Cuando llegaron las fiestas su ánimo decayó, desde lo ocurrido con su padre había dejado de celebrar navidad, por lo que decidió mantenerse al margen del resto de sus amigos en la fiesta que estos decidieron celebrar, asistió a la fiesta y compartió con ellos por un rato, pero antes de media noche se marchó a casa con la excusa de que estaba algo borracho y deseaba descansar, Kenny se ofreció a llevarlo al departamento, pero este se negó diciendo que debía divertirse y que él estaría bien, finalmente y luego de una pequeña disputa por quien insistía más McCormick terminó cediendo. Leopold le envió un mensaje cuando entró al departamento para hacerle ver que había llegado a salvo, luego dejó el abrigo colgado tras la puerta y avanzó a la habitación, al entrar notó una hoja sobre la cama, la tomó y miró su contenido, era una impresión de un anuncio y hasta abajo tenia escrito un mensaje.
Leopold sonrió, si todo salía bien entonces ya no estaría de ocioso, podría trabajar en algo y sería su propio jefe, además con su casa en mejores condiciones y el dinero que obtendría de ese viejo bar podría hacer las reparaciones que hacían falta y mudarse del departamento de Kenny. "Mudarme" pensó y la sonrisa se desvaneció. La idea de irse de ese departamento por alguna razón dejaba un mal sabor a su boca y una pequeña opresión en su pecho.
Un par de días después visitó el sitio del anuncio. Efectivamente estaba en venta, habló con el dueño y acordaron un precio. A pesar de que su cuenta bancaría disminuiría considerablemente en cifras, correr el riesgo valdría la pena. Conservaría todo lo que ya tenía, haría algunas remodelaciones y lo pondría en funcionamiento. La fecha límite sería para año nuevo, de esa forma recuperaría muy pronto la inversión.
Les contó a sus amigos de su nueva adquisición y estos le desearon suerte. Le ofrecieron su ayuda para lo que hiciera falta, a pesar de ello, Leopold se rehusó rotundamente, ellos estaban bastante ocupados con sus empleos y la investigación que acababan de empezar para que además le ayudaran con el bar. Les agradeció el gesto, con la sensación de que había hecho lo correcto al rechazar su ayuda. También agradeció a Kenny por aquel anuncio que había dejado en su habitación, pero este dijo que no había sido él. Ambos se miraron extrañados mas no dijeron nada del asunto. Luego aquello desapareció de sus cabezas y prioridades.
Su rutina era sencilla. Por las mañanas desayunaba con los hermanos McCormick, luego les despedía para que cada uno se dirigiera a sus ocupaciones, Karen a la universidad o a su empleo de medio tiempo y Kenny al trabajo. Ordenaba el departamento tratando en lo posible de mantener la limpieza, se subía a su vehículo y conducía hasta el bar. Allí pasaba gran parte del día trabajando con una experta en decoración, su vieja amiga Bárbara Stevens. Ella sugería los cambios que creía necesario realizar de acuerdo a la meta que Leopold le había propuesto, deseaba que el bar luciera agradable tanto para hombres como para las mujeres, fueran ya maduros o aun jóvenes. El trabajo de Bebe, hasta ese momento, había sido excelente para lograr ese propósito.
Luego del almuerzo visitaba a Cartman en el hospital. Preguntaba por su estado y le comentaba lo que estaban haciendo. Por la tarde, finalmente, se reunían en su casa con Kyle, Stan y Kenny para continuar con la investigación.
ESTÁS LEYENDO
13 Horses
FanfictionUna serie se asesinatos se van esparciendo en el pequeño pueblo de South Park. Un grupo de jóvenes comienzan una ardua búsqueda por saber quién es el causante, pero a medida que se acercan a la verdad, otros secretos mucho más oscuros saldrán a la l...