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Chaos

Su puño se estrelló contra el rostro de un chico con furia, luego se le subió encima y continuó propinando golpes en su rostro y cuerpo, pronto todos en la escuela les rodeaban y gritaban para animar las cosas, o mirar sorprendidos al joven protagonista de tal escena, uno que siempre se mostró tranquilo y amable, rozando la inocencia en muchas ocasiones.

- Leo, Leo, tranquilo amigo, te meterás en problemas – Kenneth McCormick, quien se acercó a observar la conmoción con sus amigos, lo tomó por la cintura y lo apartó del otro chico, de igual forma hicieron con el atacado para apartarlos y calmar todo antes que llegaran los adultos.

- ¡Me tienen cansado! ¡¿Acaso creen que pueden correr rumores por la escuela acerca de mi a diestra y siniestra sin consecuencias?! – habló el chico en cuanto las cosas se calmaron.

Todos estaban atrás del gimnasio hablando de lo sucedido hasta que las clases comenzaron, entonces cada quien se marchó a su propio salón, a excepción de Kenny, quien se quedó haciéndole compañía a Stotch, por suerte la situación no había pasado a mayores, aunque el mal humor del adolescente no había desaparecido.

- Oye Leo, realmente le diste una buena paliza – comentó divertido – aunque deberías ser cuidadoso, ya sabes que tu padre es un dolor de culo a veces y una suspensión por una pelea no creo que le cause gracia – habló esta vez usando un tono más serio.

- Ah, que se joda mi padre, y que se jodan todos en la escuela, excepto tú, eres el único sujeto aquí que vale la pena – comentó y esbozó una sonrisa de medio lado mientras observaba a su compañero.

- Oh, vaya, ¿eso es alguna clase de alago? – soltó antes de meter la mano a uno de sus bolsillos y sacar un paquete de cigarrillos, tomó uno y pronto lo encendió

- No es ningún alago, es la verdad, eres el único que nunca me ha juzgado – alzó una ceja y miró con gesto de desagrado a Kenny – oye, deja esa mierda de cigarro a un lado cuando hablemos, huele fatal – estiró la mano y le quitó el objeto para apagarlo y romperlo.

- Ah maldita sea, tu humor sí que es una mierda – llevó su mano a su frente y se recargó contra el muro del gimnasio soltando una carcajada.

El otro muchacho solo se cruzó de brazos y observó de reojo a su amigo de abrigo naranja, aunque su molestia con todo no desaparecía podía mantenerse más tranquilo cuando Kenny estaba a su lado, no lo entendía del todo, pero su presencia siempre le ayudaba a mantener la cabeza fría.

- Por cierto, ¿cómo has estado desde lo de tu madre? – preguntó su amigo con un tono más serio y enfocando su mirada en el rostro del otro.

- No vamos a hablar de eso, es demasiado reciente, aunque nadie lo menciona, me sorprende como toman las cosas en este pueblo – comentó mientras sus dedos masajeaban sus sienes – de todas formas, gracias por preocuparte Kenneth.

Ambos chicos solían llevarse bien, cuando se encontraban a solas tenían charlas más serias acerca de sus problemas, más interesantes que las tonterías que solían hablar en presencia de los otros, además, cuando todos estaban reunidos de alguna forma u otra Stotch terminaba siendo apartado.

- No hay de que – colocó una de sus manos sobre el hombro del rubio – para esto están los amigos.

- Vaya, eres el único que se atreve a considerarse mi amigo abiertamente – esbozó una sonrisa amplia – bueno, volveré a las clases, nos vemos – se apartó del muchacho despidiéndose con la mano, a lo que este hizo igual.

13 HorsesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora