrepientas amor, porque ahora entiendo que ese beso que te estaba pidiendo, no iba influir en nuestro amor, creo que ella lo sabía perfectamente claro.
_ Por eso te amo, abrázame amor ¡te necesito tanto!
_ Aquí estoy, no me iré de tu lado, duérmete un rato, estaré aquí. Lo abracé y se quedó dormido, pasando una hora y media despertó, cuidé cada gesto de su cara, sufrimiento, dolor, suspiraba con llanto, pero de momento, fue tranquilidad, su rostro fue cada vez más suave y relajado.
El medico lo revisó, le dio un medicamento y le pidió que tomara las cosas con menos aprensión, la muerte de una persona nos lleva a reflexionar lo que hemos vivido, dijo muy serio. Después se dirigió a mí, para darme el alta para irnos del hospital. Salimos con calma, le pedí que si se sentía mal me dijera, hay que ir por las cenizas y quería saber si estaba bien.
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LOS EMPRESARIOS
FanficChristian Grey, empresario, joven, soltero, atractivo, exitoso, a sus 25 años de edad es uno de los hombres más ricos del mundo. Tras su primer amor en la preparatoria, Christian se imaginaba que cuando lograra sus proyectos de vida, buscaría a Kari...